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Bloquean vecinos de Chilapa la carretera en demanda de que se vayan los civiles armados y de nuevo los encaran

*Colocan piedras en la vía y gritan “Ejército vendido” a unos soldados que observaban. Dicen a los  autollamados comunitarios que les devuelvan a los desaparecidos y que quieren paz

Redacción

Chilapa

Por tercer día consecutivo vecinos de esta ciudad marcharon para exigir la salida de los civiles armados y la presentación de sus familiares desaparecidos desde la irrupción armada, el sábado.
El contingente se plantó en la salida de Chilapa en el lugar conocido como El Arco donde también había civiles armados, autollamados guardias comunitarios que llegaron el sábado, sin embargo después de un rato la actividad fue interrumpida ante el rumor de que un grupo delictivo había ingresado al municipio.
Ayer salieron a las calles a marchar sólo unos 100 manifestantes, a diferencia del lunes que acudieron 300 y de los 400 del martes.
Como en las dos veces anteriores, el contingente se reunió frente a la catedral y de ahí partió, cerca de las 11 de la mañana.
Nuevamente exigieron la salida de los civiles armados provenientes de unas 15 comunidades que ingresaron a la cabecera el sábado, además de la aparición de personas que desaparecieron el día que irrumpieron.
Adelante de la marcha iban familiares de las personas desaparecidas con fotos de ellos en las manos, además de carteles donde se leía: “Ustedes se los llevaron ustedes entréguenlos”, “Queremos a los desaparecidos vivos”, “Entreguen a nuestros desaparecidos” y “Fuera supuestos comunitarios”.
Mediante un megáfono invitaron a la ciudadanía a que se sumara a la protesta, mientras se alternaban con consignas como “Chilapa escucha los comunitarios no te asustan”, “Chilapa escucha y únete a la lucha”, “Queremos paz por eso somos más”.
La marcha recorrió las principales calles de la ciudad, posteriormente se dirigió a El Arco y los manifestantes bloquearon la vía, en el mismo sitio donde civiles armados tienen un retén.
Cerca del mediodía los pobladores llegaron al sitio, a lo lejos se distinguía a los civiles armados que se mostraron tranquilos.
Los manifestantes colocaron piedras sobre la carretera para impedir el tránsito vehicular y gritaron, “Ejército vendido”, pues a unos metros había unos soldados observando, también pidieron paz y los civiles armados respondieron “nosotros también queremos paz por eso estamos aquí”.
Los civiles armados no impidieron el bloqueo. Los manifestantes no quisieron entablar ningún diálogo con los armados pero reprocharon que se habían llevado a sus familiares desaparecidos y les dieron la espalda.
Uno de los civiles armados expuso que no iban contra el pueblo, que habían llegado para hacer justicia y que también quieren paz.
Mientras tanto decenas de vehículos particulares y de transporte quedaron varados, quienes viajaban a Chilapa caminaron y los que viajaban a Chilpancingo subieron a urvans que quedaron del otro lado del bloqueo.
Los manifestantes dijeron que estarían plantados hasta que llegaran representantes del gobierno estatal a entablar un diálogo. Colocaron unas lonas donde unos cuantos se cubrieron del sol.

Quitan el plantón ante el rumor de llegada de Los Rojos

Cerca de la 1:30 de la tarde un civil armado llegó al lugar y le dijo a sus compañeros que se enteraron de que en el salón California en la carretera que conduce a la comunidad de Acatlán estaba el líder del grupo criminal Los Rojos, Zenén Nava, El Chaparro, a quien buscan.
Los armados señalaron a los manifestantes y los acusaron de que ese bloqueo era para distraerlos, y los culparon de cubrir a líder criminal, pero los manifestantes lo negaron.
De manera enérgica los hombres armados abrieron el paso y dijeron que la carretera era de todos y no tenían porque impedir el paso.
El rumor de que Los Rojos rondaban en la ciudad provocó pánico y zozobra en los pobladores, y el plantón se deshizo.
Del plantón al centro de la ciudad se observaron camionetas con civiles armados, en el centro de la ciudad había unos nueve vehículos con hombres encapuchados y con armas largas, de quienes se dijo que eran de Los Rojos. Trascendió que en Zitlala se observó la presencia de estos hombres.
El rumor y lo que vieron pobladores provocó que todos huyeran a refugiarse. El Zócalo y las calles lucían desoladas.

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