Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Marcial Rodríguez Saldaña

Acapulco, pasado, presente, futuro: la seguridad: la seguridad

La inseguridad en que vive el pueblo de Acapulco es el problema más grave en cuanto a desarrollo de una vida normal de una persona y de su familia. La paz, la tranquilidad para disfrutar de los derechos humanos, de la vida, la libertad, la seguridad, de la naturaleza, libre tránsito, empleo, actividad productiva, recreación, deporte, son derechos fundamentales sin los cuales no se puede vivir en una comunidad con las condiciones indispensables para el desarrollo humano, económico, social, cultural y político.

1. En los años 1970-1980, cuan- do no había crecido tanto la población de Acapulco, había pleitos entre jóvenes de los distintos barrios históricos; luego, hasta 2005, los adolescentes y jóvenes podían disfrutar normalmente de esa etapa de la vida, haciendo deporte, actividades culturales, divirtiéndose en las discotecas, sin restricción de hora- rios ni peligros; las familias podían salir por las noches a cenar, a disfrutar de los servicios turísticos en restaurantes y bares, a apreciar las bellezas naturales del puerto, los profesores a impartir sus clases, los comerciantes –desde el más modesto hasta el más alto empresario– a realizar sus actividades con normalidad. Había una delincuencia común, más o menos normal para una ciudad del tamaño de Acapulco.

2. Sin embargo, desde hace una década hasta la fecha la vida de las acapulqueñas y los acapulquenos se ha transformado radicalmente. Hay una población inhibida, atemoriza, sometida a una delincuencia que impide una vida normal, en paz, disfrutando de los derechos y actividades fundamentales como el de la vida, la seguridad, el trabajo, la educación, el esparcimiento. Por ello, como presidente municipal de Acapulco tomaré como una de mis prioridades la seguridad de toda la población, para restablecer la vida normal de los habitantes de esta ciudad y de todo el municipio, para que el turismo internacional regrese a este puerto tan hermoso y se reactive la economía, el desarrollo social, cultural y político. Si no hay seguridad, difícilmente regresará el turismo extranjero, ni habrá una reactivación económica, y viviremos una etapa de estancamiento y posiblemente de retroceso.

3. Desde el 18 de abril de 2014, hace más de un año, iniciaron los paros de la Policía Municipal de Acapulco, y hasta la fecha sigue latente este problema a pesar de la gravedad que reviste. No ha habido autoridad federal, estatal ni municipal que resuelva este asunto. Nadie puede desobligarse del mismo. El gobierno federal es el que ha promovido el Mando Único y los exámenes de certificación, en coordinación con el gobierno del estado y con la anuencia de las actuales autoridades municipales. Han dejado que se prolongue este conflicto de manera innecesaria. Todos los ámbitos de gobierno están obligados, cada uno en los ámbitos de su competencia y en forma coordinada, a resolver en lo inmediato el paro de los policías de Acapulco, al no hacerlo incurren en una grave irresponsabilidad pública.

4. Una de las primeras acciones de gobierno en materia de seguridad que realizari?amos en la presidencia municipal de Acapulco sería solucionar el paro de los policías, dialo- gando con ellos, proponiéndoles diferentes alternativas, entre otras, que en vez de que estén en paro, a quienes no aprobaron los exámenes de certificación capacitarlos para que en un tiempo razonable puedan aprobarlos, con el compromiso de que quienes, a pesar de tener esta oportunidad, no la aprovechen se les liquide conforme a sus prestaciones legales; fortalecer la Academia de Policía, de tal manera que haya una capacitación permanente para mejorar sustancialmente la prevención del delito.

 

5. Uso de la tecnología para la seguridad. El pueblo de Acapulco está abandonado por el gobierno federal en materia de seguridad. Los programas Acapulco Seguro anunciados en muchas ocasiones no han funcionado. La presencia del Ejército, la Marina, la Policía Federal y la Gendarmería ha sido importante, pero insuficiente para combatir la inseguridad que sigue en forma constante. Por ello, se requiere de una decisión real del gobierno de la República, que invierta los recursos necesarios para la formación de una policía municipal profesional; aplicar la mejor tecnología en materia de seguridad con un sistema de cámaras de vigilancia en toda la ciudad que permitan inhibir la delincuencia y a la par un plan permanente de coordinación entre todas las fuerzas de seguridad y pre- paración para combatir a fondo la inseguridad, que sea evaluado constantemente. Las acapulqueñas y los acapulqueños tenemos derecho a una vida normal, a vivir en paz y con seguridad.

marcialrodriguez60@ hotmail.com Twitter: @marcialRS60

 

 

 

 

 

 

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