Carlos Pérez Aguirre

Vacío de propuestas

Mientras varios municipios y regiones de la entidad se convulsionan por la violencia y la inseguridad, observamos que los gobernantes y la mayoría de los candidatos que contienden por las diversas posiciones de elección –fundamentalmente los candidatos al gobierno del estado y de los ayuntamientos de las ciudades más importantes–, viven o están subjetivamente en otra dimensión.
El gobierno estatal, que encabeza Rogelio Ortega, desdeña o simplemente niega la violencia e ingobernabilidad manifiesta, no pasa nada, son casos aislados, no afectaran el proceso electoral, y así mediante estos esquemas pretende negar una necia realidad. El actual gobernante no tiene objetivos preestablecidos, esta vacío de propuestas y se le nota perdido en el sinnúmero de problemas que de por sí tiene una administración gubernamental. Tal vez no sea su culpa, pues su nombramiento se basó en cuestiones meramente políticas, de pesos y contrapesos, no en su capacidad para resolver problemas en la política real, que no tenía. Pero a esa inexperiencia se le suma la de tipo administrativo, la de negociación y gestión gubernamental, evidentemente también la de una nula planeación, pues le faltó tiempo para prepararse; todo aconteció muy rápido, podrá decir en su descargo, pero a este coctel le tenemos que sumar el hecho evidente de que no trazó un plan, aunque fuese mínimo, para ejercer el gobierno. Por ello tenemos como resultado lo que hoy se denota, problemas múltiples y una inmovilidad manifiesta, un gobierno en jaque a la defensiva. es decir, un gobierno que no está a la altura de los requerimientos actuales de Guerrero. Pero… ¿los pretensos candidatos están preparados para los retos enormes que actualmente presenta la entidad? Éstos, se supone, ahora sí han tenido tiempo con sus equipos de analizar la problemática, sin embargo no se ven en la mayoría de los casos las propuestas de los candidatos a la gubernatura y a los gobiernos municipales; la mayoría de ellos incurre en los mismos lugares comunes y en propuestas preestablecidas que, en muchos lugares donde se han llevado a cabo han fracasado. Por ejemplo, para abatir la delincuencia las medidas cosméticas que todos proponen son; mando único, mayor presupuesto, sofisticar los sistemas de telecomunicaciones, más armamento y capacitación de los cuerpos policiacos. Y rematan con la sempiterna restructuración del tejido social. Todos los puntos anteriores con matices, son los planteamientos y estrategias que se igualan en todos los candidatos de los diversos partidos para uno de los problemas fundamentales del país, la delincuencia.
En el ámbito social, todos prometen incrementar el empleo, mejorar la infraestructura urbana y productiva, mejorar los servicios de salud, educación, vivienda. Buenas intenciones cuando lo primero que deberían hacer es demostrar, ellos mismos y sus equipos cercanos con quienes gobernarán, su honestidad y su independencia de los grupos fácticos y delincuenciales.
Pero, sabemos los ciudadanos que, por desgracia no es así, ya hemos en estas colaboraciones analizado muy someramente el perfil de los candidatos y sus equipos, y sus antecedentes son muy cuestionables. Por ello, cuando la honestidad está vulnerada, nos preguntamos cómo podrán enfrentarse a la delincuencia cuando podrían ser parte de ella. Estos señores privilegian los intereses de sus bolsillos sobre el interés general, y no entienden que cuando la hidra de la delincuencia crezca, irremediablemente también los alcanzara.
Por ello, decimos que existe un vacío de propuestas, sólo están los lugares comunes, propuestas cosméticas que evidencian el no querer ir al fondo del problema y mucho menos resolverlo.

[email protected]