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Se redujeron los espacios culturales de Acapulco durante la presente administración priista

Karla Galarce Sosa

De ser una dependencia que “recibió más beneficios” en la entidad por la federación, la Dirección de Cultura de Acapulco redujo en su actual administración municipal su patrimonio, pues fue cerrado el Museo Casa de la Máscara, La Casona de Juárez y el Centro Municipal de las Artes (Cemart) quedará inconcluso, a pesar de que se contaba con el presupuesto para terminarlo desde la salida de la administración que la antecedió.
Además, a pesar de que el cabildo porteño decretó la realización del Festival de la Nao cada año y se había garantizado la asignación presupuestal, luego de tres ediciones de la actual administración priista, las participaciones de artistas de talla internacionales con producción propia fueron disminuyendo del programa, mismo que se limitó a la presentación mayoritaria de artistas locales; fue cambiado el concepto por el cual se dio origen al festival, así como la sede principal que era el Museo Histórico de Acapulco Fuerte de San Diego, además que desaparecieron las secciones infantiles, literarias y actividades académicas.

Casa de la máscara

El Museo Casa de la Máscara fue cerrado en 2009, un año después de que fue remodelado el inmueble donde se albergaban más de mil 500 máscaras, la mayoría resultado de donaciones.
Quien fuera la responsable de ese lugar, la profesora Blanca Villalba Sánchez, explicó que la remodelación del inmueble se realizó con recursos del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), “porque ninguna autoridad estatal o municipal se dignó asignar nada” para la reparación del inmueble que estaba deteriorado.
“Quedó bonito, pero a las primeras lluvias quedó claro que lo único que pedí no se hizo, que era arreglar el techo”, se quejó la promotora cultural.
Criticó que aunque no invirtió nada el ayuntamiento, le exigió que participara en una exposición para la “penúltima edición de La Nao” en 2008, último año en que fue realizada en el Fuerte de San Diego.
“Creo que canalizaron algo para gastos al anterior encargado de la Dirección de Cultura, pero yo no estuve enterada del monto. Yo aporté personalmente el salario para quienes me auxiliaron y el costo de los materiales para esa exposición. Pasado el Festival, recibimos la solicitud de dejar el espacio en el museo para actividades del ayuntamiento. Esto fue ‘la gota que derramó el vaso’ y decidí dejar todo por la paz. Solicité a la familia Suárez recoger las máscaras de su pertenencia, y avisar a las personas que habían donado o prestado algunas piezas”, contó Blanca Villalba.
De acuerdo con lo publicado en el portal de la enciclopedia de Guerrero http://www.enciclopediagro.org el Museo Casa de la Máscara fue inaugurado en 1999 con un acervo de donativos, principalmente de Sergio Suárez y Blanca Villalba. En el portal se detalla que inicialmente contaba con 300 máscaras, en su mayoría representativas de las regiones del estado, pero luego el número se incrementó. Las máscaras provenían de otros estados del país y del extranjero, de países como Egipto, Estados Unidos, Indonesia, Italia, Tailandia, China, Japón, Ceilán, India, Portugal, España, Alemania y Canadá.
Se destaca que en el recinto se mostraba “el significado que han tenido y siguen teniendo las máscaras desde todos los tiempos en las principales culturas del mundo”.

Casona de Juárez

El actual director de Cultura de Acapulco, Alfredo Díaz Solano, explicó que aunque la casona ubicada en la calle Benito Juárez, en el corazón del puerto, no era propiedad del ayuntamiento, durante varios años se pagó una renta de más de 9 mil pesos al mes.
Dijo en entrevista telefónica que la dirección que encabeza depende totalmente de los programas que emprende la Sedesol municipal y aclaró que no maneja recursos propios, por lo que quien se encargaba del pago de la renta al dueño de la casona era la Secretaría de Finanzas, a través de la Sedesol. Díaz Solano informó que el dueño de la Casona de Juárez, cuya reparación y acondicionamiento como centro cultural corrió a cargo del ayuntamiento en la administración de Alberto López Rosas, no quiso rentarla.
Agregó que este año la Dirección de Cultura contó con un presupuesto de 200 mil pesos para la realización de una veintena de proyectos, mismos que no quedarán concluidos porque la actual administración terminará antes de que el dinero sea liberado. Afirmó que el recurso es resultado de la aplicación del Programa de Desarrollo Cultural Municipal (PDCM) del Conaculta en Acapulco, aunque fue gestión del año pasado.

Centro Municipal de las Artes

Sobre el Cemart, Díaz Solano comentó que la obra se detuvo porque la empresa constructora fue demandada por el ayuntamiento porque incumplió con el contrato y, aunque el litigio fue ganado por el municipio, la obra quedó inconclusa.
El encargado de colocar la primera piedra fue el director del proyecto del Museo Nacional de Cine, Pablo Ortiz Monasterio, en noviembre de 2008, el mismo día en que se realizó el Festival de la Nao en el Fuerte de San Diego. Para su realización, el Cemart contó con un presupuesto de 3 millones de pesos, mismo que fue aprobado por la Cámara de Diputados cuya gestión debía aplicarse en 2007, aunque se aplicó un año después.
En la actualidad, la infraestructura en obra negra está cerrada; hasta hace dos años, las paredes estaban cubiertas por grafitis, porque los accesos de ambos lados –calle Hornitos y Camino Real– no tenían puertas o portones. Hoy, tiene las paredes blancas y los portones que fueron colocados al concluir el litigio entre el municipio y la empresa constructora, están oxidados. El espacio diseñado para montar o desmontar exposiciones voluminosas sirve de estacionamiento de dos vehículos. Está entre el Fuerte de San Diego y la Dirección de Cultura de Acapulco.

Festival de la Nao

Finalmente, el funcionario municipal respondió que la encargada de coordinar el festival de la Nao es la publirrelacionista Maritrini Suchowitzki Stadelmann, quien le informó que tiene preparado un paquete de propuestas ya integradas para la administración que los supla.

Fondos mixtos

El coordinador de la zona centro de la Dirección de Vinculación de Estados y Municipios del Conaculta, Luis Alberto Lechuga Zurita, informó que uno de los municipios más beneficiados por los programas federales ha sido Acapulco; sin embargo, aclaró que el Conaculta busca ahora apoyar a municipios más pequeños y “descentralizar” los beneficios económicos de municipios como Acapulco.
“Nosotros en el Conaculta tenemos un interés muy particular en impulsar la descentralización de los bienes y servicios culturales. Considero que en el futuro, aunque seguirá tendiendo un enorme respaldo y apoyo, dado la magnitud e importancia que tiene la ciudad en el estado, quizá ha dejado de participar en el PDCM (Programa de Desarrollo Cultural Municipal) por atender otros municipios”, explicó en entrevista efectuada durante el Foro Estatal de Cultura efectuado en Taxco el mes pasado.
Habló de que se buscará dar mayor movilidad a los presupuestos para aplicarlos en municipios distintos a Acapulco, “como ciudad que más beneficios ha recibido del Conaculta” y consideró que por el cambio de gobiernos municipales, en muchos ayuntamientos no habrá participación en el programa que coordina.
“Estamos impulsando que el programa llegue a otros municipios que por sus características sean los más alejados, tengan menor infraestructura cultural, menor disposición de actividades culturales dentro de su vida cotidiana y quizás sea ese uno de los motivos para que las capitales y las principales ciudades van dejando de participar en el PDCM (…) En las capitales tienen muchas más posibilidades y cuentan con infraestructura cultural, un mayor conglomerado de creadores artísticos y de gestores culturales que pueden dar vivacidad a la cultura de sus ciudades, atrayendo financiamiento no sólo nacionales, sino internacionales”, dijo entonces.
Justificó que dada su complejidad y diversidad, en Guerrero “ha sido difícil que un mayor número de municipios participen; hemos tenido una trayectoria en la que han participado pocos municipios en cada emisión y lo que queremos ahora es ampliar la participación para tener una emisión breve este año, dados los tiempos administrativos que será de unos seis meses, en los que esperamos captar alrededor de seis municipios”.
Durante su explicación a promotores culturales de las siete regiones de la entidad sobre el funcionamiento del PDCM, lamentó que la entidad, durante muchos se hallara en “letras rojas” porque los municipios incumplían con la entrega de la parte del presupuesto que les correspondía.
“Ante el antecedente de rezago de la poca participación, la respuesta de la nueva administración y del Conaculta es invertir y difundir entre los ciudadanos y los municipios en propuestas para este programa para que el año entrante se rompa la inercia y se aumente la cantidad de municipios participantes”, comentó.

Faltan funcionarios de cultura

Se le preguntó cuál es el factor que ha impedido una mayor aplicación del programa en más municipios de la entidad y respondió que, una de ellas es la ausencia de áreas de cultura en los municipios y por ende, se carece de funcionarios que gestionen los presupuestos para cultura.
“Si no hay un presupuesto para cultura en el municipio, no se puede participar en el programa y aunado a esto, está también el componente social y a veces la sociedad no tiene la posibilidad de acercarse a este tipo de programas porque los desconoce o porque en el municipio no hay recursos para la cultura”.
Explicó que por cada peso que las instancias municipales destinen a la cultura, con el programa se pueden convertir en tres pesos y se fortalece la corresponsabilidad desde el gobierno federal a los municipales para atender las necesidades culturales de los ciudadanos.
“La posibilidad de atender las necesidades que los ciudadanos perciben de manera cotidiana, a través del PDCM sólo si existe un enlace entre los tres niveles de gobierno porque invierten corresponsabilidad al realizar el seguimiento de la operación del programa y al evaluar el programa para garantizar que los recursos estén bien ejecutados”, finalizó.

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