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Campesinos de Amojileca y la ACNR apoyan por mayoría el boicot electoral y la abstención

*Conmemoran en esa comunidad de Chilpancingo el 25 aniversario del asesinato del comisario Romualdo García Alonso, que sigue impune.  Encabezaron el acto Ignacio del Valle, Bertoldo Martínez Cruz, y el ex comandante Antonio del ERPI, Jacobo Silva Nogales

Lourdes Chávez

Amojileca, Chilpancingo

Integrantes del movimiento de San Salvador Atenco y luchadores sociales de Guerrero recordaron al líder y comisario de Amojileca, Romualdo García Alonso, asesinado el 30 de mayo de 1990, con un acto en la plaza del pueblo, ubicado al noroeste de Chilpancingo.
En su participación en las actividades que convocó la Asociación Cívica Nacional Revolucionaria(ACNR), el dirigente del Frente de Organizaciones del Estado de Guerrero (FODEG), Bertoldo Martínez Cruz, habló de las razones para no creer en el sistema de partidos para renovar a los gobiernos que no sirven.
Recordó que en el últimos diez años van más de 300 mil muertos por la violencia desatada en el país, y 27 mil desaparecidos, que nos indican la falta de condiciones para ir a las elecciones pacíficas y ordenadas en el país, y ya no se tiene información exacta del número de luchadores sociales asesinados o desaparecidos.
“Cómo chingaos quieren que votemos si los muertos vienen desde que tengo razón”, por ejemplo señaló las masacre de los copreros en Acapulco (1967), en el movimiento estudiantil-popular en Chilpancingo (1960).
Insistió en que el sistema político “está podrido, ya no se puede sostener”. Aceptó que desde las instituciones se van a imponer las próximas elecciones, pero será “con los guachos al pie y de antemano es ilegal (la intervención del Ejército)”, advirtió.
Agregó que si el abstencionismo es mayor al 50 por ciento del padrón electoral, los comicios tampoco serán legales, “ni los ciudadanos están obligados a aceptar a las nuevas autoridades como gobierno “porque no los estamos eligiendo”.
Convocó a la población a seguir el llamado y la búsqueda de los 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, y recordar la herencia de lucha de Romualdo García.
En el acto, el líder de la ACNR, Arturo Miranda Ramírez, informó que el 6 de febrero, en ese mismo lugar, estuvo el gobernador interino, Rogelio Ortega Martínez, y los pueblos exigieron la presentación de los 43 alumnos desaparecidos de Ayotzinapa y la libertad de los presos políticos de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC).
En consulta por separado, un campesino indicó que también hablaron de las demandas de las comunidades, pues era la primera vez que los visitaba un gobernador. Dijo que mostró disposición a atenderlos, pero frente abandono de tantos años, aclaró que muchos no tienen interés en el proceso electoral.
Encabezaron la actividad, una comisión de San Salvador Atenco encabezada por líder más visible, Ignacio Valle Medina, Martínez Cruz, y el ex dirigente del Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI), Jacobo Silva Nogales, comandante Antonio.
También estuvieron la banda de guerra de una preparatoria de la Universidad Autónoma de Guerrero, y residentes de la casa del estudiante Romualdo García, ubicada en el barrio de San Mateo en Chilpancingo. Se esperaba a una representación de los padres de los 43 estudiantes desaparecidos de la Normal Rural de Ayotzinapa, que no llegaron.
Ignacio del Valle habló de la lucha que dieron los campesinos del Valle de México hace 15 años para evitar un proyecto de un aeropuerto del presidente Vicente Fox. Añadió: “hemos resistido como pueblos, muchos ya basta y nos preguntamos qué tenemos que hacer, dónde y quién está obligado a actuar, y en esta reflexión nos damos cuenta que la tierra no tiene precio, que nos fue prestada por nuestros nietos, y tenemos que repetir lo que nos enseñaron nuestros abuelos, los que pelearon y los que murieron por ella”.
Dijo que la lucha por la tierra, el agua y los bosques, también es por los 43 desaparecidos de la Normal Rural de Ayotzinapa “sólo tenemos que organizarlos –subrayó–, y no necesitan que nadie de fuera venga a decírselos, ustedes lo saben”.
Luego, Miranda Ramírez de la ACNR, recordó que en 1984, cuando la UAG atravesaba una de sus crisis más profundas, por la falta de subsidio federal, Romualdo García fue pilar de la institución educativa, “porque fueron los campesinos, los obreros quienes fomentaron el apoyo que sirvió para sacar adelante a la universidad”.
Denunció que ahora México pertenece más a los extranjeros que a los mexicanos, “cómo es posible tanto derramamiento de sangre para que estos malos gobiernos, que se dicen electos democráticamente, despojen al país de sus bienes”.
Recordó que la lucha nunca ha sido fácil, y un ejemplo claro es Romualdo García, que debe ser reivindicado por la defensa del agua y de la tierra. Luego se refirió a la visita de Ortega Martínez, el 6 de enero, que llenó la plaza con vecinos de diferentes pueblos, que exigieron la libertad de la coordinadora de la Policía Comunitaria de Olinalá, Nestora Salgado García, el promotor de la Coordinadora regional de Autoridades Comunitarias (CRAC), Gonzalo Molina, y la presentación de los 43 alumnos de la Normal Rural de Ayotzinapa.
Más tarde, continuó una reunión con unas 70 personas, campesinos y delegados de la ACNR, en el estado, para reflexionar sobre la crisis social con miras a las elecciones del 7 de junio.
Miranda Ramírez indicó que el tema es controvertido, las posiciones fueron diversas, por el boicot electoral, el abstencionismo y muy pocos por ir a la elección.

El luchador social

De acuerdo con la recomendación 021/1990 de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), Romualdo García Alonso fue interceptado violentamente en su automóvil marca Volkswagen, tipo Safari, verde, por una camioneta Ford, modelo 1985, gris, placas 361YEL, del estado de Texas, EUA, propiedad de Trinidad Nava Sales o Sánchez, en el camino de terracería que comunica a Chilpancingo con Amojileca, a 7 kilómetros de la capital.
Por las características, señalaron que el crimen fue planeado con la idea no sólo de asesinarlo, “sino inferirle además sufrimiento a base de tortura, el cual, al mismo tiempo, sirviera de escarmiento a las personas vinculadas con él”.
Su cuerpo apareció en el río Huacapa, precisamente, donde se motivó el conflicto con el señor David Nava, cuando se le clausuró el drenaje que contaminaba las aguas del mencionado río a su paso por Amojileca.
El organismo de derechos humanos solicitó al gobierno estatal reaprender a los implicados en el homicidio, David Nava Gómez y Manuel Rodríguez Adame, a los cuales se dejó en libertad, y medidas cautelares para la familia de la víctima y los pobladores de Amojileca, hace 25 años.
Miranda Nava afirmó que el caso sigue impune.

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