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No reciben dinero del erario, responden las brigadas cuturales por Ayotzinapa

Carmen González Benicio

Tlapa

Las brigadas culturales, artísticas y pedagógicas por Ayotzinapa. Verdad, memoria y justicia, se deslindaron de recibir apoyo económico del gobierno federal y estatal en sus actividades programadas en distintas ciudades del estado.
Reclamaron el restablecimiento de los derechos humanos de todos los presos políticos del país, de la libertad inmediata del vocero de la comunidad Yaqui, Mario Luna, de los de la Asamblea de la Comunidad Artística, Bryan Reyes y Jacqueline Santana, del doctor Mireles y por supuesto de la comandante Nestora Salgado, entre otros.
En un comunicado desde la cabecera municipal de Olinalá, donde estuvieron este fin de semana, afirmaron que las brigadas no tienen interés alguno en recibir cualquier tipo de apoyo que venga de ninguna institución gubernamental ni vinculada a ella, así como de ningún partido político, ni de la iniciativa privada, como les ha llegado información que lo ha dicho Manuel Salvador Rosas de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG), del grupo de Antonia Morales y Walter Añorve.
Los organizadores lamentaron que por esos señalamientos y acusaciones de recibir apoyo del gobierno estatal y federal no se haya podido realizar la brigada programada para Atoyac de Álvarez, “por eso nos deslindamos de dichas acusaciones”.
Recordaron que las brigadas tienen su origen en los hechos del 26 y 27 de septiembre de 2014 en Iguala y así llegaron al estado ya que también comparten con otros movimientos sociales, como el de la defensa del agua y su vinculación con la comunidad Yaqui en Sonora, con los padres de la guardería ABC, entre otros.
Mencionaron que las brigadas se iniciaron el 20 de diciembre de 2014, motivadas por el acercamiento de la Coordinación de Egresados de Ayotzinapa con la Asamblea de la Comunidad Artística (ACA) de la Ciudad de México para trabajar de manera coordinada.
Las brigadas pretenden llevar el arte y la cultura como una herramienta no violenta de sensibilización a la población con la finalidad de sanar y restaurar el tejido social afectado por los acontecimientos violentos que han venido viviendo de manera sistemática en el estado.
Explicaron que la forma en que se desplazan para las actividades es que la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa apoya con el transporte; la Asamblea de la Comunidad Artística convoca y coordina a los artistas que aceptan participar; el hospedaje y alimentos lo brindan en el lugar donde se acercan como los estudiantes de las normales, las policías comunitarias, las organizaciones no gubernamentales y población en general y la Coordinación de Egresados de Ayotzinapa realiza el trabajo de vinculación y logística en el estado y en otras partes del país.
Afirman que por eso no necesitan financiamiento del gobierno porque la gente lo brinda de corazón pese a sus carencias y los brigadistas aportan su trabajo artístico, económico y de materiales.

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