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Llaman a la unidad de las organizaciones sociales en el 48 aniversario de la masacre de Atoyac

*Nestora Salgado y Marco Antonio Suástegui están presos por defender la tierra y el agua, recuerdan. “No permitamos que el gobierno nos divida. Lo que pasó con los 43 normalistas refleja la situación que se vive en Guerrero”, dice Norma Mesino

Francisco Magaña

Atoyac

La Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS), la Asociación de Familiares Detenidos Desaparecidos en México (Afadem), el Consejo de Ejidos y Comunidades Opositores a la Presa La Parota (Cecop) y la Corriente Crítica de México (CCM) conmemoraron el 48 aniversario de la matanza en la plaza Morelos en Atoyac, del 18 de mayo 1967.
Hubo un mitin en el obelisco a Lucio Cabañas y pusieron una ofrenda floral en el memorial de los desaparecidos en el Zócalo, donde el llamado fue de manera reiterada a la unidad de todos los movimientos sociales.
Recordaron que después de la matanza del 18 de mayo el profesor Lucio Cabañas Barrientos se internó en la sierra e inició la guerrilla, después de que policías judiciales (ahora llamados ministeriales) por órdenes del gobierno mataron durante el mitin a cinco padres de familia: Regino Rosales, Arcadio Martínez, Prisciliano Téllez, Donaciano Castro y a una mujer embarazada, María Isabel Gómez Mesino, quienes exigían solución a sus demandas educativas en la escuela Juan Álvarez.
Norma Mesino pidió un aplauso para el caricaturista Hermenegildo Ramírez Martínez, quien fue parte importante de la izquierda y falleció el pasado 3 de mayo, también para la profesora Hilda Flores Solís, quien fuera compañera de lucha de Lucio Cabañas en la vida civil.
La dirigente social dijo que el 18 de mayo es importante y no se debe de permitir a los atoyaquenses que se borre y olvide la memoria histórica, “no debemos permitir que se desconozca lo que pasó en esta plaza en 1967, donde padres de familia pacíficamente demandaban un mejor trato digno para los niños que estudiaban”.
Abundó que han ocurrido varias masacres en el estado y de ninguna se ha hecho justicia, la último fue contra los estudiantes de Ayotzinapa, pues en Iguala tres fueron asesinados y 43 ahora forman parte de los miles de desaparecidos de la entidad.
Recordó que después del asesinato de Lucio Cabañas se vino la represión a los pueblos de Atoyac, que hoy siguen en las mismas condiciones de extrema pobreza.
Demandó justicia para la muerte de luchadores sociales como su hermana Rocío Mesino y su hermano Miguel Ángel Mesino.
Se solidarizó con la coordinadora de la Policía Comunitaria de Olinalá, Nestora Salgado García, quien se mantiene en huelga de hambre en un penal de máxima seguridad desde el martes 5 de mayo.
Recordó que al igual que esa líder, Marco Antonio Suástegui del Cecop por defender la tierra y el agua está preso, pero “no están solos, estaremos pendientes de cómo va su proceso y organizados para exigir justicia, hacemos un llamado a todas las organizaciones del estado, sobre todo a la CETEG, a que no permitamos que el gobierno nos divida. Lo que pasó con los 43 normalistas refleja la situación que se vive en Guerrero”.
La vicepresidenta de la Afadem, Tita Radilla Martínez lamentó que una demanda tan sentida haya culminado con una masacre donde murieron inocentes, entre ellos una mujer embarazada que se sabe que iba a tener gemelos.
Dijo que la lucha culmino con represión, desapariciones, violaciones a los derechos humanos y ejecuciones.
Afirmó que en la actualidad eso no ha cambiado, “hoy ya no se les llama desaparecidos son levantones, tal como ocurrió en Iguala donde después de lo de Ayotzinapa salieron a la luz las fosas clandestinas de cientos de personas que están ahí lamentablemente sin ser identificados, y muchos han sido enviados a la fosa común, eso no pude ser posible, es lamentable que no haya interés del gobierno en resolver los casos”.
El dirigente de la Cecop, Felipe Flores reiteró que es importante que no se olvide esa fecha a las nuevas generaciones.
Insistió en el llamado a la unidad a las organizaciones sociales, y dijo que algunas no pudieron estar “por temor y miedo, pero que no los confunda el gobierno, sólo organizados vamos a avanzar, nacimos para morir y que no los engañe el gobernador Rogelio Ortega que el traslado de Marco Antonio Suéstegui fue por él, fue porque los abogados de Tlachinollan ganaron el amparo, no fue Rogelio Ortega”.
La actividad culminó con una ofrenda floral en la placa de los desaparecidos en el Zócalo de Atoyac.

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