Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Abelardo Martín M.

El sprint final, ¡nada para nadie!

A 12 días de las elecciones intermedias para renovar el Congreso federal y las gubernaturas de Guerrero, Mi-choacán, Baja California Sur, Sonora, Campeche, Colima, Querétaro y San Luis Potosí, el clima es de incertidumbre y zozobra por los hechos de violencia que ocurren en distintas entidades de la república.
En el caso de Guerrero, las condiciones de gobernabilidad se mantienen precarias, sobre todo para un proceso electoral. El miedo ciudadano es el rasgo sobresaliente, en medio de una crisis de gobierno, política, económica y social. Sin embargo, todo parece apuntar a que se desarrollarán las elecciones, aunque estén ausentes la calma, la certeza y la armonía imprescindibles en una democracia.
Los candidatos a gobernador mantienen sus campañas en el esquema tradicional: apuesta mercadológica, no de propuesta y propaganda política. Son tan similares que cuesta trabajo distinguir unos de otros. La forma y el fondo son iguales. Se asesoran de publicistas y nadie da lo que no tiene. “Lo que natura no da, Salamanca no presta”, dice el refrán que alude a que cuando no hay inteligencia o imaginación, ni la universidad de Salamanca las puede dar.
El análisis de las campañas de los distintos candidatos refleja una suerte de esquizofrenia política. Todos construyen su propia realidad y su propuesta a partir de lo que imaginan es la realidad. Ésta anda sus propios caminos, que muy pocos intuyen o que la mayoría prefiere soslayar. Mejor creer que las cosas son de un modo, aunque no corresponda. Por eso una gran mayoría de los políticos, también como dice el refrán, “están a 20 cuadras del desfile”. El consuelo es que se trata de un mal de muchos.
Los candidatos a gobernador de los principales partidos en Guerrero se ven triunfadores; en el Distrito Federal, donde no votan los guerrerenses, muchos priistas de renombre dan por triunfador absoluto a Héctor Astudillo, su candidato, y acusan al gobernador Rogelio Ortega de estar dedicado al triunfo de la candidata del PRD, Beatriz Mojica, quien se siente la triunfadora, luego de que en las últimas horas le han mostrado apoyo y adhesión asu candidatura con el PT, el Partido de los Pobres y hasta un consejero panista en el estado. Atrasito, Luis Walton Aburto, de Movimiento Ciudada-no, sabe que el resultado de la votación puede cambiar si se mueven, en los próximos días las alianzas y los puntos chiquitos de las fuerzas de otros partidos. Jorge Camacho, del PAN, juega a ser una minoría aprovechable y disponible al mejor postor.
La gobernabilidad tan ausente y precaria en varios estados, Guerrero a la cabeza, es determinante en los comicios por venir. Tanto así que el Instituto Nacional Electoral (peor que el IFE, sólo con otro nombre, y con un consejero presidente, Lorenzo Córdova, que discrimina al indígena, aunque pida perdón), ya dijo que son miles las casillas que no están en condiciones de garantizar un proceso limpio, confiable y ordenado.
De acuerdo con el reporte de la agencia Al Momento Noticias, “Las secciones electorales en riesgo para los comicios del próximo 7 de junio suman 12 mil 57, el doble en comparación con el proceso electoral de 2009, según el Instituto Nacional Electoral (INE). Tan sólo en 2009, las Secciones de Atención Especial (SAE) fueron 6 mil 376; mientras que en 2012 fueron 9 mil 972. El riesgo para las secciones electorales es resultado de la inseguridad y la violencia generadas por el crimen organizado, y representa una dificultad extrema para desarrollar las actividades de capacitación e integración de las mesas directivas de cada casilla para los comicios.
“Dentro de las zonas que presentan mayor dificultad se encuentran Guerrero, Michoacán, Nuevo León, Jalisco y Tamaulipas. En Guerrero, municipios como Chil-pancingo, Iguala, Pungarabato, Tlapa, Chilapa y Acapulco fueron identificados como Secciones de Atención Especial”.
En Chilpancingo, en 2009 se registraba sólo una zona de riesgo, mientras que este año son 248; Iguala también presenta un aumento, pues pasó de cero SAE en 2009 y 2012, a 184 en este año; en Pungarabato también se pasó de no tener zonas de riesgo a tener 219 para los comicios de junio. En los distritos que integran Acapulco, el 4 y 9, las secciones pasaron de 38 en 2009, a 105 en 2012 y para 2015 a 185. Los municipios con menos impacto son Tlapa, en donde crecieron de 3 a 16 zonas de riego desde 2009, y Chilapa, que pasó de dos SAE a 27.
Los municipios con menos riesgo son Ayutla con solo un área de atención y Zihuatanejo que pasó de 20 en 2012 a ninguna para estas elecciones.
Para que las zonas sean calificadas como SAE deben presentar dificultades geográficas, demográficas, culturales, lenguas indígenas, inseguridad, conflictos comunitarios, zonas militares o navales, y fenómenos ecológicos. Cabe mencionar que las 12 mil 57 SAE mencionadas son por inseguridad y violencia, pues tomando en cuenta todas las características que establece el INE son 28 mil 886 zonas de riesgo.
Nada sencillo para garantizar legalidad, pero más aún para la legitimidad, el talón de Aquiles de muchos gobernantes que han abdicado ejerciendo el cargo, eludiendo las responsabilidades, con el consecuente deterioro social. Ojalá los candidatos, ya convertidos en gobernantes entendieran que una cosa es prometer y otra muy distinta gobernar. El centro de los problemas del gobierno es, precisamente, aceptar que quien gobierna puede no ser el más aceptado, pero sí el más responsable con su papel. El que asuma ese costo, seguro adquiere el rango de estadista, nivel inaccesible a los publicistas y menos a sus clientes político-gobernantes.

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