Brasil y México enfrentan el mismo reto, combatir la desigualdad, dice Rousseff

*Realiza la Comisión Permanente del Congreso de la Unión una sesión en honor de la presidenta del país sudamericano

Claudia Guerrero y Claudia Salazar / Agencia Reforma

Ciudad de México

A pesar de que México y Brasil son las economías más grandes de América Latina, el principal reto que enfrentan sigue siendo la desigualdad.
Así lo aseguró ayer la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, durante la sesión solemne que ofreció en su honor la Comisión Permanente del Congreso de la Unión.
“México y Brasil son dos grandes democracias, somos las mayores economías de América Latina y El Caribe, y coincidimos en nuestros vastos territorios, en las riquezas naturales y en la diversidad étnica y cultural de nuestros pueblos”, señaló.
“Recorrimos un largo y arduo camino en la realización de nuestros proyectos nacionales, caminos que aún están llenos de importantes retos: el combate a la desigualdad, tal vez sea de estos el primero”.
Ante legisladores, funcionarios y diplomáticos, Rousseff advirtió que ambas naciones también enfrentan retos en materia de educación, salud y la construcción de una economía fundada en la inclusión social.
Reconoció también que avanzar en el combate a la pobreza es apenas el inicio.
“Por experiencia propia, nosotros sabemos que el fin de la miseria es solamente el principio de derechos más complejos y por eso son más necesarios”, dijo.
La Presidenta consideró que la cooperación entre ambas naciones se vuelve aún más necesaria frente a la coyuntura internacional adversa generada por la crisis financiera que empezó en los países desarrollados entre 2008 y 2009.
“El estrechamiento de las relaciones de México y Brasil es positivo para los dos países, pero también es positivo para toda la región, especialmente en este contexto actual de desaceleración económica mundial”, sostuvo.
En su intervención, la dignataria también llamó a combatir la corrupción.
“La sociedad no puede convivir ni con la corrupción ni con la impunidad”, expresó.
En su discurso, Rousseff hizo varias referencias a los acuerdos alcanzados el pasado martes, durante su encuentro con el presidente Enrique Peña Nieto.
Reiteró su confianza en que los avances permitan fortalecer la relación entre ambas naciones.
“Estoy segura que la amistad entre México y Brasil será fortalecida. Y es con este sentimiento que regreso a Brasil”, manifestó.
Entre los pactos firmados por ambos Mandatarios se destaca la ampliación del Acuerdo de Complementación Económica, con el que pretenden ampliar de 800 a más de 6 mil el rango de productos con beneficios arancelarios.
También signaron un acuerdo de cooperación y facilitación de inversiones, el primero que Brasil firma con un país de la región.

Debe hacerse una alianza sin fronteras entre ambos países: Miguel Barbosa

Por el papel que representan en América Latina, México y Brasil deben ser aliados y no desgastarse en fronteras artificiales, sostuvo ayer el presidente del Congreso Miguel Barbosa.
“Nuestros países son los motores económicos de Latinoamérica, porque unidos representamos más de dos terceras partes de las 500 empresas más importantes de esta parte del Continente. Nuestros países deben hacer a un lado las rivalidades regionales”, señaló ante la presidenta Dilma Rousseff, quien fue recibida en sesión solemne.
“No debemos desgastarnos en construir fronteras artificiales en materia económica o comercial. México y Brasil deben ser aliados”, destacó el legislador.
La solemnidad de la sesión se rompió por unos minutos cuando Barbosa hizo referencia a lo ocurrido en el último campeonato mundial de futbol.
Después de afirmar que la derrota de la selección brasileña fue asumida por los mexicanos como propia, el coordinador del PRD volvió a lanzar el ya famoso reproche contra la selección de Holanda.
“En el pasado Mundial, realizado en Brasil, sentimos su derrota como propia. Tenemos la firme convicción de que la selección Brasileña volverá muy pronto a levantar la Copa del Mundo. Y al respecto, señoras y señores, en lo que corresponde a México y el fútbol: no fue penal”, soltó, provocando las risa de legisladores, de Rousseff y su comitiva.