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Adaptan a la política mexicana la obra El año de Ricardo que critica el poder absoluto

Critica a la clase política, a grupos sociales e intelectuales de la mano de María Aura, quien hace a un tipo siniestro en El año de Ricardo.
El texto escrito por Angélica Liddell, fue adaptado por Alonso Barrera y dio como resultado una puesta en la que se hacen alusiones locales, como el caso de la Guardería ABC o los muertos en Ayotzinapa.
“Es un monólogo muy político, que hace crítica a todos; nadie sale limpio, todo el mundo desde izquierdas, derechas, hombres, mujeres, intelectuales, católicos, ateos, a todo el mundo le pega”, dijo Aura en entrevista.
Basado en Ricardo III, de William Shakespeare, la puesta tiene una duración de 90 minutos, en los que verás hasta ocho cambios de vestuario,
“Se trata de un dictador universal, que envidia a su hermano, por eso lo mata, para quedarse como mandatario absoluto”, indicó la actriz.
En esta travesía, Catesby (Juan Velázquez) acompaña a Ricardo; se trata de una especie de mayordomo mudo que es testigo de las atrocidades del dictador.
“Catesby es muy grande y fuerte, mientras que Ricardo es chiquito y deforme, características con las que se hace este contraste que tiene el poder entre el fuerte y el débil”, consideró Aura.
Pocos son los elementos que se utilizan como parte de la escenografía: una silla, una mesa y un lugar donde recostarse.
“Es una puesta para adolescentes y adultos, que les provocará desde indignación por su temática agresiva, hasta una risa catártica”, añadió.
El año de Ricardo es una de las obras más aclamadas en España, donde ganó el Premio Valle-Inclán en 2008. (Clarisa Anell / Agencia Reforma / Ciudad de México).

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