En el penal del DF Nestora sigue aislada y le restringen visitas tras 27 días en huelga de hambre

En el penal de Tepepan en la Ciudad de México, Nestora sigue aislada y le restringen visitas; lleva 27 días en huelga de hambre

*No se han cumplido las medidas cautelares que otorgó la CIDH, denuncia su hija

Lourdes Chávez

Chilpancingo

La coordinadora de la Policía Comunitaria de Olinalá, Nestora Salgado García, que hoy cumple 27 días en huelga de hambre, sigue aislada en la torre médica del penal de Tepepan, en la Ciudad de México, “por un gobierno que pretende matarla en vida, al tenerla presa injustamente”, denunció su hija Saira Rodríguez.
En una llamada telefónica, señaló que su mamá envejeció 20 años en casi dos años de detención en el penal federal de máxima seguridad de Tepic, Nayarit, y desde el viernes en una prisión del Distrito Federal, mientras la autoridades se niegan a atender las medidas cautelares que otorgó en febrero la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) a favor de la luchadora social.
Aclaró que las garantías que emitió la CIDH, no sólo son por su integridad y su vida, sino por bienestar integral.
Denunció que en la prisión del Distrito Federal restringieron las visitas que, de acuerdo con la primera información que recibieron, era todos los días de 9 de la mañana a 4 de la tarde, de hasta cuatro personas a la vez. Sin embargo, ahora es de 11 de la mañana a 1 de la tarde, de una persona a la vez y no permitieron el paso de amistades, sólo de familiares.
Del aislamiento explicó que es igual o peor que en el penal de Tepic, porque Nestora en el hospital no tiene interacción con nadie cuando se queda sola. Está internada en un cuarto, al final de un pasillo de 11 metros de largo, calculó.
Lamentó que en este periodo de encierro, en espera de una sentencia que se alarga a propósito, Nestora se está perdiendo momentos importantes con sus hijos y nietos.
Sobre su salud, señaló que tiene fuertes dolores de estómago, sus movimientos son lentos, está deshidratada y afectada emocionalmente, “nosotros no exigimos otra cosa más que su libertad, es injusto que siendo inocente pierda dos años de vida que no va a poder recuperar, nada más porque al gobierno no se le da la gana avanzar su caso, no tiene porqué pasar este infierno”.
Subrayó que sigue sin comer, con presión alta, y los médicos no han dado a los familiares un reporte de su salud, alegando que es confidencial.
Reiteró que no pueden confiar en los médicos del penal, que deberían coordinarse con la defensa de la luchadora social, para el seguimiento de sus signos vitales, y que es parte de las medidas cautelares de la CIDH que no se han cumplido.
“Mi madre ha envejecido 20 años. El gobierno mexicano está acabando con ella, la está matando en vida, al tenerla presa injustamente”, declaró.