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Impiden con gases policías y militares el paso de activistas de Ayotzinapa a la capital

*Arremeten mil uniformados contra un contingente de 500 estudiantes en el que iban padres de los normalistas desaparecidos. Intercambian golpes y pedradas durante media hora en la carretera a Chilpancingo, cerca de Tierras Prietas. Se reportan 10 policías y dos alumnos lesionados. Atacan agentes estatales un camión que transportaba a turistas que entran en pánico. Se enteraron los estudiantes de que el gobernador Rogelio Ortega ordenó que los padres y normalistas sean encapsulados en Tixtla hasta las elecciones, para que no tomen las instalaciones electorales en la capital

Zacarías Cervantes

Chilpancingo

Policías estales, federales y militares impidieron el paso a Chilpancingo de los padres de los 43 desaparecidos, estudiantes de Ayotzinapa y de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM), en el libramiento de cuota de Tixtla, en el túnel ubicado a unos 5 kilómetros del entronque de Tierra Prietas, y después los desalojaron de la vía con gases y pedradas.
Los estudiantes arrojaron piedras en su intento por romper el cerco y pasar a la capital.
El resultado del choque entre ambas partes, que duró aproximadamente media hora fue de al menos dos estudiantes lesionados, y según reportes oficiales 10 policías estatales y federales sufrieron lesiones.
Los padres de los estudiantes desaparecidos, estudiantes de la Normal de Ayotzinapa e integrantes de la FECSM, que llegaron el domingo para respaldar las acciones del boicot electoral y exigir la presentación con vida de los 43 normalistas desaparecidos, se trasladaban a las 11:30 de la mañana a Chilpancingo, en donde tenían programada una manifestación pública.
Antes del enfrentamiento los policías estatales arremetieron contra un camión de pasajeros que transportaba turistas y que circulaba adelante del convoy en el que iban los padres, estudiantes de Ayotzinapa y de la FECSM.
En el camión iban niños y mujeres, varios entraron en pánico y los menores de edad rompieron en llanto cuando vieron la agresividad de los uniformados.
Posteriormente cuando los agentes se dieron cuenta de su error permitieron que la unidad siguiera su camino.
Mientras tanto el convoy de siete camiones y unas cinco camionetas en donde se trasladaban los padres y los estudiantes, se detuvo a la entrada del túnel en el sentido de Tixtla a Chilpancingo, cuando vieron que en el otro extremo el paso estaba bloqueado por policías estatales antimotines.
De las 11:30 a las 12 del día no hubo interlocución. El ambiente era tenso debido a que los policías provocaban a los activistas, con sus escudos golpeaban el pavimento y el sonido se reproducía con el eco de las paredes del túnel.
Cada vez que los estudiantes hacían el intento de replegarse los agentes se reían y gritaban burlonamente, mientras volvían a golpear sus escudos contra el pavimento.
Los jóvenes eran contenidos por los padres de familia para evitar un enfrentamiento con los policías, les decían que hacerlo sería caer en su provocación y en la trampa de los uniformados, porque el gas lacrimógeno y el gas pimienta al interior del túnel sería fatal.
Poco antes de las 12 del día llegaron unos 300 policías federales, y fue cuando comenzó el diálogo.
El oficial de la Policía Federal que se presentó como Eduardo y el mando de la Policía Estatal, Alberto Gómez, se trasladaron al otro extremo en donde se encontraban los padres de familia.
El mando federal dijo a los padres que acudían para evitar que hubiera violencia, y luego de reclamos de los padres por imdirles el libre tránsito y pretender coartarles su libertad de expresión, convinieron en que podían pasar y el oficial les pidió 10 minutos para que la Policía Federal y la estatal se replegaran.
Transcurridos los 10 minutos, el contingente de policías estatales que estaba al frente mantuvo el bloqueo a la carretera, y uno de sus mandos que ya no era Alberto Gómez mandó a decir a los padres que pasarían, pero que los camiones y todos los ocupantes serían revisados para evitar que pasaran explosivos, además los condicionó a que no pasaran cubiertos del rostro.
Los padres y los estudiantes se negaron y fue cuando los estudiantes intentaron romper el cerco lanzando piedras, mientras que los policías estatales y federales respondieron arrojando gases lacrimógenos y gas pimienta, entre detonaciones que hacían retumbar el túnel.
Desde el otro extremo los estudiantes arreciaron el ataque a pedradas.
La batalla se amplió, incluso a la parte superior del túnel en donde los estudiantes frenaron a pedradas el avance de unos 30 policías estatales que pretendían sorprenderlos por arriba.
Cuando los estudiantes se vieron superados en número y equipamiento se apoderaron de un camión de carga de la empresa Carza, Tiendas Súper Precio; primero intentaron atravesar la unidad para tapar el túnel, luego amenazaron con aventarlo a empujones hacia el bloqueo policiaco. No ocurrió ni una ni otra cosa pero la refriega continuó.
Provocan tos y vómito los gases a los manifestantes

A las 12:40 apareció del lado de los estudiantes el primer herido, era un joven al que le impactó en la cabeza un proyectil que contenía gas pimienta. Sangraba abundantemente y fue trasladado a Tixtla para su atención médica. Otro joven apareció después con un hematoma en la cabeza.
Casi 20 minutos de transcurrida la refriega una esperanza alentó a los estudiantes, alguien gritó: “se les acabaron los gases, vamos sobre ellos. En tropel avanzaron hacia el túnel pero cuando apenas entraban amenazadoramente hacia los policías, reiniciaron las detonaciones y el humo oscureció la entrada del socavón. Los jóvenes regresaron tosiendo y vomitando.
Había transcurrido aproximadamente media hora del encontronazo cuando de la parte superior del túnel bajaron corriendo decenas de estudiantes, “llegaron los marinos”, gritaron y todos corrieron hacia los camiones ya enfilados en dirección a Tixtla.
Posteriormente se supo que quienes llegaron en realidad fueron soldados de la Policía Militar con equipo antimotines, que junto con los policías estatales y federales sumaban ya unos mil, el doble de los estudiantes que les hacían frente.
Tres de los estudiantes no alcanzaron a abordar sus camiones y subieron al coche de los periodistas. Agitados contaron que el gobernador Rogelio Ortega ha dado la orden de que los padres y estudiantes sean encapsulados en Tixtla hasta el domingo, día de las elecciones, y que por ningún motivo deben llegar a Chilpancingo, porque teme que tomen las instalaciones electorales en la capital.
Daniel, uno de los tres, alcanzó a subirse en el lugar del copiloto. Sus ojos vidriosos dejaron escurrir algunas lágrimas que ya no eran producidas por el gas pimienta, el aire fresco de la tarde lo había disipado, además, había varios kilómetros de distancia de donde ocurrió la gresca.
La mueca de Daniel era de rabia, de indignación, de impotencia. Se justificó hablando volteado hacia los cerros: “siento que me arde la cara y no es por el gas pimienta”, dijo tal vez avergonzado por no haber podido romper el cerco policiaco.
Fuentes oficiales informaron en la tarde que en la confrontación hubo 10 policías estatales y federales lesionados, aunque los reporteros que cubrieron la refriega constataron solamente tres.

Bloquean nuevamente en Tixtla

Tras el desalojo en Tierras Prietas, los padres de los 43 estudiantes desaparecidos y los normalistas de Ayotzinapa se trasladaron a las instalaciones de esa Normal, en donde se reunirían para tomar acuerdos respecto a las próximas acciones.
Mientras tanto, unos 200 integrantes de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG) de Tixtla y de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias-Policía Comunitaria (CRAC-PC) del barrio El Fortín, bloquearon por segundo día consecutivo la carretera Chilpancingo-Chilapa, afuera del acceso a la Normal de Ayotzinapa.
La protesta que comenzó a las 10:00 de la mañana y terminó a las 3:00 de la tarde forma parte de las acciones acordadas por el Movimiento Popular de Tixtla en apoyo a los padres de los 43 estudiantes detenidos-desaparecidos, y por el boicot a las elecciones del domingo.
El maestro Jorge García que es parte del movimiento, informó que las acciones van a continuar, y que ayer en la tarde se reunirían para acordar las acciones desde hoy hasta el domingo, para impedir que se realicen las elecciones en este municipio, por lo pronto reiteró que la intención es que no entre la paquetería electoral y que no se instalen las casillas el domingo.
Durante el bloqueo, los manifestantes retiraron propaganda electoral de las unidades del servicio público y de vehículos particulares, misma que incineraron en medio de la carretera.
Desde la mañana y hasta la tarde, policías estatales y ministeriales con armas largas de fuego mantenían un retén en la carretera Tixtla-Chilpancingo, cerca del puente El Molino.
Allí revisaban todos los vehículos, sobre todo del servicio público, bajaban a los jóvenes a quienes les revisaban sus mochilas y les pedían sus identificaciones.

No se escatimó en el envío de la fuerza pública

Para la confrontación contra estudiantes y padres de la Normal de Ayotzinapa en la carretera de cuota Tierras Prietas-Tixtla, no se escatimó en el envío de la fuerza pública.
Cuando los estudiantes ya se habían retirado llegaron dos camiones más con policías federales antimotines.
En la carretera ya se contaban nueve camiones del servicio público que sirvieron para el traslado de policías antimotines, una decena de camiones de soldados, además de camionetas de militares y patrullas de las policías estatal, federal y Ministerial.
Desde la glorieta para acceder a la carretera de cuota, al norte de Chilpancingo, policías federales cerraron el paso vehicular y decían que había “disturbios entre policías y ayotzinapos”, para referirse a los estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa y a los padres de los 43 alumnos detenidos desaparecidos el 26 de septiembre en Iguala.
En el primero kilómetro de la carretera, los soldados quisieron cerrar el paso también a reporteros “por órdenes superiores”. (Lourdes Chávez / Tixtla).

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