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Carlos Pérez Aguirre

Elecciones en conflicto

 

Domingo siete, como si la fecha fuera premonición o tal vez burla anticipada para los ciudadanos, como anuncio de que, nuevamente en el proceso electoral, los elegidos “saldrán con su domingo siete”, como reza el dicho popular que dice de aquellos de los que se esperan resultados, pero los incumplen y defraudan.
Paralelismo y paradoja aparte, lo cierto es que el día de mañana se escenificará un nuevo capítulo de la sobresaltada historia política de nuestra entidad porque, independientemente de quien sea el triunfador real o aparente en este proceso –mañas, acarreos, desaseos y fraudes de por medio–, los ciudadanos que salgan a ejercer el voto lo harán por candidatos cuestionados, corruptos, desconocidos o, de plano, ineptos.
En artículos anteriores, comentamos las deficiencias de los candidatos; recordemos en un apretado ejercicio, sobre sus “aptitudes” de los que corresponden a la gubernatura: Héctor Astudillo del PRI-Verde, un candidato que ha tenido entre su currículo político haber sido dos veces presidente municipal de Chilpancingo, y veamos cómo está la capital del estado, en un completo desastre, colapsada, anárquica y con una delincuencia boyante. Entre sus cercanos están Manuel Añorve (que se dice secretario de Finanzas), René Juárez (secretario de Gobierno) y Jorge Salgado P. (secretario de la Contraloría), entre muchos otros de igual catadura que son muestra de la amplia corrupción que le espera a la entidad de arribar al poder.
Beatriz Mujica, del PRD-PT, una candidata nacida de las componendas entre Los Chuchos y Ángel Aguirre, con una gris y cuestionada actuación en la Secretaria de Desarrollo Social, quien de ganar será rehén de estos dos capos.
Jorge Camacho del PAN, un incoloro comentarista deportivo –Patiño del payaso Brozo, antes de ser invitado a colaborar en el gobierno estatal, por otro payaso tenebroso llamado Zeferino–.
Luis Walton, por Movimiento Ciudadano, había sido un confiable dirigente apegado a las causas democráticas; sin embargo, lo acompaña ahora en su aventura un nutrido grupo de personajes sumamente cuestionados, y de probadas mañas y bajezas, lo cual lo descalifica y contradice sus planteamientos.
Marcial Rodríguez, por el partido Morena, es un académico meritorio y opción real de capacidad para gobernar, sin embargo fue descalificado por el órgano electoral. Las demás nomenclaturas partidistas, o bien se han sumado o no tienen posibilidades de por lo menos obtener algún porcentaje importante de votación. Así, de no anularse la elección por la legítima inconformidad de la ciudadanía que a través de algunas organizaciones sociales pretende evitar la cuestionada elección, alguno de estos personajes saldrá en el “domingo siete”, como gobernante.
Pero la contienda observa varios conflictos: 1. la inconformidad de la población porque los asesinatos de Iguala de estudiantes normalistas no están aclarados, sólo se dieron salidas que pretenden exonerar a los responsables y que la CIDH ya ha cuestionado. Los niveles de gobierno federal y estatal no han actuado con responsabilidad en la investigación, y mucho menos hecho justicia. Ello genera un malestar que, si bien en estos momentos está focalizado en algunos grupos, es compartido por una sociedad agredida pero vigilante.
2. La delincuencia creciente que asecha a la población y que actúa, según parece, en contubernio y con la plena complicidad gubernamental. Se señalan diversos candidatos con posibles nexos e integración con grupos delincuenciales, ello pone en grave riesgo a la población, puesto que la convierte en rehén y nos pone en completa indefensión frente al asesinato, el robo, el secuestro, la extorsión, etcétera. Por que si los grupos de delincuentes financian o acuerdan con los candidatos, ya sea por presión o con autorización de los grupos políticos, ¿cómo podrán, en funciones esas autoridades proteger a los ciudadanos en contra de ellos?
3. Una corrupción sin límite, porque la clase política ve a la administración publica, no como un servicio a la sociedad, sino como un botín para servirse. La mejor muestra de ello la observamos en que éstos incorporaron entre sus candidatos a familiares, esposas, amantes o serviles desconocidos.
Por todo ello, reflexiona tu voto y ejércelo sabiendo que en ello puede ir tu vida, tu familia y tus hijos van de por medio. Titishando. Por un error, en la entrega pasada menciono que el candidato a la alcaldía de la ciudad de Chilpancingo por el partido Morena era Amilcar Sandoval (candidato a gobernador por este partido), cuando es Ignacio Vázquez Memije, un profesionista, dedicado y honesto a quien, espero la ciudadanía le otorgue el voto. Dentro de la sordidez en que hoy están ahogados la mayoría de los partidos, Morena nos presenta una serie de candidatos congruentes, honestos y dignos de recibir nuestro voto. En este caso está también Rafael Beltrán candidato a diputado federal por Movimiento Ciudadano.

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