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Gasean policías a maestros que queman propaganda política en el centro de la capital

Afectan los gases a comerciantes y transeúntes, entre ellos a niños. Los uniformados amenazan y jalonean a dos jóvenes que vendían cinturones, porque los confunden con estudiantes de Ayotzinapa. Unos 150 agentes estatales repliegan a los manifestantes que están en contra de las elecciones

 

Luis Blancas

Chilpancingo

Policías estatales antimotines lanzaron gases lacrimógenos a maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG) e integrantes del Movimiento Popular Guerrerense (MPG), que quemaron propaganda política en el centro de esta ciudad.
A las 3:30 de la tarde unos 150 agentes llegaron en dos camiones, un autobús y nueve patrullas de la corporación estatal por la avenida Juan Álvarez y caminaron a unos metros del Zócalo de la ciudad, donde dispararon gases lacrimógenos en contra de los manifestantes, comerciantes  y otros ciudadanos que se encontraban en el lugar, entre ellos algunos niños.
Antes de la represión, a las 11 de la mañana maestros de la CETEG que encabeza Antonia Morales Vélez e integrantes del MPG bloquearon más de 4 horas  las avenidas Juan Álvarez, Ignacio Ramírez y la calle Cristóbal Colón en el centro de Chilpancingo, como parte de la jornada de lucha del boicot a las elecciones del domingo, y la presentación con vida de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos en Iguala.
En la avenida Ignacio Ramírez colocaron una camioneta blanca que impedía el paso a los automovilistas y provocó caos vial.
A las 2:50 de la tarde, los manifestantes quemaron propaganda como folletos, calcomanías y volantes de diversos partidos, principalmente del PAN, en la avenida Álvarez en la entrada del paso a desnivel a unos metros del Zócalo.
Después de 40 minutos llegaron unos 200 policías antimotines estatales a bordo de dos camiones, un autobús y nueve patrullas y en la calle Cristóbal Colón dispararon gases  lacrimógenos en contra de los manifestantes, pero los comerciantes y otros ciudadanos fueron afectados por los químicos.
Los manifestantes huyeron hacia el plantón instalado en la plaza Primer Congreso de Anáhuac, en el centro de la ciudad.
Encabezó la represión en contra de los manifestantes el ex coordinador regional de la Policía Estatal en Acapulco, Tomás Hernández Martínez, a quien cambiaron a Chilpancingo luego de quejas de abuso de autoridad de policías estatales que tenía a su mando, cuando éstos se negaron a desalojar con violencia a trabajadores del Poder Judicial que mantenían un paro laboral en Acapulco.
Los gases lacrimógenos afectaron a transeúntes y comerciantes que se encontraban en el primer cuadro de la ciudad, y los locales aledaños fueron cerrados.
Una mujer que caminaba con su hija se quejó porque la niña fue alcanzada por el gas, y le gritó a los policías, “malditos perros, muy valientes, así fueron con los delincuentes, mierdas”, mientras se limpiaba el rostro y cubría el de su hija.
Una comerciante denunció que en el desalojo había mujeres y niños que fueron alcanzados por el gas lacrimógeno, “se escuchaban gritos y corrieron para huir del gas”.
Dijo que fue amenazada por los policías estatales de que la iban a detener “por insultarlos porque utilizan gases lacrimógenos en un espacio público, pero me dijeron que si no me callaba me iban a llevar”.
Durante la represión dos jóvenes vendedores de calcetines y cinturones en el paso a desnivel fueron retenidos y jaloneados por los policías antimotines, porque los confundieron con normalistas, pero minutos  más tarde fueron liberados.
Tras el repliegue de los manifestantes, los antimotines se colocaron en valla en la avenida  Álvarez y la calle Cristóbal Colón, para evitar que los maestros regresaran a bloquear la vialidad.
Los manifestantes se quejaron porque los policías dispararon los gases lacrimógenos directamente a su cuerpo, dos de ellos tenían golpes de las granadas.
Los gases causan un intenso lagrimeo e irritación de la piel.
A las 4:40 de la tarde los policías antimotines se retiraron del lugar.
El secretario de organización de la región Centro de la CETEG, Arturo Manuel Moctezuma Gatica dijo que las movilizaciones son parte de una actividad nacional para que las elecciones no se celebren, y en demanda de la presentación con vida de los 43 normalistas.
Dijo que no participaron en el ataque a las oficinas del PAN, a donde fue arrojado un artefacto explosivo la madrugada de ayer.
Moctezuma Gatica se quejó de las acciones de represión de las policías estatal y federal en contra de los cetegistas.
El jueves, la CETEG del grupo que encabeza la representante de la región Centro, Antonia Morales Vélez, y padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos realizaron un mitin en la Secretaría de Finanzas, en el centro de la capital, unos 40 policías antimotines estatales llegaron a replegarlos de manera violenta en la calle 16 de Septiembre.

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