Justicia belga investiga presunta colaboración alemana con la agencia de espionaje de EU

DPA

Bruselas

La justicia belga anunció ayer la apertura de una investigación para determinar el alcance de la presunta colaboración del servicio secreto alemán BND con la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de Estados Unidos y quién podría haber sido blanco de espionaje en Bélgica.
“En primer término se comprobará si esas informaciones son creíbles”, señaló Jean-Pascal Thoreau, portavoz de la fiscalía federal belga.
Thoreau hacía referencia así a las informaciones de un reporte de parlamentarios según el cual el BND “pinchó” líneas de tráfico de datos belgas y holandesas a través de un nudo de comunicaciones en Fráncfort y pasó a la NSA datos según una lista presentada por los estadunidenses.
El ministro de Justicia belga, Koen Geens, ya había anunciado hace unas semanas una investigación para aclarar si y hasta qué punto los objetivos belgas fueron espiados. Si se confirma la denuncia podría presentarse una demanda por espionaje ilegal, indicó Thoreau.
El servicio alemán de inteligencia BND vigila desde su estación de Bad Aibling, en el sur del país, las comunicaciones satelitales de regiones en crisis como Afganistán y Somalia y comparte los resultados de las pesquisas con los estadunidenses.
Éstos, a su vez, les pasan desde 2005 una lista con términos de búsqueda como números de teléfonos móviles o direcciones de correo electrónico.
Sin embargo, los norteamericanos también aprovecharon esta cooperación para hacerse al parecer con datos de objetivos europeos como empresas de fabricación de armas, aviones o tecnológicas.