Militares, gendarmes, policías federales y estatales recorren calles y vigilan casillas en Chilpancingo

Nota de la Redacción

En la edición del lunes 8, en la nota de la página 15: “Matan a un activista del MPG en Tlapa cuando policías y militares rescataron a 30 federales retenidos por vecinos”, se publicó que nueve activistas y maestros fueron detenidos en la tarde por policías federales y liberados la madrugada del lunes.  Es incorrecto el número de detenidos, en realidad fueron ocho, y por error se incluyó un nombre que no corresponde a esa lista.
El mismo día, por error de la edición, no se publicaron dos notas sobre el despliegue policiaco en Chilpancingo el día de las elecciones y el intento de maestros de boicotear unas casillas del centro de la capital, pero se desistieron ante la llegada de policías estatales. Se incluyen esas notas en la edición de hoy, y ofrecemos disculpas.

Militares, gendarmes, policías federales y estatales recorren calles y vigilan casillas en Chilpancingo

*Sobrevuela un helicóptero policiaco la ciudad capital. No se vio la acción de las organizaciones que anunciaron el boicot a los comicios. Hubo poca concurrencia a las casillas el domingo

Zacarías Cervantes

Chilpancingo

En Chilpancingo, la tensión que se vivió en las horas previas de la jornada electoral de este domingo, por los rumores de violencia que se difundieron a través de las redes sociales, se disiparon en las primeras horas de la mañana, cuando los ciudadanos salieron de sus casas de manera normal: al mercado, a sus templos, a caminar por los parques, aunque muy pocos se encaminaron a las urnas.
Las prisas, el nerviosismo y la tensión eran evidentes sólo en los reporteros, así como en los militares, gendarmes, policías federales y en los elementos de la fuerza estatal, quienes realizaban recorridos por las calles y vigilaban las casillas. También un helicóptero sobrevolaba la ciudad.
Sin embargo, a medida que pasaron las horas, la inquietud fue bajando de nivel.
Los llamados al boicot electoral de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG) y de las organizaciones que integran la Asamblea Nacional Popular no tuvieron los resultados anunciados.
“Esta elección no concuerda con lo que esperábamos, sobre todo porque no vemos ese desajuste social entre los que se oponían a la elección y los que están viniendo a votar”, dijo al mediodía el veterano luchador social, Pablo Sandoval Cruz, consultado cuando acudió a emitir su voto en la casilla 12, que se instaló en la colonia Azteca, frente a la tienda Aurrerá norte.
Dijo que lo que observó, cuando menos en esta casilla, fue un ánimo de tranquilidad “y eso es bueno, porque augura que los resultados serán más efectivos y en ese sentido yo me siento tranquilo, pues la elección va saliendo bien, salvo algunos focos rojos que ya estaban ubicados, como Tixtla, Tlapa y Chilapa, que es donde se han cometido más injusticias”, explicó el ahora militante de Morena, abuelo del candidato a gobernador por ese partido, Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros.
Primero, el gobierno de Rogelio Ortega desarmó el movimiento mediante la división de la CETEG: por un lado el dirigente Ramos Reyes Guerrero, que representa a 3 de 8 regiones, y por el otro a los disidentes encabezados por Antonia Morales Vélez, que representan a cinco regiones; después, entabló la  negociación con los dirigentes de ambas fracciones, lo que tuvo sus resultados todavía durante la madrugada de este domingo, cuando a la 1:30 integrantes del Movimiento Popular Guerrerense (MPG), conformado mayoritariamente por maestros de la CETEG del grupo que encabeza Morales Vélez, le entregaron el Ayuntamiento, que mantenían tomado desde el 8 de octubre, en demanda de la presentación con vida de los 43 normalistas desaparecidos la noche del 26 y madrugada del 27 de septiembre, por policías de Iguala y Cocula.
Este grupo de la CETEG, al igual que la Coordinadora Estatal de Transportistas Independientes de Guerrero (CETIG), que encabeza Juan Mendoza Tapia, y el Frente de Defensa Popular (FDP) que dirige Efraín Torres Fierro, eran considerados como los más “radicales” dentro del MPG y de la ANP, pero, doblegados, dejaban el camino libre a la vía electoral.
Aún así, a las 8 de la mañana se generó una movilización de periodistas y elementos de la Fuerza Estatal en el Zócalo de la ciudad, pues corrió el rumor de un enfrentamiento, cuando, supuestamente, integrantes de la CETEG pretendían impedir la instalación de las casillas 02 y 01 que en cada elección se ubica en la calle Zapata, atrás del Tribunal Superior de Justicia.
Pronto se disiparon las dudas, realmente un reducido grupo de maestros disidentes, sólo pidió a los funcionarios de casilla y representantes partidistas que se ubicaran fuera de la plaza Primer Congreso de Anáhuac, quienes así lo hicieron, se replegaron sobre la misma calle pero fuera del Zócalo.
Pero para entonces, ya habían llegado en cuestión de minutos unos 30 elementos de la Fuerza Estatal, con equipo antimotines y unos 12 de ellos bloquearon la calle, a unos 50 metros de donde se encuentra el plantón de los cetegistas, como para impedir que éstos llegaran al lugar donde ya se estaba instalando la casilla. Otros uniformados se ubicaron sin bloquear la vía, en la calle Madero. Hasta allí el incidente.
La pasividad durante la jornada electoral por parte de los integrantes del movimiento social que, insistentemente, durante los últimos meses amenazaron con boicotear la elección, contrastó aquí con la espectacular movilización de militares, gendarmes, policías federales y fuerza estatal, que durante todo el día realizaron recorridos por toda la ciudad. Incluso, un helicóptero de la Policía Federal sobrevoló la ciudad.
En la casilla número 12, que se ubicó en la colonia Azteca, a unos 300 metros de la casa del alcalde Mario Moreno Arcos, los gendarmes de plano se instalaron en la entrada de la cancha techada, sin explicación alguna. Los mismos efectivos, hubo un momento en que entraron portando sus armas largas y se pasearon en medio de las urnas, en busca de quien les informara la ubicación de otras casillas, para que realizaran un recorrido.
Al respecto, el luchador social Sandoval Cruz declaró que esta medida policiaca “en cierta medida” inhibe a los votantes, más que el llamado a no votar del movimiento que reclama la presentación con vida de los 43 estudiantes desaparecidos.
“Con esta presencia policiaca no todos se convencen de que haya realmente tranquilidad y provoca temor a mucha gente, pero realmente si se asoman para acá, se van a dar cuenta que no es cierto, que estamos bien”.
En esta casilla, que fue la más vigilada, acudieron a votar los ciudadanos de las colonias ubicadas al noroeste de la capital, las más numerosas son las del PRD, Amelitos, Omiltemi, Corregidora, Ampliación Leyes de Reforma, Sección Séptima, Villa Laurel, El Salado y la Azteca, en donde se instaló la casilla.
También en la casilla especial, que se ubicó en la Alameda, militares llegaron injustificadamente hasta en donde los ciudadanos estaban votando, y cuando un reportero tomó la fotografía de su presencia, lo obligaron a borrar la toma de la memoria de su cámara, con el argumento de que “nos vas a afectar, porque no podemos estar cerca de las casillas”. Después se retiraron.
Sería por la presencia militar y policiaca, por el partido de futbol México-Brasil o porque caló el llamado a no votar por parte del movimiento que reclama la presentación con vida de los 43 estudiantes, pero la escasa presencia ciudadana en las urnas fue otro de los elementos que marcó esta elección.
Los votantes se observaron haciendo colas por momentos breves sólo en las casillas del centro de la ciudad, o donde se ubicaron las casillas especiales, una de ellas fue la que se instaló en el estacionamiento de la tienda de autoservicio Soriana, al sur de la ciudad, en donde antes del mediodía se vieron colas de hasta unos 50 metros.
Sin embargo, hubo otras en las que por temor al movimiento que llamó al boicot electoral, se ubicaron en lugares cerrados y la mayor parte del día estuvieron vacías, tal fue el caso de la casilla que se instaló dentro de la cancha techada de la primaria Fray Bartolomé de las Casas, del Barrio de San Antonio.
En Chilpancingo, la jornada se vivió tranquila. No se vio la actuación de quienes insistentemente hablaron del boicot electoral y de que impedirían la instalación de las urnas en apoyo a los padres que reclaman la presentación de los 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa.