Hallan vivo en Iguala a un policía municipal de Ocoyoacac, Estado de México, levantado hace 10 días

Alejandro Guerrero

Iguala
Un policía municipal de Ocoyoacac, Estado de México, fue hallado la madrugada de ayer vivo, pero atado de pies y manos, y con huellas de tortura, en la colonia Villa de Guadalupe, al poniente de esta ciudad, que llevaba 10 días privado de la libertad, reportaron fuentes policiacas.
A las 3 de la mañana de ayer, un taxista reportó al número de emergencias 066 el hallazgo de un hombre tirado en la avenida principal de la colonia Villa de Guadalupe, al poniente de Iguala, que al parecer había sido dado por muerto.
La colonia Villa de Guadalupe es el acceso a los parajes Las Parotas, La Laguna, La Joya, El Maizal y Monte Hored, donde entre 2014 y lo que va de 2015 la Fiscalía del estado y la PGR han exhumado más de 160 cuerpos de fosas clandestinas.
Luego del reporte ciudadano, la Policía Federal de la división de Gendarmería, militares y la Policía Estatal llegaron al lugar para asegurar y acordonar la zona.
El hombre tirado en el piso tenía uniforme azul de policía municipal, tenía sangre en la cara y en el cuerpo, también tenía las manos y los pies atados, y en el cuello tenía una cuerda enredada.
Al revisarlo, verificaron que aún tenía signos vitales por lo que fue requerida una ambulancia para su atención, que lo traslado al hospital general de Iguala.
Las fuentes oficiales informaron que después de varias horas, el hombre recuperó el conocimiento y se identificó como policía municipal de Ocoyoacac, Estado de México, de nombre Juan Carlos Noyola Procopio, de 25 años, vecino de Santiago Tilapa, municipio de Santiago Tianguistenco, estado de México.
Informó que desde hace 10 días había sido privado de su libertad por un grupo armado que lo levantó, sin precisar el lugar, después de que emprendió por su propio medio la búsqueda de su esposa que también fue levantada, el 24 de mayo de este año en el Estado de México.
Según informó a las autoridades, los delincuentes lo querían obligar a que trabajara para ellos, pero al resistirse fue torturado durante los últimos diez días, dándole sólo agua, y alimentos en tres ocasiones.
Dijo que los delincuentes le dieron a conocer la probabilidad de que su esposa ya había sido asesinada.
Narró que la madrugada de ayer lo subieron a un carro y los delincuentes condujeron por varios minutos el vehículo, después lo bajaron atado de los pies y manos, le ataron una cuerda al cuello y lo colgaron de un árbol, lugar donde lo dejaron cuando, al parecer, lo dieron por muerto.
Señaló que después de que los delincuentes huyeron, la cuerda se rompió y cayó al suelo, ya inconsciente, hasta que despertó en el hospital.
El policía se encuentra resguardado por efectivos de las diferentes corporaciones policiacas en el Hospital General de Iguala, esperando a que lo den de alta para trasladarlo a su lugar de origen.