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Permiten autoridades a la empresa ICA continuar con la obra del Macrotúnel

*Sin embargo, en lugar de asegurar un talud cerca de las casas afectadas como pedían los vecinos, volvió a utilizar la perforadora que se retiró por orden del Ministerio Público y que causaba daños a las casas cercanas

Mariana Labastida

La empresa ICA que lleva a cabo la obra del Macrotúnel consiguió que autoridades dejaran sin efectos la suspensión para trabajar en los terrenos aledaños a tres viviendas afectadas, con el argumento que se requería asegurar el talud para evitar deslaves por las lluvias, pero en lugar de trabajar en reforzar el talud, volvieron a subir la perforadora que se retiró por orden del Ministerio Público.
Los vecinos demandaron a las autoridades que les pongan atención, que nunca se han acercado a ellos a negociar y siguen apareciendo afectaciones en sus viviendas. Otros se quejan del ruido que no cesa, que no hay horarios para los trabajos y que la obra está afectando el suministro de agua potable desde hace dos meses.
En enero, colonos de Joyas de Brisamar obtuvieron un amparo para que se detuvieran los trabajos en el terreno contiguo a sus viviendas, que es el acceso al Macrotúnel. En febrero, las autoridades detuvieron los trabajos, luego de una manifestación de vecinos para el retiro de una perforadora que estaba trabajando junto al conjunto de viviendas, y sólo se puso una cinta amarilla de precaución a 2 metros de las bardas de las casas, delimitando así el área donde no podían trabajar.
Sin embargo, ayer sábado por la mañana nuevamente la máquina perforadora empezó a trabajar a menos de 2 metros de la barda del presidente de la asociación de colonos del Fraccionamiento Joyas de Brisamar, Carlos Reyes Paris.
Una de las vecinas más afectada por la obra del Macrotúnel, Ana González Méndez, informó que según les dijo su abogado, la empresa ICA consiguió que les cancelarán la suspensión con el argumento de que necesitaban trabajar cerca de las casas para reforzar el talud de tierra y evitar que con las lluvias haya un deslave. En lugar de trabajar en el talud, la empresa subió nuevamente la perforadora para seguir con el trabajo que los vecinos detuvieron y no se vio a nadie trabajando reforzando la tierra para evitar que se deslave en caso de lluvias intensas.
Ana González expuso que desde que comenzó la obra no han parado las vibraciones en su casa, además de que ésto ha afectado las paredes y pisos que tienen fisuras, así como la alberca y notó que su vivienda tiene un inclinación hacia donde está la obra, que es donde han removido parte del cerro. La inclinación se puede ver en la alberca que al llenarse el agua se va hacia un lado, además de que por la fisura que tiene la rellenan cada dos días.
En un principio, los encargados de la obra se ofrecieron hacerse cargo de los daños, sin embargo hace cuatro meses que ya no han ido a ver los daños que siguen apareciendo. “Se han manejado con mentiras y engaños todo el tiempo, por eso nos preocupa, nos dijeron que no nos preocuparamos que las casas no serían afectadas pero no hay nada que proteja las casas”, expuso la vecina.
Agregó que les han llegado comentarios que ellos son los que no se quieren salir de sus viviendas, pero que nunca ha habido un acercamiento por parte de la empresa constructora para liquidarles la vivienda, bajo la cual, junto con otras dos se quiere poner pilotes para reforzar el puente que se está haciendo que será la salida principal del fraccionamiento.
En la misma calle donde se encuentra la casa de Ana, está la de Socorro M. de Gay, quien reprochó a las autoridades que lo que están haciendo con ellos es un crimen, porque “nos han quitado la tranquilidad”. Convocó a los funcionarios públicos, principalmente a los de Obras Públicas que vayan a vivir una semana a su casa para que sientan lo que ellos viven desde hace dos años.
“Nos han hecho mucho daño, es una cosa intolerable, no tienen horario para trabajar, día y noche se escucha el ruido, detonaciones, la constructora ha hecho lo que quiere, la ley es obsoleta y las autoridades no nos hacen caso, nunca nos quiso recibir el gobernador anterior, Ángel Aguirre”.
La casa de Socorro M. de Gay es la segunda de una serie que son las que más daños han registrado. El jueves pasado empleados de Protección Civil contabilizaron más de 100 fisuras en paredes, columnas, pisos y techos. Además de los daños a la alberca. La empresa constructora intentó en un principio reparar las fisuras, “pero cuando vimos las cochinadas que estaban haciendo los detuvimos” y es que los trabajadores rellenaron con silicón los espacios y los pintaron del color que quisieron, por lo que en la pared se puede ver donde fue que rezanaron.
José Antonio García de la Mora es otro de los afectados por la obra, dijo que ya se cansó de que los encargados de la obra no hagan caso, porque en repetidas ocasiones los ha buscado para que revisen su vivienda, eso es lo que pide, que un especialista dé un diagnóstico de las condiciones de su casa.
En enero fue la última vez que habló con alguien de la constructora, le dijeron que comprarían un líquido azul para detectar donde está la cuarteadura de la alberca, que empezó a trasminar el agua y ésta a provocar goteras en su garage. Los trabajadores de la obra fueron también con la intención de reparar las goteras, sin embargo, lo único que hicieron fue abrir hoyos en el techo para buscar los escurrimientos. El techo debajo de la alberca se ve húmedo y el área del pasto se ha empezado hundir.
“No es posible que no nos dejan descansar, no tenemos ni una gota de agua desde hace un mes y me dicen los de CAPAMA que es por la obra del túnel, a ellos no les importa que estemos dormidos, si hay gente enferma, ellos trabajan todo el tiempo y el ruido es intolerable, ya no aguanto”, reprochó la señora María Soledad Navarro.
Agregó que todos los vecinos del fraccionamiento se opusieron a la construcción pero a las autoridades no les importó. Pidió que por lo menos por las noches los dejen descansar, y que reparen la tubería para tener agua. En su casa no hay fisuras pero sospecha que su aljibe ya se dañó por las vibraciones de las perforaciones debido a que el agua que compra en pipa se acaba rápido sin que usen mucha.
“Nos quitaron la tranquilidad de la colonia, con el polvo no acabamos, he tenido agua cuatro días en dos meses, y no sabemos cuándo terminará esto”, reclamó Carmen Muñoz Pérez, su casa no tiene tampoco afectaciones visibles, sin embargo el ruido de las perforadoras llega directo a su vivienda en cualquier ubicación entre la avenida Escénica y el puente que se construye.
Los vecinos coincidieron en que lo que perdieron principalmente fue la tranquilidad, así como su patrimonio, porque algunos están seguros que los daños visibles son más graves en los cimientos, por lo que exigieron a las autoridades que oblique a la empresa a responderles y considerar lo que ellos opinan de la obra que creen que no ayudará en nada a Acapulco.

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