Jiménez Rumbo es un emisario del PRI para dividir al PRD, acusa Celestino Cesáreo

Rumbo es un emisario del PRI para dividir al PRD, acusa Celestino Cesáreo

*El Grupo Guerrero tomará las decisiones necesarias en torno a la postura de su dirigente, plantea el presidente estatal del PRD

Rosalba Ramírez García

Chilpancingo

El presidente estatal del PRD, Celestino Cesáreo Guzmán, afirmó que David Jiménez Rumbo es “un emisario” del PRI, quien pretende dividirlos respondiendo a los “intereses obscuros” que lo unen con el tricolor. Además de su “prisa por quedar bien” con  el gobernador electo Héctor As-tudillo Flores,.
Consultado vía telefónica el dirigente estatal lamentó que haya “perredistas o personajes a los que les urge quedar bien” con el priista Astudillo.
Se refirió sí en respuesta a las declaraciones de la víspera del dirigente de Grupo Guerrero (GG), David Jiménez, quien llamó a Astudillo “mi gobernador electo” y pidió a los líderes estatal y nacional del PRD, y a la ex candidata Beatriz Mojica Morga, a dejar de responsabilizar al PRI y a la delincuencia organizada de su derrota, y reconocer los errores que cometieron.
Cesáreo Guzmán afirmó que en el PRD hay dos visiones de los militantes, quienes le apuestan a “un partido sumiso y entregado al gobierno, y quienes le apostamos a ser una oposición real y permanente, encabezar los movimientos sociales y el contrapeso al gobierno en turno”.
Recordó que hubo militantes que no se metieron a la campaña, como el caso de Jiménez Rumbo, y ahora que ganó el PRI, buscan que el PRD sea un partido sometido al que gobierna.
“A esos personajes les va mejor cuando gana el PRI que cuando gana su partido, el PRD”, dijo que espera que esos personajes sean los menos posibles dentro del partido amarillo.
Pese a los malos resultados de la elección del 7 de junio, dijo que el mensaje de los militantes de izquierda fue claro, en el sentido de que hay una mayoría de guerrerenses que requiere partidos de “verdadera oposición”.
Afirmó que el perredismo no va a caer en la tentación “originada desde el centro del sistema priista, que busca que el PRD se divida”, dijo que ya están acostumbrados a que en respuesta a las críticas a Héctor Astudillo, el PRI “nos manda sus emisarios a abrir una brecha de división interna”.
Reiteró que el PRD será una oposición real “si eso no les gusta a quienes están entregados y a quienes no quieren abandonar la comodidad de sus relaciones obscuras con el PRI, lo lamentamos mucho”.
A pesar de que el GG es una de las corrientes más grandes dentro del PRD en Guerrero, y que Celestino Cesáreo pertenece a ese grupo, dijo que será la dirigencia estatal encabezará la oposición al gobierno priista que comenzará en octubre.
Se le preguntó acerca de lo dicho por Jiménez Rumbo, respecto a que parte de la derrota fue consecuencia del reparto de candidaturas que el PRD realiza “por cuotas de tribus”, que en muchas ocaciones impide que se postule a los mejores candidatos.
Celestino Cesáreo dijo que en el PRD realizarán una autocrítica “profunda, fuerte y de fondo” de la actuación de sus dirigentes en todos sus niveles y los métodos de selección de sus candidatos, en los próximos consejos estatales.
Pero advirtió que la autocrítica que realizarán no llegará al “servilismo de la voz que manda el sistema priista desde su interior, para dividir al PRD” que algunos dirigentes de corrientes plantean, en referencia a Jiménez Rumbo, quien también es diputado federal electo por la quinta circunscripción, en Michoacán.
Del control que David Jiménez dijo que recuperará de su corriente GG, dijo que “pronto vamos a platicar y sin pleitos tomaremos las decisiones necesarias, con David somos amigos, es mi compadre, pero más allá de los afectos personales, las decisiones políticas son muy claras y él ha tomado una ruta en la que no coincidimos”.
Dijo que contrario a lo afirmado por Jiménez Rumbo, respecto a que todos los perredistas sabían que el hermano del ex gobernador Ángel Aguirre Rivero, Carlos Mateo Aguirre, estaba saqueando el estado, el líder estatal del PRD afirmó que no conocía lo que pasaba en las finanzas del estado y que, sin embargo, fue una de las más fuertes críticas que recibieron en el proceso electoral.