Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Marcial Rodríguez Saldaña

Restablecer la normalidad educativa

El inicio y desarrollo del ciclo escolar en Guerrero 2011-2012, ha tenido oscilaciones novedosas, por un lado la entrega de útiles escolares y uniformes gratuitos para todos los niños de las escuelas primarias públicas como un programa comprometido en su campaña por el gobernador Ángel Aguirre, para fomentar la equidad social, y por otro la suspensión de labores en algunas zonas de Acapulco.
1.- La educación es la principal función del Estado; así ha ocurrido en las civilizaciones más antiguas como en Esparta y Atenas, luego con el surgimiento de las universidades en el Renacimiento y después con el establecimiento de sistemas educativos integrales en el Estado moderno, con una multitud de concepciones relativas a la mejor manera de educar y cultivar a cada sociedad.
2.- Bajo esta visión, el proceso educativo debe mantenerse como una prioridad pública. En el caso de Guerrero, durante septiembre y octubre se presentaron en algunas áreas de Acapulco hechos que nunca antes habían ocurrido, como la suspensión de labores en instituciones educativas públicas, bajo el argumento de amenazas a la integridad física de profesores, comisión de delitos en contra de docentes y ambiente de inseguridad.
3.- La manera de afrontar esta situación ha sido mantener un diálogo constante con todos los sectores docentes que han expuesto su preocupación por la inseguridad, de asumir un conjunto de compromisos por parte del gobierno –del más alto nivel con instituciones de seguridad federal, estatal y municipal– de tal manera que se tomen medidas preventivas para mantener condiciones de seguridad al sector educativo.
4.- Es evidente que ningún gobierno podría poner en riesgo a uno solo de sus educadores, mucho menos a los educandos, pero cuidando esta parte, con un plan de seguridad como el que se ha impulsado –Guerrero Seguro– que pone énfasis en la prevención de las maestras y maestros, el servicio educativo debe restablecerse como un deber moral y social de los docentes y del Estado.
5.- Existe en diversos sectores de la opinión pública la idea de que la educación en México y en Guerrero está sobrepolitizada, que sus bajos indicadores ahí encuentran su explicación ya que una parte muy importante del tiempo educativo se destina a asuntos de orden político laboral por parte de los docentes y agrupaciones sindicales y en caso de las autoridades a atender estos temas, en vez de destinar los esfuerzos a la organización, diseño, planeación, ejecución y evaluación de proyectos educativos estratégicos.
6.- El diálogo entre el gobierno estatal y las maestras y maestros de Guerrero debe mantenerse como una premisa de un gobierno democrático, deben seguirse tomando todas las acciones al alcance de la autoridad para prevenir cualquier signo de inseguridad, pero como una prioridad y compromiso social de ambos deben regularizarse las tareas educativas para asegurar que se cumpla a plenitud con el ciclo escolar en bien de la niñez y juventud de Guerrero.

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