Liberan al trabajador de la UAG; habría sido privado de su libertad por ministeriales

*Rechaza el fiscal Godínez que el empleado universitario hubiera sido detenido por policías y sostenía que había sido secuestrado. Revela el rector Saldaña que la causa de la detención habría sido un problema familiar y por la influencia de un funcionario de la Fiscalía

Jacob Morales y Argenis Salmerón

El asistente de Deportes en la Coordinación de la Zona Sur, de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), Miguel Ángel García Arellano, fue liberado el miércoles por la noche, después de estar privado de su libertad por dos horas, presuntamente por elementos de la Policía Ministerial.
De esa versión, el rector Javier Saldaña Almazán precisó que habría sido detenido por policías ministeriales, que actuaron con “excesos”, y no fue secuestrado, como se informó previamente la noche del miércoles.
No obstante, a las 6 de la tarde de este jueves, el fiscal general Miguel Ángel Godínez Muñoz, descartó que policías ministeriales lo hayan detenido, para cumplir presuntamente una orden de aprehensión, porque no hay una denuncia formal en la dependencia, y afirmó que el universitario –sin conocer que había sido liberado– estaba privado de su libertad.
De acuerdo con versiones cercanas, el trabajador fue privado de su libertad el miércoles por la tarde, por hombres desconocidos, que vestían playeras blancas, cuando salía de trabajar de la coordinación, en la avenida Niños Héroes de la colonia Progreso.
Luego, después de dos horas, al trabajador lo trasladaron a una camioneta blanca, donde los hombres vestían playeras con logotipos de la Policía Ministerial.
Al final, las personas liberaron al trabajador a las 8 de la noche del miércoles, en la avenida Cuauhtémoc, en el establecimiento de la Ford, frente al parte Papagayo, y al momento de soltarlo le dijeron: “Una confusión, perdone”.
El trabajador no fue golpeado, ni tampoco hablaron las personas desconocidas con él.
Por la tarde, el fiscal descartó que policías ministeriales hubieran detenido al trabajador universitario y explicó que el miércoles fue privado de libertad por un grupo armado, que lo sacó de la Coordinación Zona Sur.
“No tenemos ninguna orden de aprehensión en contra un maestro de la UAG, la versión que tenemos es que está privado de su libertad, nadie ha hablado para cobrar dinero o lucrar con su libertad, que sería el tipo penal de secuestro, ni tampoco hay denuncia”, recalcó.
Sin embargo, Godínez Muñoz indicó que la Fiscalía inició una averiguación previa, para investigar la desaparición del maestro de la UAG, aunque no haya una denuncia oficial de la privación de la libertad, pues se intervino por el conocimiento del hecho.

Recrimina el rector la actuación de los ministeriales

El rector de la UAG, Javier Saldaña, precisó que el trabajador de la Zona Sur fue detenido por policías ministeriales, que actuaron con “excesos”, y no secuestrado como lo informó el miércoles en la noche.
Esa la noche, el rector informó sobre el secuestro del trabajador, pero no quiso dar más datos a petición de los familiares, quienes hasta ese momento no sabían de su detención. Fuentes informaron que el hecho se dio alrededor de las 5 de la tarde, cuando García Arellano salió de las oficinas ubicadas en la colonia Progreso.
Esto, en el contexto de la información del jueves pasado, cuando un estudiante de la UAG y cuatro maestros de nivel básico fueron secuestrados en Las Vigas, San Marcos, y liberados el martes, luego del pago de un rescate.
En breves declaraciones por la tarde, en la Unidad Académica de Turismo, donde entregó equipamiento, el universitario indicó que la detención del trabajador fue por una denuncia de un familiar de un funcionario de la Fiscalía General del Estado, por lesiones. Sin embargo, afirmó que no tenía más información.
“Hubo un exceso, porque quien lo demandó por una cuestión, es hermana de un vicefiscal, parece que no son las maneras de proceder, ya no sabe uno de quién cuidarse. Yo estoy contento, porque él relativamente está bien”, dijo. Y recriminó el actuar de los policías ministeriales, cuando el trabajador fue acusado en un juzgado de paz, “todo fue con mucho exceso”, reiteró.