Promueven jóvenes deportes y grafiti en Acapulco para prevenir la delincuencia

La Zapata y Ciudad Renacimiento, zonas en la que grupos juveniles desarrollan sus actividades

Karla Galarce Sosa

Grupos de jóvenes y adolescentes desarrollaron ayer actividades deportivas y artísticas en sitios de dos colonias “conflictivas” en el área suburbana de Acapulco, la Emiliano Zapata y Ciudad Renacimiento. El primer grupo comenzó una serie de talleres de grafiti con apoyo del gobierno estatal; el otro efectuó con recursos propios su segundo concurso de skate boarding. Ambos exigieron la apertura de espacios y, sobre todo, el reconocimiento de sus actividades para evitar ser víctimas de la delincuencia, la drogadicción y la violencia que viven en su entorno. Un grupo desarrolló un concurso de skate boarding en Ciudad Renacimiento, el otro inauguró El Faro, antes Casa de la Cultura, en la colonia Emiliano Zapata con una serie de talleres de grafiti y dibujo. Ambos grupos, uno de artistas y el otro de deportistas, exigen la apertura de espacios para sus expresiones, mismas que han sido vinculadas a la violencia y al narcotráfico, a las drogas y a las bandas. Sin embargo a los jóvenes les preocupa la violencia, el uso de drogas y el escaso apoyo a las actividades artísticas y deportivas, dijeron. Coincidieron en que antes, las actividades que realizan estaban asociadas a las bandas, a los grupos delictivos y al desorden en los suburbios de las grandes ciudades, por lo que buscan cambiar la opinión de la gente mostrando lo que hacen y convocando a las autoridades a participar. El segundo torneo de skate boarding estuvo encabezado por la asociación civil Alianza Joven y de manera independiente organizó la actividad de patinadores en la unidad deportiva Jorge Campos de Ciudad Renacimiento, que logró reunir al menos a un centenar de patinadores de municipios como San Marcos, Zihuatanejo y Chilpancingo, ambas costas y participantes acapulqueños. Alex Zárate, uno de los organizadores, reclamó el nulo apoyo a los patinadores guerrerenses y la falta de espacios para desarrollar ese deporte, a pesar de que se trata de una actividad que contribuye a evitar que los muchachos formen parte del crimen organizado. “Esto lo hicimos para concientizar a la sociedad porque aquí no tenemos un espacio y los que abrieron los cerraron; la falta de opciones provoca que los chavos se vayan con el narco, nosotros hemos visto que los que se dedican al deporte piensan distinto”, señaló el joven de 26 años. Félix Ramírez, quien también forma parte de la organización, puntualizó que los únicos que los han apoyado para la realización de sus actividades son los administradores de la Unidad Deportiva de Ciudad Renacimiento. Mientras que en la colonia Emiliano Zapata, la jefa del departamento de promoción artística, Fabiola Olguín Higuera, explicó que la antes Casa de la Cultura de esa colonia es una extensión del Centro Cultural Acapulco (CCA), del Instituto Guerrerense de la Cultura (IGC), mismo que ahora será denominado Foro de Artes y Oficios, Faro Zapata. Explicó que la convocatoria para participar en los talleres fue abierta al público y se mostrarán resultados en la inauguración de dos muros que serán grafiteados en esa misma colonia durante ocho sesiones cada fin de semana. Caligrafías Urbanas es el nombre del proyecto que reunió en esta primera sesión a 25 participantes. “Muchos de ellos han participado en el grafiti para que se vea como una disciplina artística y no como un prejuicio asociado a las actividades delictivas”, dijo la funcionaria en entrevista, quien dijo que en respuesta a la represión que el mismo gobierno hace contra los jóvenes grafiteros, el IGC ha enviado cartas a Derechos Humanos y a Seguridad Pública para promover el grafiti como un arte urbano. La tallerista Elisa Catalina Medina Estrada explicó que además de las clases de grafiti se imparten sesiones de grabado, pintura y dibujo. “Ante la problemática de violencia, los chavos que hacemos este tipo de cosas creemos que con más música y otras actividades artísticas habría menos problemas. Si se responde con arte y espacios como este con tres horas, los chavos dejarían de pensar durante ese tiempo en drogarse o en ser sicarios”, dijo la joven grafitera. De 23 años, Omar Hernández Flores, El Complex, vive desde hace siete años en la colonia Morelos; admitió que practicó el grafiti de manera clandestina durante varios años. Ahora explicó que el mayor reto es trasladar sus dibujos a las paredes utilizando el aerosol para delinear. Consideró que la violencia es un problema que angustia a toda la sociedad, particularmente a los grafiteros porque muchos jóvenes no tienen la posibilidad de acudir a un tipo de taller, lo que fomenta las actividades entre bandas. “Muchos se salen a pintar cualquier pared, a bandalear y eso hace que haya más violencia en Acapulco. Yo pinté ilegal pero ahora quiero concientizar a los chavos y a los mismos que trafican con sangre y con dolor, para que reflexionen y no asesinen, no maten por tierra o por poder y que canalicen sus inquietudes, energía en algo positivo como el dibujo y la pintura”, exclamó. Convocó a las autoridades a apoyar el fomento de las actividades artísticas para cambiar las perspectivas de vida y reducir los índices delictivos en las colonias populares de Acapulco.