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Rubén Aguilar Valenzuela

Encuestas: ¿podrán cambiar las circunstancias?

Las encuestas electorales son la fotografía de un momento y cualquier circunstancia, por menor que sea, modifica los números. Sin ignorar esta premisa tampoco puede negarse que las encuestas, sobre todo las de serie larga, tienden a señalar, con cierto nivel de certeza, cuáles son las preferencias electorales. Hasta ahora todas las encuestas realizadas de cara a la elección presidencial del 2012 sitúan al PRI en primer lugar con una intención de voto del 46%, seguido del PAN con 26% y el PRD con 16%. El voto unido del PAN-PRD, cosa que no ocurrirá, no supera al que obtiene el PRI. Estos son los números con relación a la preferencia partidaria y sufren modificaciones menores cuando se proponen nombres particulares. Si se consideran los posibles candidatos, el PRI logra un ligero aumento con Peña Nieto, el PAN permanece igual cualquiera que éste sea y el PRD obtiene también un ligero crecimiento con López Obrador. Lo más seguro, si no hay un cambio de estrategia por parte de los candidatos y sus partidos, es que estos números permanezcan sin variación alguna hasta que la campaña electoral arranque formalmente en marzo del 2012. El PAN y el PRD están obligados a modificar las circunstancias como condición necesaria para que puedan variar los resultados que registran las encuestas. No se ve fácil, pero no tienen alternativa si quieren ser competitivos. Quien va ganando no necesita arriesgar, puede jugar incluso de manera conservadora, pero los que se ven como perdedores están obligados a cambiar e innovar, para tratar de buscar que los números de las encuestas se modifiquen. La permanencia constante de los números puede terminar por convertirse en profecía cumplida. Los electores, es una constante, tienden a votar por quien se dice que va a ganar. Los perdedores, también es una constante, no llaman al voto. El cambio en las preferencias electorales, para el PAN y el PRD puede venir con el establecimiento de un discurso y una propuesta de gobierno que resulte muy distinta a la hecha hasta ahora, pero sobre todo con una estrategia de comunicación sugerente e innovadora. El candidato del PRD-PT-MC, López Obrador, está obligado a cambiar su estrategia de comunicación, para ser percibido de otra manera por las mayorías y para poderse quitar los negativos tan altos que ahora tiene. De otra manera lo más seguro es que mantendrá los mismos números. La actual campaña de los panistas Cordero, Creel y Vázquez Mota se recoge poco en los medios y no tiene penetración. Si la siguen en los mismos términos y con la actual estrategia de comunicación no lograrán que las circunstancias se alteren y tendrán los mismos resultados que ahora registran las encuestas. (Próximo: La estrategia de comunicación de la campaña presidencial del 2012). Twitter: @RubenAguilar

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