Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Jorge Camacho Peñaloza

Llegó la hora de la verdad

La verdad os hará libres.
Jesús

Estamos a unas horas de las elecciones, a unas horas de la verdad, después de tantas promesas, ofertas y propuestas, espectaculares, spots de radio y televisión, tres debates, cientos de encuestas, mítines, reuniones, entrevistas, la refrescante irrupción de la primavera juvenil mexicana con el movimiento #yosoy 132, ya todo está dicho, las cartas están tiradas sobre la mesa, sólo falta una, la más importante, la última palabra, el voto de la ciudadanía, tu voto, el que va a decidir el rumbo del país, y en su caso, de su estado y municipio.
Los partidos, candidatos, equipos, militantes, medios de comunicación, estrategas, encuestadoras, ya hicieron su trabajo, ahora le toca a la ciudadanía hacer lo suyo, decidir quién, cómo y por dónde, y a pesar del torrente de información electoral no hay mucho que analizar.
Para decidir más allá de todo lo dicho y visto, basta con voltear a nuestro alrededor, ver a los políticos en disputa, recordar su nivel de congruencia, ambición, cómo brincan de un puesto a otro aprovechándose de los cargos públicos sólo para hacer carrera política y amasar riqueza personal; basta recordar su pasado, el de sus partidos, cómo han actuado y qué han hecho.
Más allá de las promesas, ofertas y propuestas hay que poner en la balanza lo que debe decidir el voto es el grado de confianza hacia el candidato o candidata, su congruencia, honestidad, verdadera capacidad,  sus allegados, hay que verlo aquí en nuestro estado como se han comportado los partidos y los políticos, los militantes y los candidatos y evaluar quienes son más o menos confiables para saber que fuerza política o qué candidata o candidato va a poder conducir mejor al país, ahí está la verdad de la decisión.
Yo no daría mi voto por quienes se cambian de partido, por quienes han demostrado ser políticos deshonestos, mentirosos, falsos, simuladores, oportunistas, chapulines, nepotistas, que practican la política como patrimonio familiar, que profesan la honestidad pero practican la corrupción, que dicen estar cerca de la sociedad pero en los hechos sólo quieren estar cerca de los privilegios y la vida de placer.
Yo voy a votar por la propuesta más íntegra, más honesta, más confiable, más apegada a la ciudadanía, más libre e independiente, la que verdaderamente está más comprometida con el país, el estado y el municipio, ya basta de políticos y políticas que responden más a sus partidos que a la sociedad, más a sus codicias y ambiciones que a los problemas de la gente, más a sus pasiones y placeres personales que a los sufrimientos de las mayorías, políticos y políticas que están en todos los partidos, hay que ser autocríticos, escribo como ciudadano.
Decir que ha llegado la hora de la verdad es decir que ha llegado la hora de ir a la urna y ponernos frente a nuestra conciencia, a nuestros valores, sentimientos y principios, ponernos frente a la verdad y dejar atrás los spots, las encuestas, las bandas de chile frito, tlacololeros y tigres, hacer a un lado las amenazas y dizque consejos de los lidercillos de la colonia, de los jefes del trabajo o de quien sea, y dejar caer, ahí dentro de la mampara, en la soledad de nuestro libre albedrío, con total libertad, todo el peso de nuestra decisión, de nuestra voluntad guiada por la verdad, por lo que creemos bueno para nosotros como sociedad y no para quienes dicen que trabajan para nosotros pero en realidad trabajan para sus cuentas bancarias, partidos, familias, grupúsculos y bolsillos.
Este domingo debe aflorar la verdad, sin sujeciones ni sometimientos a lo que muchos candidatos y candidatas aparentaron y simularon, que sea nuestra voluntad, lo mejor de cada uno de nosotros, libres, lo que nos haga decidir y no lo que a todas luces muchos candidatos y candidatas simularon.
Ante la descarada y evidente incongruencia de los políticos seguramente esta elección, la más concurrente en muchos años, va a registrar mucho voto cruzado por parte de la ciudadanía obligada por la distorsión que de la política han hecho quienes la buscan sólo para obtener ingresos, poder por el poder, ambición y codicia. Ante eso hay que jerarquizar los niveles de votación, lo más importante es la Presidencia de la República de donde se puede gobernar y controlar el ejercicio de los poderes estatales y municipales como integrantes del pacto federal; hay que dejar la Presidencia del país en quien creamos que es mejor persona, servidora o servidor público, ser humano, profesionista, quien tenga más sólidas convicciones democráticas, ahí están los datos, pongámonos frente a la verdad.
Vuela vuela palomita: Y ve y dile a toda la paisanada que ya llegó la hora, que no se vaya a quedar encerrada, que ya saben por quien votar y no se me vayan a empelotar, hay que irnos con quien nos lata en el corazón y no con quien más lata nos vaya a dar con tanta corrupción.

468 ad