Cayó en cinco años la venta de anillos de graduación en la entidad, lamenta orfebre

Salvador Serna

Para los artesanos de joyería, la época de graduaciones escolares ya no significa un negocio en la actualidad.
“Hace 5 años de mil estudiantes teníamos pedidos de hasta 200 anillos, pero hoy si logramos colocar 15 anillos pues ya es ganancia, el mercado se cayó, la crisis en el sector joyero sigue”, dijo ayer el orfebre David Bedoya Rivera, en entrevista en su taller de Acapulco.
Allí dijo que la elaboración de anillos de graduación “ya no da para vivir dignamente, hoy subsistimos. Hace 5 años la ganancia por mano de obra era de mil 500 pesos, antes cobrábamos 800 pesos por hechura, esa era la ganancia completa”.
Respecto a las causas de la crisis, el también tesorero de la Asociación de Joyeros del Estado de Guerrero indicó que son varias, como la escasez de turismo internacional, la inseguridad, la depreciación del peso frente al dólar y la constante pérdida de empleos directos, el comercio informal y el mercado negro.
Bedoya Rivera subrayó que de 2007 a 2011 las ventas se desplomaron hasta 750 por ciento debido al costo operativo de elaborar un día por pieza, es decir molde, medida, yeso, cocción del molde, vaciarlo con energía centrifuga y detallar el producto; “es deprimente nuestra situación para quienes actuamos en la legalidad y bajo la Norma Oficial Mexicana 033 emitida por la Secretaría de Economía. Hoy el costo por anillo es de 100 pesos y la hechura 150 pesos, eso significa que sólo estamos ganando 50 pesos por día”.
Sobre cómo están comprando los anillos los padres de familia, el artesano precisó que adquieren anillos de plata “para tener un recuerdo de su graduación y no verse afectados en su economía. Eligen anillos de 6 a 4 gramos que el comercio informal los hace pasar por 8, así como también el producto de batalla, el conocido anillo comercial, destinado al mercado de preparatorianos hacia abajo, que sólo pesa un gramo, es pura lámina y su precio oscila desde 800 a un mil 200 pesos”.
Bedoya Rivera agregó que la venta tradicional es el paquete de anillo de oro, carta-diploma y una réplica en plata, “pero hoy los estudiantes ya no quieren el anillo. En esta temporada el desplome es del 92 por ciento en ventas, algo inadmisible”.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Joyeros del Estado de Guerrero, Arturo Flores Mercado, subrayó que en cuestión de categorías, cuando el comerciante le dice al cliente que le ofrece un anillo de 8 kilates “prácticamente le vende bisutería, el término kilate de oro puro es cuando el anillo es de 10, 14 y 18, así como el paladio con plata, plata y platina”.
“Actualmente el gramo de oro de 14 kilates a la venta al publico fluctúa entre 700 y 900 pesos, el precio depende de donde lo compres, si es en centro joyero pues es otro precio, si está en aparador de un centro comercial reconocido obvio aumenta, todo depende del prestigio de quien vende”, dijo.
Finalmente, el artesano David Bedoya precisó que “las pocas verdaderas joyerías ya se fueron de Acapulco. El destino está hundido por falta de entrada de turismo internacional de cruceros, solamente nos sostiene el turismo nacional de fin de semana, sin turismo no hay trabajo”.