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“Sólo ofensas y agresiones innecesarias” las de Zeferino, responde López Rosas

Daniel Velázquez

La violencia verbal no contribuye a la tranquilidad que requiere Acapulco, dijo el procurador Alberto López Rosas en respuesta a los ataques del ex gobernador Zeferino Torreblanca a su sucesor Ángel Aguirre y a funcionarios del gabionete de éste. Dijo que las acusaciones que haga el ex gobernador en su contra son extemporáneas, porque ya fue exonerado en tribunales. El ex alcalde de Acapulco señaló que “creo que estamos recuperando la tranquilidad en Guerrero y no creo que la violencia verbal que se escuchó ayer (martes) contribuya ni aliente un ambiente como el que requieren Acapulco y Guerrero”. Opinó que el regreso de Torreblanca Galindo a la vida pública “fue una aparición fuera de lugar y sin contenido, sólo el reto a las instituciones, sin rendiciones de cuentas, sólo ofensas y agresiones innecesarias”. En su reaparición después de haber dejado el gobierno, Zeferino Torreblanca acusó al procurador de no tener calidad moral para desempeñar ese cargo, porque en su periodo como alcalde de Acapulco (2002-2005) supuestamente empleó facturas apócrifas para comprobar gastos y aprovechó su cargo actual para desechar una denuncia en su contra. López Rosas dijo que él fue absuelto por los tribunales, y si Torreblanca Galindo es responsable debería someterse a los tribunales, porque las acusaciones que haga son extemporáneas. En declaraciones por teléfono, el procurador admitió que sí se determinó el ejercicio de la no acción penal en su contra por la denuncia que el ex alcalde Félix Salgado Macedonio presentó por la adquisición de un predio con recursos del programa Hábitat. Dijo que lo hizo para no mantener en la incertidumbre a otras personas, y que si en cinco años el gobierno de Torreblanca Galindo no procedió contra ellos, se debe a que no hubo elementos para que procediera la investigación. “Ellos tenían el ejercicio de la acción penal, ¿por qué no tuvieron la capacidad de ejercitar la acción penal? Simplemente porque no encontraron elementos”, dijo. Sobre las facturas apócrifas que Torreblanca Galindo dijo que se ocuparon en la administración de López Rosas para justificar gastos del ayuntamiento, López Rosas respondió que sí así hubiera sido las habría empleado en comprobar los 36 millones de pesos de deudas con que Torreblanca dejó el ayuntamiento en 2002. “Si así fuera habrían sido utilizadas para cubrir su deuda, que dejó a mi administración”, expresó. Dijo que la administración de Torreblanca Galindo fue sellada con sus declaraciones de “ni quiero, ni puedo, ni debo, y por eso se alentó y se anidó la violencia en Guerrero”.

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