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Advierten de hostilidad policiaca a jóvenes en taller de Caligrafías Urbanas

Reuné a 35 grafiteros el curso que se dio en la Casa de la Cultura de la colonia Emiliano Zapata en Acapulco organizado por el IGC con apoyo de otras dependencias

Anarsis Pacheco Pólito

Chilpancingo

El taller Caligrafías Urbanas realizado en la Casa de la Cultura de la colonia Emiliano Zapata de Acapulco concluyó el pasado domingo después de dar inicio el 15 de octubre y logró reunir a 35 jóvenes grafiteros. Este taller fue convocado por el Instituto Guerrerense de la Cultura (IGC), con el propósito de concientizar a los jóvenes sobre la importancia de proteger y salvaguardar los espacios públicos de su colonia a través del grafiti. También contó con el apoyo del Fondo Regional para la Cultura y las Artes de la Zona Centro (Forzac) que presentó el proyecto de Caligrafías Urbanas elaborado por el periodista cultural Samuel Mesinas, además tuvo el respaldo del organismo de Derechos Humanos de Acapulco, la Secretaría de la Juventud y la Secretaría de Seguridad Pública. Samuel Mesinas, creador de este taller ya aplicado en otros seis estados del país a través del Forzac, indicó que Guerrero es una de las entidades en las que pudo apreciar que su proyecto tuvo un impacto muy importante en los jóvenes y en su entorno cercano. Comentó que el trabajo que se llevó a cabo en la colonia Zapata, los jóvenes se mostraron muy receptivos y participativos. Mencionó que el taller estuvo dirigido a jóvenes de entre 14 y 25 años, quienes buscan una herramienta para sobresalir, pues el objetivo central es enseñarles a grafitear, pero con el complemento de la adquisición de nociones de arte a través del tiempo; además de lograr que las obras plasmadas con aerosol tuvieran un contenido social, y a su vez descubrir su identidad propia. El proyecto de taller nació a raíz de un estudio publicado en la revista Nexos, en donde planteaban los tópicos mexicanos, en los que resultaba que el mexicano se había convertido en un liberal salvaje, mexicanos soñadores, sin país y que aspiraban a cambiar pero no encontraban cómo sobre todo en las clases bajas. El tallerista mencionó que uno de los puntos nodales del proyecto es que los jóvenes atendidos encuentren su identidad, porque muchas veces, en una especie de reflejo, pretenden adoptar identidades foráneas por ejemplo asumiéndose como cholos o como habitantes de entornos muy urbanizados cuando estos conceptos no están cercanos a su realidad inmediata. Destacó que el taller logró vencer estas resistencias y ayudó a los participantes a encontrar su propia identidad con base en sus raíces, sus orígenes y sobre todo su entorno. “Ahora ya se ven referencias a su propia identidad como los tlacololeros, al jaguar, a los dioses nahuas”, comentó. Mesinas comentó que durante la actividad en la Casa de la Cultura de la Zapata, los vecinos y padres de familia se asomaban y los invitaron a pasar; lo importante era darles a conocer que los jóvenes que estaban en el taller no eran violentos. Durante el desarrollo pasaban constantemente patrullas de la Policía Preventiva con quien se habló en el mismo sentido. Explicó que durante el taller los jóvenes narraron sus experiencias diarias como grafiteros, y resaltaron el hecho de que es una práctica sistemática que los cuerpos de seguridad los agredan físicamente. “Los policías municipales, estatales, los marinos y los soldados están agrediendo a los jóvenes en Acapulco, son criminalizados son perseguidos, son golpeados, escuchamos historias donde varios jóvenes fueron agarrados con latas han sido torturados por los policías, desde ponerles bolsas de plástico, pegarles en las manos golpearles los dedos”, comentó el periodista. Reiteró que los jóvenes en Acapulco son perseguidos, a diferencia de los narco que son protegidos. Ellos son perseguidos simplemente por ser jóvenes, enfatizó que esto es un grave problema. “Mas que reivindicar al grafiti que tiene su propio discurso contestatario, anarco, se debe de mirar a los jóvenes que tiene talento y que tienen ganas de decir y expresar y que se pueden organizar y pueden convivir”, agregó. Destacó que a los jóvenes se les deben dar opciones distintas para entender al mundo, quizá primero en lo lúdico al principio y después ellos podrán ver su vida desde otra perspectiva. Comentó que hay que tener en cuenta que los jóvenes tienen muchas necesidades económicas que no pueden obviarse, pero también tienen otro tipo de necesidades como el poder expresarse. El taller logró primero que las instituciones crean en el proyecto para que haya talleres similares. Logró también que los jóvenes adquirieran una vivencia importante. Otro de los logros, comentó el tallerista, fue la integración de los jóvenes que hacían grafiti de forma ilegal, pues hubo una amplia discusión en la que se logró convencer a las jóvenes para convertirlos al grafiti legal, porque se amplían sus posibilidades de expresión. Agregó que el logro más visible es que la tienda Coppel donó el espacio en que los jóvenes pudieron pintar y lograr embellecer la entrada a la colonia Emiliano Zapata con su arte e intereses expresados en el grafiti. Además agradeció el apoyo de la artista urbana doña Rank Aparicio, quien participó dentro del taller e invitó a los jóvenes a integrarse. Doña Rank explicó que este tipo de talleres son sumamente importantes para los jóvenes, pues ayudan a la creación de alternativas para ellos. Dijo que sería importante contar con una carrera técnica como artista urbano, pues los asistentes al taller esperan que la actividad se vuelva permanente.

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