Marchan en silencio alumnos del CREN de Iguala en solidaridad con los de Ayotzinapa

Fernando Hernández

Iguala Un contingente de estudiantes del Centro Regional de Educación Normal (CREN) marchó en silencio por las principales calles para solidarizarse con los alumnos de la Normal Rural de Ayotzinapa. Los estudiantes del CREN se han desmarcado, en varias entrevistas, de las luchas de los normalistas de Ayotzinapa, pero más por la forma en la que protestan. A mediados de noviembre el dirigente del Consejo Estudiantil, Youram Avilés, reclamó durante la toma de las instalaciones de la SEG en la región Norte, que el gobernador Ángel Aguirre Rivero atendió “a los ayotzinapos” –concepto despectivo usado para referirse a los estudiantes de la escuela de Tixtla– por horas”. Pero ayer portaban pancartas en las que se alcanzaba a leer: “Luto normalista”, “por un Guerrero Seguro –en alusión a la operación en la que participan fuerzas policiacas de los tres órdenes de gobierno– recuerdas Aguirre”. Los alumnos de CREN dieron la vuelta en la avenida Vicente Guerrero, tomaron una parte del Hemiciclo a Benito Juárez, abandonado frente al Museo a la Bandera; continuaron por Bandera Nacional, hasta llegar al Monumento a la Bandera, donde rompieron el silencio y soltaron insultos en contra de Aguirre Rivero y la secretaria de Educación, Silvia Romero Suárez. Corearon las consignas que han caracterizado por años las marchas y protestas de los alumnos de Ayotzinapa, pero en lugar de mencionar el nombre de la escuela de donde egresó el mítico guerrillero Lucio Cabañas, gritaban el nombre de su plantel. Los cambios en los cánticos de lucha, desconcertaban a momentos. Uniformados con playeras blancas tipo Polo, en las que se sobresalía el logo del CREN, depositaron una ofrenda floral a los pies del monumento. Los que no se sentaron en las bancas de la plazoleta a textear, en sus teléfonos celulares o a tomar fotos con sus dispositivos móviles, prendieron veladoras y dejaron rosas blancas a pocos centímetros de una corona de flores. Un grupo de alumnos de la ESPI, una de las secundarías más antiguas de Iguala, orgullo de muchos en la ciudad, aprovechó la falta de clases en su escuela para echar relajo en medio de la protesta. Se montaron al monumento y posaban para las fotos de los reporteros, con lo que rompieron por un momento la seriedad del acto.