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Continúan contaminando pilotes del desmantelado muelle de playa Revolcadero

*Los materiales que tienen contacto con el mar son arrastrados hasta llevarlos a otros puntos de la franja de arena, señalan prestadores de servicios de la zona

Karla Galarce Sosa

Trece pilotes de acero permanecen incrustados en la rampa de piedras, arena y terracería en playa Revolcadero, donde la empresa Jar Estate Corp pretendía edificar un muelle, y que la empresa Oprinsa –contratada por la Secretaría de Marina (Semar)– hizo para el arranque de sus labores a partir del 30 de abril pasado.
Sin embargo, los materiales que tienen contacto con el mar son arrastrados hasta llevarlos a otros puntos de la franja de arena, señalaron prestadores de servicios de la zona, quienes acusaron al gobierno federal de mantener “intereses políticos” en torno al fallido proyecto náutico, pues acusaron que los restos de acero, piedra y lodos del proyecto contaminaban, “lo mismo que ocurre ahora”.
La empresa encargada del desmantelamiento no retira las estructuras restantes, lo que mantiene deterioro ambiental, señalaron, situación que se constató en un recorrido efectuado ayer.
En el acceso que se conoce como Punto Muerto, aún hay mallas ciclónicas que impiden el paso a los usuarios e incuso, a los integrantes de la cooperativa Trece Estrellas, quienes mantienen su pequeño restaurante con diversos productos y bebidas.
El ingreso por esa calle se permite siempre y cuando no haya maniobras de carga y descarga de maquinaria, o grúas manipulando los enormes pilotes de acero que fueron desenterrados y que llegaron a ocupar prácticamente toda la calle que conduce al bulevar Las Palmas, en la exclusiva zona Diamante del puerto, donde se erigen condominios, villas y hoteles de cinco estrellas
El integrante de la cooperativa Trece Estrellas, Filiberto Zamora Palma, señaló que los pilotes que continúan enterrados en la rampa que supuestamente es provisional, están amarrados a boyas que también son de acero. Mencionó que el miércoles pasado un grupo de buzos fueron a cortarlas, pero que no concluyeron el trabajo de corte, lo que representa riesgos para los turistas, quienes atraviesan la rampa de un extremo a otro.
Se observó que el oleaje poco a poco expulsa los materiales en otros puntos de la franja de arena, muy cerca de la playa que obtuvo el banderín Blue Flag que se otorga a las playas con medidas de limpieza que compiten en calidad con las playas europeas.
Durante el recorrido se observó que la superestructura de acero quedó desmantelada y son pocos los pilotes retirados que ocupaban la calle Punto Muerto.
Aún desarrollan labores unos 20 trabajadores, quienes acarrean materiales, realizan maniobras para mover las estructuras que son retiradas o, desarman las grúas que sirvieron para desmantelar la estructura.
Los trabajos para el desmantelamiento del acero sólo se desarrollan en el acceso cerrado por malla, donde la empresa Oprinsa mantiene un par de bodegas, un comedor para empleados y un par de dormitorios.
El cooperativista Filiberto Zamora criticó que a pesar de sus protestas, los funcionarios que los atendieron no ayudaron a solucionar su exigencia de indemnización y que incluso fueron a la delegación de la Comisión Estatal de Defensa de Derechos Humanos (Codehum) para realizar una queja, pero ésta no fue registrada.
Los cooperativistas exigen el pago de una indemnización por el tiempo que no percibieron ingresos, pues los trabajos impidieron que llegaran clientes a su restaurante y que ellos colocaran mobiliario en la playa.
En el recorrido se observó que en la playa quedan rocas que son restos de la rampa que el fuerte oleaje arrancó de la zona que fue rellenada por los empleados de Oprinsa para hacer llegar las grúas. El material depositado es completamente distinto al que constituye la arena de la zona.
Durante la visita de supervisión que funcionarios del gobierno estatal y federal hicieron el 26 de junio pasado, el secretario el Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Juan José Guerra Abud, dijo que el costo para retirar el acero que conformaría el muelle de playa Revolcadero, costaría unos 10 millones de pesos, cantidad que aseguró, será pagada “por completo” por la empresa Jar Estate Corp que promovió el proyecto fallido.
Como se informó en su oportunidad, el funcionario federal dijo a reporteros que el gobierno federal está pagando los gastos de los trabajos, aunque el monto deberá ser cubierto por la compañía que pretendía construir el muelle, y cuya concesión fue retirada por la violación a los condicionantes del título de concesión hace dos años.

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