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Ratifica Alemania planes anticrisis, pero pospone su entrada en vigor

DPA

 

Berlín

 

La canciller Angela Merkel cerró ayer otra semana de vértigo en Europa con una victoria agridulce: el Parlamento en Berlín ratificó el pacto fiscal europeo y el nuevo fondo de rescate permanente al euro, pero los recursos contra ambos proyectos presentados ante la Justicia alemana retrasarán su entrada en vigor.

La primera potencia europea y mayor contribuyente al Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) revela así que el amplio apoyo a las políticas anticrisis de Merkel tiene también sus fisuras internas.

La ratificación de ambos tratados con una cómoda mayoría de dos tercios “envía una señal importante de decisión y unión hacia dentro y hacia fuera” de Alemania, destacó la canciller ante el hemiciclo al abrir un acalorado debate.

Visiblemente extenuada -por momentos casi dormida- tras la maratónica cumbre europea de dos días en Bruselas, Merkel defendió ambos proyectos porque “se necesitan mutuamente” y establecen “una unión jurídica de solidez y solidaridad”.

“Lo que decidimos hoy aquí es un paso importante para dejarle claro al mundo: estamos con el euro”, concluyó la líder cristianodemócrata (CDU). “Para nosotros, Europa es nuestro futuro”.

Como estaba previsto, la oposición de socialdemócratas (SPD) y Verdes respaldó el MEDE y el pacto fiscal, pero acusó a Merkel de agravar la “crisis de confianza” en el euro con su “falta de resolución”, en palabras del líder de la fracción verde, Jürgen Trittin.

El partido poscomunista La Izquierda, que rechazó ambos proyectos, reprochó a la canciller falta de consciencia social: “Usted no salva el euro, sino los euros de los millonarios”, dijo la vicejefa de la fracción, Sahra Wagenknecht.

Durante el día se había rumoreado que la oposición podría retirar su apoyo a los proyectos después de que Merkel cediera sorpresivamente ante España e Italia en Bruselas y aceptara la posibilidad de ayudas europeas directas a bancos en crisis.  Merkel justificó su cambio de postura asegurando que las ayudas a la banca se darán a cambio de “estrictas condiciones” y bajo la supervisión de una nueva autoridad de vigilancia bancaria que se creará al amparo del Banco Central Europeo (BCE).

Tras la ratificación en el Parlamento, la atención se centra ahora en el Tribunal Constitucional alemán.

El máximo órgano judicial de Alemania pidió al presidente Joachim Gauck que retrase su firma en el pacto fiscal y en el MEDE, paso final que los convierte en ley, para estudiar los recursos presentados, entre otros, por el partido La Izquierda.

Los expertos estiman que esto podría retrasar su entrada formal en vigor hasta dentro de un mes. Originalmente, el MEDE debía comenzar a funcionar este domingo 1 de julio.

El pacto fiscal europeo fue impulsado por Merkel para exigir una mayor disciplina presupuestaria en Europa y firmado por 25 países de la UE, todos menos Reino Unido y República Checa.

Su cumplimiento es requisto indispensable para que un país pueda solicitar ayudas del MEDE, el mecanismo de rescate permanente que sustituye al anterior Fondo Europeo de Estabilización Financiera (FEEF) con una capacidad de préstamo de hasta medio billón de euros (620.000 millones de dólares).

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