Llenan amas de casa los lavaderos de Aguas Blancas por la falta de agua

Argenis Salmerón

Ante el desabasto de agua potable en la ciudad, amas de casa de distintas colonias se ven obligadas a lavar su ropa en el lavadero público ubicado en la colonia Agua Blancas, por el barrio de La Fábrica.
La encargada de los lavaderos públicos, Josefina Solís Aguirre, dijo que desde hace una semana aumentó el número de mujeres que acuden a lavar a ese lugar por la falta de agua en sus viviendas.
Ejemplificó que regularmente los fines de semana acudían unas 15 mujeres a lavar ropa, pero que ante el desabasto de agua potable en la ciudad ayer hubo más de 30 vecinas en los lavaderos públicos, de 96 instalados en ese sitio.
Mencionó que para las lavanderas también aumentó su trabajo desde hace una semana porque las personas que pagan el servicio no tienen agua potable en sus viviendas.
Indicó que el servicio de los lavaderos públicos tiene un costo de 2 pesos por tiempo indefinido, más 8 pesos si prefieren un mecate para colgar la ropa y que se seque en el sol.
Solís Aguirre pidió a la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Acapulco (CAPAMA) que no suspenda el servicio de agua potable hoy en los lavaderos públicos, porque es el único sitio que sirve para contrarrestar un poco el desbasto, “aquí vienen muchas personas a lavar sus ropas”.
La vecina de la colonia Libertad, ubicada en la zona conurbada, Marisol Navarrete, manifestó que cada mes acude a los lavaderos públicos de Aguas Blancas, “no tenemos agua potable en nuestras viviendas, nos vemos obligadas a venir aquí”.
La señora Rosa Martínez López, quien vive en el Barrio de La Fábrica, mencionó que desde hace tres días no tiene agua en su casa ubicada en la calle Huachinango, “yo vengo a lavar ropa aquí para administrar el agua almacenada en mi casa”.
Contó que el desabasto ocasiona que incremente el número de mujeres que acuden a los lavaderos, “todas ellas se quejan porque no tiene agua en sus casas”.
Relató que para los quehaceres domésticos en su casa sus familiares ocupan agua en garrafones o compran pipas que cuestan entre 500 y 600 pesos, y “los recibos de agua potable siempre llegan puntual”.
A los lavaderos públicos acuden vecinas de las colonias Morelos, Jardín en sus tres secciones, Barrio de La Fábrica y hasta de Las Cruces y Libertad.