Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Abelardo Martín M.

No falla: hacer lo mismo lleva al mismo resultado

Todo nuevo funcionario está convencido de que el periodo legal para ejercer el cargo al que ha sido designado es “eterno”, y son auténticas excepciones quienes tienen consciencia de que el tiempo corre de prisa, más de lo que imaginamos. Un sexenio es una expresión y no necesariamente ese tiempo implica ejercicio de gobierno, y menos como en Guerrero en donde está comprobado que los “gobernantes” no alcanzan a serlo y, menos, a parecerlo.
Seguramente Héctor Astudillo Flores, el gobernador electo que lo será con plenos derechos (y obligaciones) a partir del 27 de octubre próximo, piensa que tiene mucho tiempo por delante. Sin embargo corre el serio peligro de seguir la misma ruta de sus antecesores: hacer lo mismo, esperando resultados diferentes.
Equivocación de entrada, como querer ir al norte empezando a caminar para el sur y, peor aún, nunca darse cuenta. La mayoría de los equipos políticos al ganar se comportan idénticos. La soberbia los invade, si no es que ya llegan envenenados desde antes. Error siempre repetido es “barrer” lo anterior y caer en los mismos vicios que sus antecesores.
Lo que Guerrero requiere es una refundación, la que no puede iniciarse a partir de octubre, sino que deberá programarse y arrancar desde ya mismo. Por supuesto no es fácil y nadie, o muy pocos, lo imaginan siquiera. Al sentarse en la silla de gobernador, Astudillo actuará igual que sus antecesores, atendiendo sólo a la coyuntura y habrá caído en la misma trampa que los ha hecho sucumbir. Hacen lo mismo.
Las características del estado son las mismas de los últimos decenios: ingobernabilidad, deficientes e insuficientes programas de educación, salud, falta de progreso y, como consecuencia de todo ello, un clima de violencia creciente, generalizado y que mina la autoridad.
Aunque el clima de violencia e inseguridad que se vive en el estado es alarmante –tan es así que el sector empresarial está resintiendo la situación en el cierre de sus empresas– y se mantienen al alza protestas y movilizaciones de guerrerenses en exigencia del regreso con vida de los 43 normalistas de Ayotzinapa, el pasado fin de semana, sin contratiempos, concluyó evaluación magisterial, así como el concurso para el ingreso al Servicio Profesional Docente para plazas de educación media superior.
De acuerdo a la organización Seguridad, Justicia y Paz, actualmente el Puerto de Acapulco ocupa el tercer lugar en el ranking global elaborado con estadística pública que, aun cuando arrojan una disminución de la violencia en México, los creadores de este organismo advierten que hay riesgos de distorsión de la información. Es más, para el director del Centro Empresarial de Chilpancingo de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Jaime Nava Romero, la administración del gobernador Rogelio Ortega está lejos de lograr la reactivación económica en el estado. Aunado a ello “el crimen organizado sigue operando en la capital, lo que causó el cierre de 400 empresas en sólo seis meses”.
Tan crítica se percibe la situación que, recientemente el gobernador Rogelio Ortega fue motivo de burla en medios locales y nacionales al confundirse con la estadística y asegurar que en un solo fin de semana la delincuencia en Acapulco bajó en un 99.9 por ciento, lo que significaría que en sólo tres días se registraban 8 mil 9 homicidios. De esto precisamente se queja el industrial: “la administración de Rogelio Ortega ha quedado a deber, generó una expectativa porque creímos que se iba ciudadanizar el gobierno y no es así, es una administración para unos cuantos amigos. Hay una comunicación cortada entre el gobierno estatal y federal; el estatal llegó a un momento en que nos dijo que había caído en desesperación por haber recibido a 300 policías gordos y diabéticos”.
Y, mientras tanto, Acapulco, Chilpancingo e Iguala fueron los municipios donde se registró el mayor número de asistentes a la evaluación, mientras que al concurso para obtener una plaza como profesores frente a grupo participaron un total de 685 aspirantes de las ocho regiones del estado; para cargos directivos fueron 133 docentes.
De tal suerte que, más del 90 por ciento de maestros en Guerrero participaron en la primera Evaluación Para la Promoción de Docentes a Cargos con Funciones de Dirección, Supervisión y Asesoría Técnica Pedagógica en Educación Básica, no obstante el intento de la CETEG de boicotear este evento, revelaron autoridades educativas en esta entidad.
De acuerdo con la información que se dio a conocer, el sábado acudieron puntualmente unos 552 maestros de los 608 que estaban programados para esta evaluación, mientras que este domingo fueron 545 los docentes que se presentaron para realizar la evaluación. Ese mismo sábado, unos 100 disidentes de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación (CETEG) en el estado intentaron impedir la realización de la evaluación mediante el bloqueo en uno de los carriles del Boulevard de las Naciones, lo cual finalmente impidieron los policías antimotines.
Ayer lunes, integrantes de la CETEG anunciaron que continuarán con sus protestas y movilizaciones en exigencia por el regreso con vida de los 43 normalistas de Ayotzinapa. Acordaron que, de julio a diciembre continuarán con las movilizaciones y exigencias con mayor contundencia y que el próximo 26 de septiembre, durante el primer aniversario de la desaparición en Iguala de los jóvenes, reproducirán y superaran las acciones que hasta hoy se han realizado en Guerrero, en el país y en el mundo, a partir del próximo 15 de julio con una marcha en el estado.
Astudillo Flores tiene muy poco tiempo para “salirse” de la trampa de la coyuntura y actuar, desde el primer minuto de su administración, en la recuperación y el ejercicio del gobierno, esa capacidad que las administraciones públicas tienen perdida desde hace tiempo. No es lo mismo administrar que gobernar. La solución está en que el gobierno, aunque sea perogrullada, gobierne. Eso es lo que no han hecho los últimos “administradores”.

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