Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Preparan en Ayotzinapa el egreso de la generación 2011-15 llamada sangre, resistencia y esperanza

*Los escritores Elena Poniatowska, Paco Ignacio Taibo, Luis Hernández Navarro y Juan Villoro, serán los padrinos de fin de cursos

Lourdes Chávez

Tixtla

Recogieron siete muertos, participaron cada año en acciones constantes de protesta y padecieron el estigma de violentos desde primer grado, cuando se agudizó la campaña de desprestigio oficial contra los alumnos de la Normal Rural de Ayotzinapa: son 117 alumnos de la generación 2011-2015. Desertaron 23.
Terminan sus estudios el 18 de julio y consideraron que tres palabras definen su experiencia de cuatro años en la escuela: sangre, resistencia y esperanza. Que son el nombre de la generación.
Tras la masacre del 26 de septiembre de 2014, en Iguala, la escritora Elena Poniatowska y los periodistas Paco Ignacio Taibo, Luis Hernández Navarro y Juan Villoro, serán los padrinos de fin de cursos.
Fueron los primeros en aceptar, aclaró el presidente del comité pro-clausura, Izcoal Jonnbeth Benito Coronado; también convocaron a las periodistas Carmen Aristegui y Martha Lamas, así como al rector de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), Humberto Veras Godoy. En total invitaron a diez personas de izquierda de la escena nacional y aún esperan confirmaciones.
– Dos, cinco, siete, más los heridos y 43 desaparecidos – hizo el cálculo rápido de las ejecuciones extrajudiciales de Jorge Alexis Herrera Pino y Gabriel Echeverría de Jesús, el 12 de diciembre de 2011; dos atropellados en el crucero de Atoyac, Fredy Crispín Vázquez y Eugenio Tamarit, el 7 de enero de 2014, y en los ataques de policías municipales en Iguala, Julio César Mondragón Fontes, Daniel Solís Gallardo y Julio César Ramírez Nava.
En 2013 también fueron miembros activos del movimiento magisterial contra la reforma educativa. Benito Coronado recordó que ese año se integró el Frente Unido de Normales Públicas del Estado de Guerrero (FUNPEG) en Ayotzinapa.
En 2015 concluyeron la carrera con un periodo extraordinario de estudio, en medio de la lucha por la presentación con vida de los 43 alumnos desaparecidos en Iguala.
El joven moreno, de 22 años, ex dirigente estudiantil, recordó que cuando ocurrió el ataque a los estudiantes en Iguala, habían terminado cuatro semanas de prácticas “de observación y ayudantía”. El siguiente lunes, el 29, comenzarían la práctica intensiva por el resto del año.
“Cuando se da lo del 26, lo primero que hacemos es suspender las primeras dos semanas, en el transcurso nos dimos cuenta que no íbamos a poder regresar, suspendimos también hasta diciembre”.
Pero en diciembre valoraron que tampoco había condiciones, pero el acuerdo de la base estudiantil fue rescatar el ciclo por la continuidad de la escuela.
“Entonces, a causa de eso, en todo este ciclo escolar no se hicieron prácticas como debe de ser, algunos compañeros, con la finalidad de elaborar su tesis en el tema que seleccionaron, acudían algunas veces a la primaria para trabajar en lo que podían con los alumnos, para tener a parte de su centro teórico, su práctica, lo que pudieran hacer, cada equipo de trabajo se coordinó con su asesor”.
En cinco meses rescataron el año escolar bajo un sistema no escolarizado.
–¿Cuál fue su papel en la lucha por la presentación de sus compañeros?
–Desde que se dio el movimiento hemos respaldado a los padres de familia, al Comité Ejecutivo Estudiantil en todas las actividades, por lo mismo del compromiso, del apoyo de la academia de cuarto grado, en algún momento, en diciembre, proponíamos incluso de que se perdiera el ciclo escolar, y regresar posteriormente, pero como también los de cuarto grado estamos sujetos las demás academias, la decisión de todos fue que no se suspendiera el ciclo escolar.
“Pero en el afán de seguir apoyando, se suspendieron las prácticas intensivas para estar de lleno, nada más dedicándonos a la realización del documento recepcional, que viene siendo la tesis para el título”.
Distinto a los últimos cinco años, el acto de clausura será en las instalaciones de la Normal Rural de Ayotzinapa, de luto por los muertos y en homenaje a los desaparecidos. La presencia institucional será la del director de la escuela, directivos y docentes.
“Tratando de hacer todo con la mayor credibilidad posible, para que no se diga que estamos haciendo alguna cosa mala”.
Detalló que están gestionando los gastos con el secretario de Educación, Salvador Martínez della Rocca, mediante el director, José Luis Hernández Rivera, como se hace todos los años.
Explicó que en marzo se canceló el aniversario de la escuela, que también pagan las autoridades, y ahora piden lo básico.
El proyecto de clausura incluye sillas, mesas, mantelería, lonas, y “lo que corresponde al trámite. Hemos cuidado mucho que la gestión se haga por la dirección de la escuela, por respeto a los padres, por cuidar el acompañamiento que hemos hecho, para que no digan que hacemos tratos particulares sin conocimiento de los padres de familia”.
Insistió en que la generación cuida su credibilidad, porque en los últimos años, los acuerdos del comité proclausura “han sido muy mal vistos por la base estudiantil”. La generación anterior llevó como padrinos a la entonces secretaria de Educación, Silvia Romero Suárez, y al asesor y sobrino del gobernador, Ángel Aguirre Rivero, Ernesto Aguirre Gutiérrez, en un salón de fiestas en Chilpancingo.
“No tenemos ninguna necesidad de irnos fuera, porque nosotros consideramos que tenemos todo el derecho de hacerlo aquí, en nuestra casa, si tuviéramos alguna acusación, algún conflicto, entonces nos quedaríamos fuera, pero no ha habido ninguna acusación, por lo que se ha permitido que se haga aquí”.
En 2011, tras el desalojo a balazos en el entronque de la Autopista del Sol, en Chilpancingo, recordó que sus padres fueron por él para que abandonara la normal, “pero muchos decidimos, porque uno abre los ojos, asimila la situación, las realidades de muchas maneras. En primer lugar, muchos en ese momento asimilan la realidad, que tienen necesidad de quedarse o de luchar, y la otra, la posibilidad de combinar los estudios, a muchos lo que nos ha mantenido aquí es esa manera, ve que aquí es la oportunidad de desarrollarse en muchos aspectos, no nada más el educativo”.

468 ad