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Reclama irregularidades en caso de pensión alimenticia por influyentismo

Señor director:

Han sido cinco largos años de desgaste, de incertidumbre, de injusticias para una madre y su pequeña hija a consecuencia del abuso de poder, tráfico de influencias, malas costumbres y conflictos de interés con las que se ha conducido el c. Antonio Torres Montoro, consejero de la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos (Codehum).
El expediente 1387/2010-II juicio de pensión alimenticia , está plagado de serias irregularidades: multas, desacatos, rebeldías, omisiones, quejas, me vine abajo con el procedimiento por pruebas supervinientes, todo cuanto la mala fe pueda arremeter una y otra vez contra dos mujeres que su único delito es procurar, proteger, defender lo más sagrado, los derechos innegociables e incondicionales.
Me atreví a demandar la pensión alimenticia y Antonio Torres Montoro amenazó que si iniciaba el juicio de pensión de alimentos, que me atuviera a las consecuencias, que lo único que conseguiría sería desgastarme y tener serios problemas. Recibo llamadas telefónicas a las horas de la noche, de las cuales el Lic. Ramón Navarrete Magdaleno encargado del despacho de la Codehum , tiene conocimiento y me pidió que levantara una denuncia ante el Ministerio Público y así lo hice. Antonio Torres cumple sus amenazas, su responsabilidad no; va de amparo en amparo, intentando una y otra vez evadir su cuestionada responsabilidad, argumentando que a mi pequeña hija la reconoció por un acto de humanidad, que únicamente le corresponde el 10% de su crisis existencial, que tiene más obligación con un nieto que con su pequeña hija de 10 años, quien maneja un tratamiento médico, del cual siempre está ausente en los momentos de internamiento y momentos cruciales, y hoy se encuentra desaparecido desde el mes de octubre, fecha en que prometió estar presente en el cumpleaños de mi pequeña hija Lupita y desde entonces no sabe nada de él.
He informado de igual manera y solicitado también a la Lic. Lambertina Galeana Marín presidenta del Tribunal Superior de Justicia su intervención y pronta asistencia a fin de revisar, evidenciar, y verificar las serias irregularidades en dicho expediente de la pensión de alimentos; he pedido al Dr. Javier Saldaña Almazán, rector de la UAGro. Que los amigos incondicionales de Antonio Torres Montoro no se presten a su juego sucio y todo ha sido contraproducente.
Por tanto hago responsable al C. Antonio Torres Montoro y amigos incondicionales de todo cuanto acontece en el expediente y de lo que pueda suceder, ya que aun sigo recibiendo llamadas telefónicas a altas horas de la noche, yo no tengo poder ni influencias, tengo depositada toda mi confianza en el justo juez, Jesús de Nazaret, quien todo lo ve, todo lo puede, amén.

Atentamente
Lucila Delgado Álvarez
(Carta resumida).

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