Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Moisés Alcaraz Jiménez *

¿Por qué votar?

 

Mañana los mexicanos elegiremos al nuevo presidente de la República que gobernará este país hasta el año 2018; tambien se renovarán las dos camáras del Congreso federal y en estados como Guerrero, en un hecho inédito, habremos de elegir, además, a diputados locales y a los nuevos integrantes de los ayuntamientos.

Se espera una alta votación, sin aspirar a abatir el tradicional alto nivel de abstencionismo que ha acompañado a los comicios en la historia política contemporánea de nuestro país. Ello a pesar de las intensas campañas proselitistas que en este proceso se registraron, aunque también habría que considerar que ahora los tiempos electorales se redujeron significativamente.

Los pueblos tienen a los gobiernos que se merecen, repiten como reclamo y con mucha insistencia particularmente aquellos ciudadanos que con una cultura civíca más desarrollada tienen la gran virtud y sabiduría de reflexionar un aspecto tan fundamental para la vida en sociedad como lo es la emisión del voto.

El deterioro de las sociedades contemporáneas del mundo, cuya devastación por el incremento de la pobreza y la desigualdad es casi proporcional al avance de la democracia formal, empezará a revertirse cuando la construcción de ciudadanía sea una realidad.

Ninguna sociedad podrá combatir la depredación social del neoliberalsimo con ciudadanos de tercera, la lucha contra ese cáncer que corroe las entrañas de los pueblos requiere de cuidadanos que ejerzan su derecho a votar con plena conciencia de por quién lo hacen, sin dejarse engañar por candidatos perversos ni mucho menos permitir que se les trastoque su voluntad política por parte de aquellos desvergonzados que buscan el voto a través de la coacción o mediante la compra cínica de conciencias a través de miserables láminas de cartón.

Desafortunadamente todavía un amplísimo sector social se encuentra en situación de ser vilmente engañado por candidatos corruptos, demagogos y mediocres. No se piense que este sector está integrado sólo por los más pobres que habitan las regiones más olvidadas del país. También en las zonas urbanas con mayor desarrollo existe ese tipo de votante, inclusive profesionistas y ciudadanos escolarizados que por su desinterés en los asuntos públicos son también presa de la peor clase política y emiten su sufragio por aquellos que cada vez llevan más a este país a la miseria.

Ese sector es el caldo de cultivo para ese tipo de político rapaz, es el que sostiene al neoliberalsmo que nos ha destrozado como sociedad, es el que alimenta de votos a partidos y candidatos al servicio de un modelo económico que nos ha hecho padecer el terror y la zozobra por la ya intolerable inseguridad en la que sobrevivimos, que ha hecho crecer el número de pobres, que ha traido desempleo, desnutrición e insalubridad, que mantiene estancada a la educación y que carece de alternativas para generar el desarrollo social, el progreso y el bienestar de todos.

Es un modelo sin esperanza para más de la mitad de mexicanos que son obligados a vivir en condiciones infrahumanas. Construir la nueva ciudadania y en particular el caso que nos ocupa, construir al nuevo ciudadano que reflexione su voto como única arma para cambiar al modelo económico depredador y al régimen político que lo respalda requiere, más que al ciudadano escolarizado, al ciudadano informado y capaz de conocer el papel que en México juegan los medios de comunicación monopolizados, amafiados con partidos y candidatos que los protegen.

Se trata de medios de comunicación que se han convertido en los grandes electores suplantando la voluntad popular a través de un poderoso instrumento del que disponen: la desinformación, e inclusive, la enajenación o estupidización, como se sabe desde siempre y lo reiteraron con claridad los jóvenes de #Yosoy132.

Superar la desinformación y la ofensiva de los monopolios de la comunicación contra el voto libre, que se han convertido en una sólida barrera contra la democracia es el gran reto de la sociedad abierta, plural y diversa a la que aspiramos.

Por ello es necesario que todos salgamos a votar mañana, con nuestro sufragio podemos cambiar a México. Vote por quien usted quiera, pero no se deje engañar, coaccionar o vender su voto. Si usted cree que el modelo neoliberal es bueno, salga a refrendarlo mañana con su voto. Si usted cree que es posible cambiar ese modelo, hágalo también mañana emitiendo su voto por el cambio que usted crea que le conviene a México.

 

 

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Twitter: MoissAlcarazJim

 

 

* El autor es director estatal de Gobernación

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