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Deja Alejo Zavala el obispado “con una profunda tristeza por la violencia que vive la entidad”

*Oficializa su retiro de la diócesis de Chilpancingo-Chilapa tras haber cumplido 75 años de edad. A partir del 18 de agosto su reemplazo será monseñor Salvador Rangel Mendoza, quien viene de Huejutla

Zacarías Cervantes

Chilpancingo

El ahora obispo emérito de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, Alejo Zavala Castro, hizo ayer el anuncio oficial de que deja el obispado “con una profunda tristeza por la situación de violencia que vive la entidad”.
En una conferencia de prensa en la que estuvo acompañado por el arzobispo de Acapulco, Carlos Garfias Merlos, y el presidente municipal, Mario Moreno Arcos, Zavala Castro informó que en enero pasado presentó su renuncia como obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa y que ya fue aceptada por el papa Francisco, por lo que a partir del próximo 18 de agosto quien se hará cargo de esta diócesis será monseñor Salvador Rangel Mendoza, actual obispo de Huejutla.
Durante el anuncio, Zavala Castro, quien se hizo cargo de esta diócesis durante los últimos 10 años, tras el fallecimiento de su antecesor Efrén Ramos Salazar, dijo que se va preocupado por la situación de violencia que vive el estado.
Zavala Castro, quien antes de venir a hacerse cargo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa estuvo 15 años en la de Tlapa, declaró que igual que el resto de la sociedad la iglesia ha tenido secuestros, desaparecidos, “y consideramos que es una injusticia, al igual que el resto de las desapariciones que se presentaron”.
Sin embargo, a pregunta de los reporteros, el prelado rechazó que su renuncia tenga algo que ver con amenazas por parte del crimen organizado o por la violencia, aunque dijo que “todos estamos preocupados por lo que sucede”.
Después insistió: “Yo no me voy por esta situación, sino porque el derecho canónico señala que el obispo cuando cumple 75 años debe renunciar al cargo”.
Recordó que estuvo en Tlapa, donde fue testigo de la miseria que se presenta en esa región, “en donde caminé muchas veces once horas de ida, y otras once de regreso”, y agregó que en los últimos años estuvo en la región Chilpancingo-Chilapa en donde le ha tocado ver el problema de la violencia.
Pero agregó que la iglesia católica tiene la esperanza de que el nuevo gobierno que surgió del proceso electoral pasado, haga un buen papel en beneficio de la sociedad.
Y a propósito de las denuncias presentadas por la candidata del PRD a gobernadora, Beatríz Mojica Morga, en el sentido de que algunos candidatos, incluido el del PRI a la gubernatura, Héctor Astudillo Flores, están vinculados con la delincuencia, expresó que “nosotros opinamos lo mismo que ustedes, pero ahora tienen que presentar las pruebas, porque no es válido simplemente denunciar”.

Defiende Garfias Merlos el matrimonio tradicional

Por otra parte, el arzobispo de Acapulco, Carlos Garfias Merlos, al ser consultado sobre las bodas gay que anunció el gobierno del estado para este 10 de julio, declaró que es una “minoría” el grupo lésbico gay que se vio beneficiado con la resolución que emitió la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que permite unirse en matrimonio por la vía civil a personas del mismo sexo.
Sin embargo añadió que tienen su derecho de unirse en pareja los homosexuales que así gusten hacerlo, “lo que no es válido es que por unirse los homosexuales se menosprecie el matrimonio tradicional entre un hombre y una mujer”, expresó.
El gobierno de Rogelio Ortega va a apadrinar el próximo viernes 10 en Acapulco la primera boda gay masiva, y según la coordinadora estatal del Registro Civil, María Inés Huerta Pegueros, el enlace matrimonial por el civil será gratuito.
Consultado al respecto, el arzobispo respondió que la iglesia católica está en desacuerdo con la Suprema Corte de Justicia de la Nación que ha declarado inconstitucional el matrimonio tradicional.
Y luego dijo que “si se quiere apoyar a esta minoría de la comunidad lésbico gay, si se les quiere dar a ellos el camino para que ellos puedan estar unidos, deben de hacerlo constitucional, eso es válido; pero lo que no es válido es que se menosprecie y de alguna manera se atente contra la familia tradicional”.
Garfias Merlos condenó que las personas del mismo sexo ya unidos en matrimonio civil, puedan adoptar niños. Dijo: “el que adopte a un niño para que lo tengan dos personas del mismo sexo, no será algo adecuado para el desarrollo del menor”.
“Si una familia tradicional tiene muchas dificultades para formar a los hijos, una familia formada por dos hombres o dos mujeres que adopte a un niño va a ser más impropio para que tenga mejores condiciones para su desarrollo”, manifestó el arzobispo.
En la conferencia de prensa se informó que el obispo Alejo Zavala será sustituido el próximo 18 de agosto por Salvador Rangel Mendoza, actual obispo de Huejutla, Hidalgo, designado por la Santa Sede el pasado 20 de junio.

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