Celebra hoy la Filmoteca de la UNAM 55 años de preservar la memoria fílmica del país

*Entre los actos destaca la restauración de la cinta Reed México Insurgente de Paul Leduc y materiales de la Revolución que serán parte de una película llamada El poder de la mirada, documental de José Ramón Mikelajáuregui

Melissa Amezcua / Agencia Reforma

Ciudad de México

Con las restauraciones del filme clásico de Paul Leduc, Reed México Insurgente, y de materiales de la Revolución que serán parte de una película llamada El poder de la mirada, la Filmoteca de la UNAM celebra hoy su 55 años de preservar la memoria fílmica del país.
La primera cinta, dirigida en 1970 bajo la producción de Bertha Navarro (quien recientemente fue galardonada con el Ariel de Oro a la trayectoria), recrea el viaje a México del periodista John Reed y su experiencia vivida durante la Revolución a partir de 1913.
Su restauración, precisó Guadalupe Ferrer, directora de la Filmoteca, fue posible gracias a la donación de materiales de Navarro y al apoyo de la Cinemateca de Bélgica.
En el caso de la segunda, que será un documental de José Ramón Mikelajáuregui, contendrá secuencias de 1918 a 1927 que son parte de una colección del Archivo Toscano y la Colección Téllez.
Con ello, Mikelajáuregui continúa la labor del rescate visual de una época que inició con La historia en la mirada, filme con imágenes de 1910 a 1917.
Otra joya que se añadirá este año al acervo de la institución es Puño de hierro, de Gabriel García Moreno, que se convertirá en la cinta mexicana número 15 que es restaurada en los últimos 7 años.
El largometraje de 1927 fue uno de los primeros en abordar el tema de la drogadicción en el cine nacional.
Además, es el segundo de este director que se rescata, el primero fue El tren fantasma y la tercera cinta que filmó, Misterio, está extraviada.
“El material de Puño de hierro estaba con hongos, pudriéndose, casi echándose a perder por la sulfatación, pues es una película de nitrato. Se rescató y se hizo una copia fotoquímica”, expresó Alvino Álvarez, director del área de Restauración de la Filmoteca.
El criterio para que la institución restaure un filme depende de un comité curatorial que valora su importancia dentro del periodo al que pertenecen, su estética, el aporte de contenido visual y el autor, según Álvarez.
La cinta debe estar en los archivos de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, de la Filmoteca o el particular dueño de la misma debe proporcionarla.
Un título cuya remozada es de resaltar, destacó Guadalupe Ferrer, es El bolillo fatal, cinta boliviana de Luis Castillo, exhibida únicamente en 1927 y restaurada a petición de Bolivia.
El documental narra el juicio y fusilamiento de Alfredo Jáuregui, acusado de matar al ex presidente boliviano José Manuel Pando en 1917.
La Filmoteca planea, en los próximos meses, en fecha por establecer, otras actividades para celebrar las cinco décadas y media de su fundación.
Se trata de una exhibición de 300 objetos precinematográficos y cinematográficos en Universum, como parte del Año de la Luz, una exposición en el Campo de Las Humanidades de Ciudad Universitaria con las 69 películas que se han filmado en las instalaciones de la UNAM.
En septiembre, la realización de La Semana del Nitrato, que presentará cintas filmadas en este formato.
“Las nuevas generaciones van a tener la oportunidad de ver un nitrato. Están acostumbrados a ver materiales en HD o copias de esas películas en la televisión, en acetato o poliéster, pero un nitrato nunca lo han visto, que es una textura diferente.
“No sabemos cuánto tiempo más vaya a aguantar ese material, quizás en dos o tres años más ya no se pueda ver”, expresó Álvarez, precursor de esta muestra planeada para la Sala Julio Bracho del Centro Cultural Universitario.