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También en Bolivia aboga Francisco por la ecología y Evo lo llama el Papa de los pobres

*Bergoglio rinde homenaje al jesuita Luis Espinal asesinado por luchar por la democracia. Insta a Bolivia y Chile a soluciones compartidas por el mar

DPA / EFE

La Paz / Alto Bolivia / Santiago de Chile / Asunción

El papa Francisco invocó ayer a mantener la unidad familiar, el respeto al medio ambiente e instó al diálogo y a soluciones compartidas por el mar a los gobiernos de Chile y Bolivia en su visita a El Alto y La Paz.
“Una tierra bendecida en sus gentes, con su variada realidad cultural y étnica, que constituye una gran riqueza y un llamado permanente al respeto mutuo y al diálogo”, dijo en su primera intervención en tierras bolivianas, después de aterrizar a las 17:27 horas en el aeropuerto de El Alto.
El presidente boliviano, Evo Morales, abrazó al pontífice al recibirlo al pie del avión y colgó a su cuello una “ch’uspa” (pequeña bolsa andina con hojas de coca en su interior).
A pesar de que El Alto se ubica a 4 mil 100 sobre el nivel del mar, el papa Francisco no masticó las hojas de coca, que son utilizadas para mitigar los efectos del mal de altura. Sin embargo, según la televisora estatal Bolivia TV, el pontífice bebió te de coca en el avión que lo trasladó desde Ecuador, la primera parada de su gira sudamericana, que lo llevará luego a Paraguay.
Francisco, de 78 años, expresó en varias ocasiones afecto y mucho cariño por los bolivianos por el contacto diario que tuvo con los migrantes de esa nacionalidad cuando era obispo de Buenos Aires.
A su llegada a El Alto ratificó ese aprecio. “Llevo en el corazón especialmente a los hijos de esta tierra, que por múltiples razones han tenido que buscar otra tierra que los cobije, otro lugar donde esta madre los haga fecundos y posibilite la vida”, dijo ante la mirada de Morales.
Sobre la familia precisó que “merece una especial atención por parte de los responsables del bien común, porque es la célula básica de la sociedad”.
El acto de El Alto, que duró 45 minutos, concluyó con “Jallalla” (salud, en aymara) con la bendición del papa y un recuerdo a la Virgen de Copacabana, patrona de Bolivia.
Luego rindió homenaje póstumo al sacerdote jesuita Luis Espinal, asesinado hace 35 años por luchar por las libertades democráticas de los bolivianos. El pontífice hizo un alto en su recorrido por la autopista de 12 kilómetros que une las ciudades de El Alto y La Paz para rendir tributo religioso al fallecido sacerdote.
“El padre Espinal predicó el evangelio, y ese evangelio molestó. Y por eso lo eliminaron”, sostuvo.
Tras una reunión privada en Palacio Quemado, en La Paz, el presidente Morales le entregó otros obsequios al sumo pontífice: un crucifijo de bronce, una casulla blanca de alpaca, el Libro del Mar, otro libro autobiográfico escrito por Iván Canelas y un cuadro de la Virgen del Socavón hecho con granos de quinua real.
Además se le confirió al ilustre visitante la máxima condecoración del Cóndor de los Andes.
El papa Francisco retribuyó con la entrega de la nueva encíclica “Laudato Si” sobre el cuidado del medio ambiente, que fue presentada por el Vaticano en junio.
En el último acto en la Catedral Metropolitana de La Paz, Francisco instó a los gobiernos de Bolivia y Chile a buscar soluciones compartidas al conflicto por un acceso soberano al mar del país andino.
“Todos los temas, por más espinosos que sean, tienen soluciones compartidas. Tienen soluciones razonables, equitativas y duraderas”, dijo en un encuentro con diplomáticos, autoridades y religiosos.
“Estoy pensando en el mar: diálogo es indispensable. Construir puentes en vez de levantar muros”, agregó.
En respuesta, el canciller chileno, Heraldo Muñoz, afirmó ayer que su país ha estado “siempre abierto al diálogo” con Bolivia, al que acusó de frustrar la plática tras una demanda que interpuso ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya para exigir una salida soberana al mar.
Por su parte, el presidente de Bolivia, Evo Morales, aprovechó ayer la visita del papa Francisco para hablar del mar perdido ante Chile, y pidió justicia en el acto de bienvenida al pontífice argentino en la terminal aérea de El Alto.
“Usted ha llegado a una tierra de paz que busca justicia. Bienvenido a una parte de la patria grande a la que se le ha mutilado su derecho de acceso al mar mediante una invasión”, dijo.
Morales habló tres minutos porque hubo una demora en la llegada del papa Francisco desde Ecuador, primera escala de su gira sudamericana, que también incluirá a Paraguay.
“Recibimos con los brazos y el corazón abierto al Papa de los pobres, a quien se identifica con San Francisco de Asís, que renunció a los bienes materiales y fue consecuente a favor de los pobres”, destacó Morales.
El mandatario boliviano le entregó una pequeña bolsa andina que su interior contenía hojas de coca que el papa Francisco no masticó en la ceremonia de bienvenida en El Alto, ubicada a 4 mil 100 metros sobre el nivel del mar.
Bolivia inició en abril de 2013 un juicio contra Chile en la CIJ de La Haya. La Paz quiere que la corte obligue a Santiago a negociar una salida al mar. La fase de alegatos orales se realizó en mayo pasado y para los próximos meses se aguarda que la CIJ se declare competente o no de atender la demanda boliviana.
Tras tres horas y media de visita y sorbos de té de coca, el pontífice argentino partió a la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, donde pernoctará en la residencia del único cardenal boliviano, Julio Terrazas.
Francisco es el segundo papa en pisar tierra boliviana en 27 años, después de que Juan Pablo II realizara una visita a seis ciudades del país en mayo de 1988.
El jueves el papa celebrará una liturgia y se reunirá con delegados del Segundo Encuentro Internacional de Movimientos Populares, mientras que el viernes dialogará con presos de la cárcel de Palmasola y religiosos para proseguir por la tarde viaje hacia Paraguay.
El papa Francisco finalizó ayer su estancia de cuatro días en Ecuador y dejó el país, rumbo a Bolivia, con bendiciones y mensajes de compromiso social, al instar a los religiosos a no olvidar nunca que su misión es servir al pueblo.

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