Acusa la CNDH omisión del gobierno de Puebla en el caso del niño que murió por proyectil policiaco

*De la recomendación por violaciones graves 2/2014, cinco de los 11 puntos están pendientes de cumplimiento; en particular, aquellos relacionados con la sanción penal y administrativa de los responsables

Diana Baptista y Norma Herrera / Agencia Reforma

Ciudad de México

A un año de la muerte de un niño por un proyectil lanzado por policías estatales, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) informó que el gobierno de Puebla no ha cumplido con la recomendación emitida.
De la recomendación por violaciones graves 2/2014, cinco de los 11 puntos recomendatorios están pendientes de cumplimiento; en particular, aquellos relacionados con la sanción penal y administrativa de los responsables.
El 9 de julio de 2014, durante una manifestación en la comunidad San Bernardino Chalchihuapan, en la autopista Puebla-Atlixco, elementos de la Secretaría de Seguridad Pública usaron de forma excesiva y negligente 478 cartuchos y granadas de gas lacrimógeno.
El niño José Luis Tehuatlie Tamayo, de 13 años, fue impactado por alguno de los 64 proyectiles de largo alcance utilizados por los elementos policiales, lo cual le provocó hemorragia y edema cerebral, lo que provocó su fallecimiento el 19 de julio del año pasado, mientras era atendido en el Hospital General del Sur.
Desde su casa de Santa Clara Ocoyucan, Elia Tamayo, madre de Tehuatlie, afirmó que el menor fue una víctima de las acciones del gobierno para reprimir al pueblo que se exigía tener de regreso el Registro Civil en Chalchihuapan.
La mujer negó que su hijo estuviera en la manifestación del 9 de julio, en la que los pobladores se enfrentaron con elementos de la policía municipal.
Tamayo aseveró que los policías invadieron el puente, que es la única entrada a la comunidad.
La madre de la víctima aseveró que ella y José Luis iban caminando hacia su casa cuando el menor fue herido.
Detalló que José Luis salió de la escuela secundaria Ricardo Flores Magón y pasó por ella al campo, donde estaba trabajando.
“Él pasó por mí al campo, su escuela estaba enfrente del puente y cuando veníamos caminando a la altura del puente yo sólo vi que se cayó y en ese momento me sentí perdida”, dijo.
Pobladores de Chalchihuapan aseguraron que las fotografías en las que al niño se le ve en la manifestación son fotomontajes que difundió el gobierno para cambiar la versión de los hechos.
Elia aseguró que desde que José Luis resultó herido y hasta que falleció vivió un infierno lleno de hostigamiento.
“Desgraciadamente ahí vivimos un dolor tan grande que toda persona se quería aprovechar de nosotros, nos hostigaron, nos secuestraron y cuando según recibían mi declaración querían darme las palabras que yo tenía que decir.
“Ellos querían que dijera que fuera el pueblo el que dañó a mi hijo, pero yo sólo estaba diciendo la verdad”, declaró.
La madre de la víctima reconoció que el gobierno del estado intentó ofrecerle despensas, trabajo para su esposo y becas para sus hijas a cambio de que no revelara la verdad de los hechos.
Pero Elia dijo que nunca lograron comprarla y que no descansará hasta lograr la justicia por el deceso de su único hijo varón.