Mantienen indígenas me’phaa en La Sabana su lucha para tener un médico de planta

Sergio Ferrer

Tlapa

Hombres y mujeres del pueblo me´phaa La Sabana mantienen una lucha por el acceso al derecho a la salud, el cual se ha visto violentado al no contar con médico de manera permanente, lo que ha ocasionado decesos; entre ellos una muerte materna en 2010, otra por desnutrición, la de un bebé, además de existir casos de desnutrición y falta de atención especial a niños con algún trastorno genético.
Este esfuerzo se da a través de una denuncia presentada ante la Comisión de la Defensa de los Derechos Humanos (Codehum) en Guerrero, respaldados jurídicamente por el Centro de Derechos Humanos de La Montaña, Tlachinollan. Otro punto, se da por cuestiones de inconformidad respecto al trato del médico de brigada hacia los indígenas.
Durante la recopilación de testimonios y una inspección realizada el martes por personal la delegación de la Codehum en La Montaña, pobladores exigieron al gobernador Ángel Aguirre; al secretario de Salud, Lázaro Mazón; a la Jurisdicción Sanitaria y al propio médico que acude mensualmente, que visualicen y solucionen los problemas en materia de salud.
Dentro de los testimonios, Lázaro Marín testificó que su esposa de 29 años, Martiniana González Basilio murió el 25 de julio de 2010 y sufrió mucho al no tener atención médica adecuada, aunque tenía todos los requisitos que se solicitan. Después de dar a luz a una niña en la madrugada, una partera no le pudo sacar la placenta, intentaron buscar al médico pero no estaba, ella falleció cuando su marido fue a buscar una pasajera para llevarla a Tlapa dos horas después.
El viudo, dijo que no quieren que a otras mujeres les pase lo mismo y por eso decidió declarar. Se quedó con dos hijos. Durante la rendición de declaraciones, las cuales fueron interpretadas por una mujer me´phaa universitaria, el médico se acercó a la comisaría y cuestionó al comisario.
Otro testimonio lo proporcionó Basílica Orihuela Basilio, presidenta del Comité de Mujeres en Gestoría, quien señaló la falta de personal médico. El 4 de enero, vecinos de La Sabana, bajaron a la ciudad de Tlapa para cuestionar la falta de brigadas de atención médica desde octubre, ya que entre otros enfermos había personas con problemas respiratorios y hacía falta el control de la maternidad en mujeres embarazadas.
En Tlapa, el 25 enero se dirigieron con el jefe de la Jurisdicción Sanitaria, Alfredo Tito Arroyo, para pedirle una respuesta a su oficio, pero un funcionario de apellido Rosales, sólo les contestó que el vehículo estaba descompuesto.
Según testimonios, Antonio de Jesús Ponce, responsable de la Brigada 05, ha regañado a señoras diciéndoles que mejor se vayan a echar tortillas en vez de estar de “chismosas”. El día de la visita de la Codehum, una mujer señaló que el médico la dejó para el día siguiente “a ver si la podía atender”, ya que estaba haciendo otras cosas.
El 14 de febrero regresó la brigada médica, sin embargo, los horarios resultan inadecuados al llegar a ser las citas hasta en la madrugada en un lugar donde predomina el clima frío, además de existir un conflicto agrario entre comuneros de Tlacoapa y Ocoapa , lo cual, a decir de declarantes, no ve el médico.
Los indígenas piden no hacer favoritismos, tener un trato digno y médico permanente, ya que “no se enferma uno cada mes, esa no avisa” expresó un asistente a una asamblea del pueblo.
Piden atención para niños especiales

En la comunidad, hay varios niños que requieren atención especializada, en breve entrevista traducida, la madre de Adriana, una niña de cinco años con síndrome de Down, dijo que le cuesta poder bajar al hospital a que le hagan nebulizaciones a su hija, pidió atención especializada y que le den también capacitación sobre los cuidados de su hija.
Sergio Marín Neri, es un niño que según comentó su madre, presenta desnutrición, pero aunque le dieron medicamentos no se le quita el problema del cuerpo, reprochó. Él presenta una tetraplejia, una joven que lo ha visitado, comenta que le gusta dibujar en las últimas hojas de los cuadernos de sus hermanos, nunca ha ido a la escuela.

Convoca el médico a reunión

Un día después de la visita de la Codehum a la comunidad, el médico pidió una explicación al comisario y cuestionó porqué se había publicado una queja periodística y le pidió convocar a una reunión al día siguiente para disculpar al pueblo y realizar acuerdos, además de preguntarle quién encabezó la denuncia.
En dicha reunión, estuvo presente la abogada de Tlachinollan, Neil Arias. Al tomar la palabra, mucho más calmado que de costumbre según campesinos, de Jesús Ponce señaló que no quería que la situación afectara ni a los habitantes ni a él, arguyó que tiene jefes y que debe atender otras siete comunidades como brigada, aseguró que se le acusaban de cuestiones que no había cometido jamás, por lo que no le era agradable lo que estaba pasando.
Aseguró, tras mencionar una nota periodística, que no era justo que le salieran con eso cuando él había dado todo, detalló que no era toda la gente, después aceptó que en ocasiones estaba cansado y que le resultaba difícil cubrir en tiempo las comunidades.
Al proponerse un horario adecuado por la mañana para la atención médica, el funcionario aceptó, aunque inquirió que después no se quejaran de que trabajaría hasta las tres y media de la tarde, “mis ocho horas, no más”. Aclarando que sólo en casos de emergencia.
En su intervención, la enfermera recordó que trabajan desde el 2009, y no desde hace 10 años como escribió erróneamente el reportero, y señaló que varios promotores los habían abandonado, incluso a las unidades móviles, además refirió que su intención era ayudar a que cambiaran de mentalidad y ofreció una disculpa, destacando que su único interés era ayudarlos.
Personas de la comunidad, solicitaron se leyera la nota del El Sur, periódico que no llega a esas zonas de La Montaña lo que procedió a efectuar el médico. Después, tanto el médico como el promotor cuestionarían diversos puntos de la queja lo que originó la participación de la abogada de Tlachinollan.
Neil Arias, expuso que la queja iba a diversos niveles de autoridades no sólo contra el médico, ante la visible falta de acceso a un derecho humano como los servicios adecuados de salud, alcantarillado planificado, agua potable. Enumerando y explicando cada uno de los puntos de la queja.
El médico negó acusaciones y aseveró que no aceptaría incluso de Tlachinollan cosas que según él no cometió. Dijo tener mucha actividad y que no sólo daba consultas sino tenía muchas otras cosas que hacer como las pláticas de Oportunidades.
En caso de que una mujer embarazada tenga que viajar a un hospital, tiene que viajar con miedo a los golpeteos dentro del vehículo en una brecha de difícil tránsito en época de lluvia, además de costarles entre mil quinientos y tres mil pesos el viaje especial al no haber mucho transporte en la comunidad.