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Denuncian ONG injusticia e impunidad en los casos de dos mujeres que sufrieron violencia

En el primero, la víctima es la ex esposa del dirigente de la Logia Masónica del estado de Guerrero, Rodolfo Sámano, y en el segundo, la agredida es la nieta del decano de la UAG, Aurora Ulloa, quien fue violada por un intendente de la estancia infantil Benita Galeana

Zacarías Cervantes

 

Chilpancingo

 

El Instituto Guerrerense de Derechos Humanos y el colectivo La Madeja presentaron ayer los casos de dos mujeres que han sido víctimas de violencia física, económica y sicológica. También denunciaron la injusticia y la impunidad de que gozan los victimarios. El primer caso es el de Cleotilde Barraza, quien denunció a su esposo, “el respetable y gran maestro” de la Logia Masónica del estado de Guerrero, Rodolfo Sámano García, quien la mantiene sometida a violencia física, económica y sicológica, a pesar de que hace más de un año que se encuentran divorciados. La segunda mujer, es Aurora Ulloa Huerta, quien denunció la violación de su hija en la estancia infantil Benita Galeana de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG) y el caso ha sido desdeñado por las autoridades universitarias. Mientras que la magistrada, Adela Román Miranda, ordenó la “reposición del procedimiento” judicial que se le siguió al violador, el intendente de la estancia, Fidel Robles Jiménez, con la intención de ponerlo libre, a pesar de que el juzgado ya sentenció en su contra 13 años y 2 meses de prisión así como una reparación del daño de 10 mil pesos. En conferencia de prensa en las oficinas de La Madeja, las dos mujeres fueron presentadas por Silvia Castillo del Instituto Guerrerense de Derechos Humanos y por Eva García Estrada, ambas integrantes de La Madeja, una organización que se encarga de la documentación de casos de mujeres que sufren cualquier tipo de violencia. Silvia Castillo denunció que a pesar de las recientes reformas a los códigos penal, civil y a la Ley de Acceso a las Mujeres a una Vida sin Violencia, que contienen un avance significativo en la protección de los derechos de las mujeres, casos como éstos siguen ocurriendo. Cleotilde Barraza denunció que se casó con Sámano García a los 17 años y que en los 36 años que estuvo viviendo con él le impidió seguir estudiando, “porque la mujer debe estar en la casa, esperando al marido para atenderlo”. Además dijo que durante todo el tiempo que permaneció casada con él la sometió a violencia física, económica, sicológica y patrimonial. Explicó que todo lo aguantó por sus hijos, de quienes esperó que crecieran y una vez logrado que éstos terminaran sus estudios, procedió a solicitar el divorcio, situación que logró apenas hace más de un año. Sin embargo denunció que su ex marido, a pesar de ello sigue golpeándola y amenazándola de muerte, pues se encuentra inconforme de que el juzgado civil que disolvió el matrimonio resolvió que ella se quedara en la casa y que él se saliera. Denunció que la golpiza más reciente fue el 24 de diciembre del año pasado, pero que las amenazas ahora siguen también por Esteban Serna García, hermano de Natividad Serna, la actual pareja de su ex esposo. Indicó que no han servido sus peticiones a las distintas autoridades, incluso acudió al Gran Comendador de la Logia Masónica de los Estados Unidos Mexicanos, Felipe Vitela Mora, pues su esposo depende de él, pues es el “Muy Respetado y Gran Maestro de la Logia Masónica en el Estado de Guerrero”. Informó que Vitela le respondió que ya habló con él pero que el hostigamiento sigue. La mujer aseguró que ha pedido incluso una orden de restricción al juez, misma que le fue expedida, pero si acaso disminuyeron sus visitas, pues a veces visitaba su casa dos o tres veces por noche y que algunas de ella iba en la madrugada. Por tal motivo dijo que ahora, además de las medidas restrictivas en contra de su ex esposo, ha colocado siete candados para evitar que entre. En el caso de Aurora Ulloa Huerta, dijo que por la violación de su hija en la estancia infantil Benita Galeana, el 14 de junio del 2010 por parte del intendente, Fidel Robles Jiménez, primero sufrió el hostigamiento y la represión de la directora Lucía Lorenzo Díaz, “como si yo hubiera sido la delincuente”. Dijo que incluso la directora y el grupo que la apoya se molestaron hasta porque llevó a su hija violada el día de la clausura, el 30 de junio. “Me dijo que todavía había tenido el descaro de acudir a la clausura, que si no tenía vergüenza”. Ello a pesar de que el juzgado encontró culpable a Fidel Robles a quien le impuso una sentencia de 13 años 2 meses de prisión y la reparación del daño por 10 mil pesos. La madre de la niña, dijo que, afortunadamente, encontró el apoyo de la entonces Fiscal Especial en Delitos Sexuales, Dominga Chávez. Pero dijo que su intención era entrevistarse con el rector de la UAG, Ascencio Villegas Arrizón para presentarle la información del caso, decirle que, además, el agresor a pesar de que fue declarado culpable, seguía cobrando y que pusiera más atención a esa estancia infantil porque estaban pasando cosas graves, pues el caso de su hija no es el único. Sin embargo, denunció que a pesar de la intervención del diputado Catalino Duarte, el rector nunca la recibió. Ulloa Huerta, quien es hija del fallecido decano de la UAG, Arturo Ulloa, dijo que el problema es que ahora el violador apeló la sentencia y que la magistrada Adela Román le dijo recientemente que encontró una serie de violaciones en el expediente y que pidió la “reposición del procedimiento”. Informó que también recientemente se enteró que Fidel Robles, de 29 años de edad, es ahijado de la esposa del asesinado diputado Armando Chavarría, Martha Obeso Cázares, quien intervino ante la magistrada Adela Román para que favoreciera a su ahijado con una nueva sentencia que lo exculpe del delito de violación.

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