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Confronta a vecinos la poda de un árbol de 15 metros en Infonavit Alta Progreso

Abel Salgado

La poda de un árbol de poco más de 15 metros en la calle 7 de diciembre, de la colonia Infonavit Alta Progreso realizado, confrontó ayer vecinos. Un grupo acusó que con la intervención de la dirección de Áreas Verdes, los dueños de departamentos de la planta baja de los edificios aseguraron que las raíces habían alcanzado las tuberías de sus hogares y bajo ese argumento solicitaron la intervención de la dependencia municipal.
El señor Hildeberto González Gutiérrez, dijo que estaba en contra del desramado porque daba sombra a quienes subían caminando, además de ser un pulmón para los edificios cercanos. “Yo no quiero que le pase el síndrome del perro pequeño, que al crecer ya nadie lo quiere”.
Denunció que el sábado pasado iniciaron con la poda y ayer continuaron dejando el tronco solo. Señaló que estaría de acuerdo siempre y cuando se realice un estudio técnico para determinar el daño al edificio. Aseguró que la acción fue “plan con maña”, pues las dos veces que podaron llegaron en fin de semana a las siete de la mañana, cuando no hay funcionarios ante quién quejarse.
Los condóminos discutieron porque los trabajadores cada vez cortaban las pocas ramas que quedaban exponían sus puntos de vista. Quienes se dijeron directamente afectados por las raíces del árbol tipo Trueno, enfatizaron que los seres humanos tenían más valor que éste. Según señalan, al podarlo dejará de crecer y sus raíces ya no provocarán más daño.
Una de las vecinas que no quiso dar su nombre, pero dijo vivir en un departamento cercano, afirmó que las raíces sí estaban dañando al edificio, en especial la red de tuberías, porque hace un mes cambió su medidor y tuvo que sustraer una raíz porque esta reventó la tubería.
El grupo de tres señoras que solicitaron el servicio de la dirección de Áreas Verdes desde hace un año, dijeron que además de las raíces, el árbol tenía plaga de gusanos y con ello aumentó el número de murciélagos que llegaban en las noches y al defecar manchaban el edificio D-1.
Los defensores del árbol lamentaron que la solicitante de la poda del árbol que se encontraba presente no les mostrara los documentos para cerciorarse de que el trámite ante la dependencia municipal se realizó “en términos de ley”, y acusaron que se llevó a cabo en la ilegalidad. Pidieron a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales y Protección Civil municipal y estatal para que se analice el supuesto daño de las raíces a los edificios y sean ellos quienes determinen la vida del árbol, que tendrá unos 40 años de edad

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