Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Carlos García Jiménez

Bajo el ala del sombrero

* Nuevas formas de pensar y actuar para enfrentar la crisis global

Lluvias que llegan sólo con huracanes, sequías cada vez más drásticas aun en época de lluvias, efecto de mar de fondo que irrumpe el litoral costero, delincuencia inmiscuida hasta la médula en la estructura social y política, corrupción galopante en el gobierno, elecciones que solamente benefician a la clase política, impunidad desvergonzada en la procuración de justicia (a presos, levantados y asesinados), uso y fomento indiscriminado de agroquímicos en la agricultura, recorte presupuestal a programas sociales, salarios exorbitantes a altos funcionarios públicos, pobreza y hambre en aumento…
Son estos algunos efectos de la crisis global que afecta ya agudamente en los ámbitos económico, social, cultural, político y ambiental. Revertirlos, mitigarlos o manejarlos adecuadamente es el desafío de nuestra generación. Pero hacerlo como siempre se ha hecho (desde el escritorio, con acciones inmediatistas y sin involucrar a los pobladores) es agudizarlos aún más.
La dimensión de esta crisis, y su impacto cada vez más aterrador para la continuidad de la vida en el planeta, nos plantea a todos los ciudadanos con un mínimo de sentido común, y a todo funcionario público con una chispa de honestidad, modificar nuestras actuales formas de pensar y actuar. Transitar hacia un pensamiento reflexivo (capaz de entender en su justa dimensión la interrelación compleja de los distintos problemas) y una actitud activa, crítica, propositiva y actuante, es el desafío que tenemos enfrente. El dilema hoy día es: actuar y ver por los demás, o seguir pensando en nuestro interés mezquino y de corto plazo.
Las nuevas formas de pensar y actuar conllevan una toma de conciencia, un cambio de actitud y un atreverse a impulsar acciones modestas que aporten soluciones de largo plazo. Y esto debe convertirse en un movimiento de cambio, y una nueva cultura de vida
En los últimos años, a contracorriente de la mentalidad conservadora y paternalista, promovida desde los programas públicos, en Guerrero se han venido desarrollando iniciativas innovadoras que bajo una nueva forma de pensar y actuar ya constituyen alternativas viables para enfrentar la crisis global que padecemos. Veamos algunas:
Producción y manejo de insumos agroecológicos. Hace 20 años cuando inició el Programa de fertilizantes químicos era impensable el uso de abonos orgánicos. Hoy día ya es del dominio popular los efectos perniciosos de los agroquímicos, y un importante sector de campesinos usan en sus actividades agrícolas compostas, lombricompostas, bocashi, abonos verdes, micorrizas, biofertilizantes, abonos minerales, etc. Si en el sector público se reconocen estas innovaciones y se incorporan más ampliamente en los programas públicos rurales, estaremos transitando, aunque tardíamente, hacia la agricultura del siglo XXI.
Producción diversificada. Para no depender solamente de un cultivo, no agotar la tierra y no fomentar la reproducción de plagas y enfermedades, muchos campesinos han fortalecido el manejo agroecológico de sus parcelas mediante la rotación de cultivos, los cultivos intercalados (agroforestería) y la asociación de cultivos. Un claro ejemplo de esto es la milpa agroecológica: un sistema de cultivo de maíz, frijol, calabaza, en el que se eliminan la quema de rastrojos y los agroquímicos.
Comercio justo. Muchas organizaciones de productores (cafetaleros, jamaiqueros, mezcaleros, maiceros, etc.), han comercializado directamente en el ámbito internacional, nacional y regional, logrando mejores precios para sus cosechas. Con esto, han abierto un camino alternativo al de los intermediarios tradicionales. La propuesta del Frente Popular para que Diconsa adquiera 35 mil toneladas de maíz directamente de los campesinos, es una acción que abona en este sentido.
Bienvenidas estas y muchas otras iniciativas…

Cambiar Bajo el ala del sombrero

Algunos lectores que meses atrás tuvieron la oportunidad de leer esta columna, se han preguntado ¿por qué Bajo el ala del sombrero? No obstante que en los temas abordados está implícito su significado, no está demás una explicación adicional a propósito de su relanzamiento a partir de la presente entrega.
Figurativamente nos referimos a los campesinos, a ese sector de la población que vive en el campo y del campo; pero también a sus representantes y organismos sociales que desde lo local y con pequeñas acciones persisten bajo el sol y la lluvia (protegiendo su cabeza y cuerpo bajo el ala del sombrero) en preservar la forma armoniosa de vivir con la naturaleza y bajo los principios de solidaridad y ayuda mutua. Esta forma de pensar y actuar es la que buscamos rescatar, fortalecer y posicionar en el ámbito y discurso público como una posibilidad para salvar al mundo.
Entonces, Bajo el ala del sombrero es una iniciativa que busca generar una mentalidad de cambio, una cultura de participación y una visión de largo plazo en la solución de los problemas que atañen a todos. Inducir un nuevo sistema de pensamiento que induzca en la mente del campesino y de la población en general los valores de preservación de los recursos naturales, productividad diversificada, soberanía alimentaria, transparencia y contraloría social de los programas públicos, concurrencia de recursos públicos y sociales, organización social autogestiva, etc. Todo ello para contrarrestar los valores dominantes que reproducen la dependencia, la discrecionalidad, el paternalismo, el clientelismo, la impunidad.
Este es un desafío que buscamos compartir con nuestros lectores. Pues como dice la Vía Campesina, la organización internacional más importante de este sector: “La mayor parte de la población mundial está formada por campesinas y campesinos. Incluso en un mundo altamente tecnificado, la gente come alimentos producidos por los agricultores. La agricultura campesina no es sólo una actividad económica, sino que constituye el sustento vital de todas las personas. La seguridad de la población depende del bienestar del campesinado y de la agricultura ecológica…”
Porque en el campo y sus habitantes hay propuestas, creatividad y visión estratégica, relanzamos Bajo el ala del sombrero con la convicción de que solamente la unión de voluntades y la información compartida nos permitirán transitar hacia actitudes sociales e institucionales más humanas, justas, democráticas y sustentables.
A pleno sol: Pese a la resistencia y burocratismo de Sagarpa para transparentar el ejercicio de los programas públicos rurales, la Comisión de Contraloría Social del Frente Popular para el Desarrollo de Guerrero, ya empezó el monitoreo de paquetes de insumos del Programa de Incentivos para Productores de Maíz y Frijol (PIMAF), y está al pendiente de la manera en que operará el componente de asistencia técnica…

*Bajo el ala del sombrero, un espacio de análisis y propuestas para la transformación del campo desde la visión y acción de los actores sociales rurales.

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