No tiene prisa en entregar el Ayuntamiento ni atacó el INE, responde el MPG de Ayutla al gobernador

Jacob Morales Antonio

El Movimiento Popular Guerrerense (MPG) de Ayutla informó que no tiene prisa en entregar el Palacio Municipal, y se deslindó de los ataques a la sede del Instituto Nacional Electoral (INE) del distrito 08 por los que, según el gobernador Rogelio Ortega Martínez, hay denuncias federales en contra de los dirigentes del movimiento.
Un líder de la organización que pidió omitir su nombre, dijo en consulta telefónica que personas ajenas al movimiento por la presentación con vida de los 43 normalistas de Ayotzinapa, incurrieron en actos “vandálicos” contra el inmueble del INE en Ayutla, que fue “gente que venía de fuera”.
El lunes, el gobernador dijo que el gobierno del estado no presentó denuncias en contra de los dirigentes que desde el 19 de octubre tienen cerrado el Ayuntamiento, para exigir la presentación con vida de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos, pero que el órgano electoral federal sí actuó legalmente en contra de los activistas.
El dirigente del MPG dijo que ha solicitado al gobernador su intervención para que el INE desista de las denuncias que hay en la Procuraduría General de la República (PGR).
Informó que agentes federales han preguntado por los dirigentes del movimiento en la cabecera municipal, pero no se sabe a quiénes se busca.
Indicó que los integrantes del MPG no tienen prisa en entregar el Ayuntamiento, porque a casi diez meses de la desaparición de los estudiantes no hay una respuesta de las autoridades.
El activista dijo que el movimiento en ese municipio luego de la desaparición de los estudiantes, fue el más pacífico en el estado, sin embargo hubo actos de personas foraneas que se integraron a las protestas.
El 26 de mayo, a ocho meses de la desaparición de los 43 normalistas hubo una marcha de limpieza electoral, que consistió en retirar la propaganda de los políticos y partidos de las calles, que quemaron frente al INE, donde militares impidieron el paso a los manifestantes que con un barrote tumbaron los accesos, y los militares lanzaron gases lacrimógenos.