Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

La impunidad, factor de la violencia; sólo se castiga 1 de cada 10 homicidios en Guerrero

*Revela estudio del Instituto para la Economía y la Paz (IEP), que pese a destinar los mayores recursos para la contención de la violencia (43 mil pesos per cápita, ante 12 mil de Hidalgo), ciudades del estado como Acapulco y Chilpancingo permanecen como las de mayor riesgo

Aurora Harrison

Guerrero se clasifica entre los estados menos pacíficos de México por su gran tasa de homicidios, sus altos índices de violencia y de crímenes de la delincuencia organizada, reveló la vocera en México del Instituto para la Economía y la Paz (IEP), Patricia Obeso, al presentar ayer el Estudio de paz 2015.
En conferencia de prensa en la Universidad Loyola explicó que las zonas metropolitanas menos pacificas son Acapulco y Chilpancingo.
Después ese mismo estudio lo presentó ante autoridades, donde estuvo el presidente de Acapulco Luis Uruñuela Fey, representantes de asociaciones civiles, profesionistas y el Observatorio pastoral. Ahí el padre Jesús Mendoza Zaragoza y Clara Jusidman, de Iniciativa Ciudadana y Desarrollo Social (Incide), coincidieron que se requiere reestructurar el tejido social, la participación ciudadana y la confianza en las autoridades.
El instituto es un centro de investigación sin fines de lucro, apartidista, que tiene presencia en Sidney, Australia, y Nueva York, Estados Unidos. Sus objetivos son formar el paradigma de la paz, medir el beneficio económico de paz, en positiva y negativa. La primera es ausencia de violencia o miedo a la violencia, mientras que la segunda es oportunidad y bienestar social.
En la conferencia, dijo: “Guerrero sale mal evaluado en este índice por la alta tasa de homicidios que tiene en el país, como vemos tiene casi la peor calificación en el sistema judicial. La tasa de impunidad, para 2014 la calculamos en 89 por ciento; es decir apenas, 1 de cada 10 homicidios llegan a sentencia”.
Aseguró que en un estado donde hay impunidad es “tierra propicia para que haya más homicidios y más delitos porque se sabe que no se van a castigar”.
Detalló que “hay señales que el nivel de violencia en Guerrero alcanzo su punto máximo y el nivel de paz ha mejorado ligeramente en los últimos tres años, y la tasa de homicidios ha disminuido durante los últimos dos, situándose en un nivel más bajo desde el 2009, aunque aún es considerablemente más alta que el promedio nacional”.
Explicó que para que haya paz positiva, donde Guerrero ocupa último lugar, se necesita inversiones, que no se verán en los resultados de inmediato, sino en un lapso de cinco a diez años, “pero es lo que se tiene que hacer para recuperar la paz, y los tres que más resaltan son: el funcionamiento de gobierno, la distribución equitativa de recursos a los niveles de pobreza y los niveles de capital humano al acceso a la educación y salud”.
Aseguró que Guerrero “es el estado que más gasta en contención de la violencia, y al que más le cuesta la violencia. Para el 2014 calculamos que el costo per cápita de la violencia por persona: en contener la violencia y el impacto, se gastan 43 mil pesos, y esta es una cifra que mucha gente nunca va a ver reflejada en cuestiones económicas, de viviendas es muy alta esta cifra”. En Hidalgo, se gastan 12 mil 764 y en Yucatán 13 mil 835 pesos. Ambos son los estados menos violentos.

Participación social y vigilar a los gobiernos

El Instituto consideró que los retos que consideran son “disminuir la corrupción, mejorar el funcionamiento de gobierno, aumentar el capital social, es decir que los ciudadanos nos arremanguemos y que estemos dispuestos a participar en las soluciones que este país necesita; para Guerrero los retos son la distribución equitativa de recursos”.
Además proponen la reducción de la desigualdad social, porque seguirá persistiendo la violencia, y como ciudadanos fomentar e involucrarse en iniciativas de participación ciudadana y que las autoridades rindan cuentas. “Cuando los gobiernos se sienten vigilados, y que se les exige, tienden a comportarse mejor, y tener a una sociedad civil, empresarios, que se involucren más para que la eficiencia del gobierno mejore”.
“Reconocemos que la calidad de la información tiene ciertos déficit sin embargo tratamos de hacerlo lo más apegado a la realidad e insistir en que la información sea mucho más confiable de lo que es hoy en día”, puntualizó vocera al preguntársele por qué confiar en las cifras que les proporciona el gobierno mexicano.
Abundó que mientras que los altos niveles de “corrupción siga mandando, los demás retos no se van a resolver, seguirá habiendo impunidad, seguirá habiendo violencia, porque impacta el tema de educación, de seguridad, ese es el mayor reto. Si bien tenemos una reforma, con el sistema nacional anticorrupción apenas pinta, porque falta que se legisle a nivel local, y mientras haya una ciudadanía apática, que no esté dispuesta a exigir y observar que no haya corrupción, seguirá habiendo inseguridad en el país”.
“El tema de Ayotzinapa como saben este índice cubre hasta 2014, hasta entonces fue el cierre. Siguen estando sin contabilizarse como homicidios en las cifras oficiales, y es un fenómeno que no se refleja en este índice, pero probablemente el próximo sí, y la percepción es algo que sí afecta”.
Abundó que en Acapulco “no estamos viendo nada nuevo, es un problema sin atender, la alta tasa de homicidios por las cuales Guerrero esta en último lugar”, e insistió que mientras no se combata la corrupción y se dé la polarización de los recursos hay “tierra fértil para la violencia”.

La presentación

En la presentación de los índices de paz, donde el padre Jesús Mendoza y Clara Jusidman dieron su punto de vista del estudio, ambos coincidieron que se requiere que haya más participación social.
Jesús Mendoza mencionó que de acuerdo con cifras que estudios internacionales en 2013, en toda la estrategia nacional se invirtieron cerca de 172 millones de dólares, el 9.4 por ciento de recursos, cuando a temas como educación y salud, se les destinan el 6.2 por ciento. Por ello se debe hacer un esfuerzo a largo plazo y que haya acciones que “incidan para liberar a las instituciones del crimen organizado”.

Los índices

Clara Jusdiman, de Incide, dijo que las cifras que se presentan son muy duras pero que eso se debe a que se destruyo el tejido social y la falta de protección del gobierno del estado hacía los ciudadanos, e incluso criticó el sistema de justicia, pues dijo que sigue habiendo “corrupción, e impunidad” y lo que se debe hacer es reconstruir el tejido social.
Recordó que en junio se publicó los índices de paz global 2015 y México obtuvo la posición 144 de los 162 países evaluados, “estamos mal evaluados como país por la alta tasa de homicidios y los delitos con violencia. Por poner las cifras, en el mundo la tasa de promedio de homicidio por cada 100 mil habitantes es de 6, mientras que la tasa en México es de 13 homicidios por cada 100 mil habitantes, seguimos estando más del doble”.
Sostuvo que los datos que presentan son cifras oficiales de INEGI, y del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública y se hace un ajuste para la cifra negra, porque como se sabe en secuestro y la extorsión la tasa de denuncia es del 10 por ciento y la cifra negra es del 90 por ciento.
Patricia Obeso dijo que México sigue siendo uno de los países muy polarizado en términos de violencia y la región norte sigue siendo la más violenta del país. Las entidades menos pacificas son Guerrero, Morelos, Sinaloa, Michoacán y Guanajuato, mientras que las más tranquilas son Hidalgo, Yucatán, Querétaro, Campeche y Tlaxcala.
De las zonas metropolitanas de las 72 más pobladas de México los lugares menos pacíficos son Acapulco, La Laguna, Tecomán, Chilpancingo y Culiacán; las más pacificas son Orizaba, Tulancingo, Campeche, Los Cabos y Pachuca. Para obtener dichos indicadores se consideró la tasa de homicidios y delitos con violencia.
“En Acapulco por poner un dato en contexto, entre 2011 y 2012 la tasa promedio de homicidios eran 100 homicidios en el año, y para 2013 esa cifra creció ocho veces y fueron 800 homicidios. Eso da un total de 100 homicidios por cada 100 mil habitantes. En el resto del país es de 13 homicidios”, puntualizó.
Aclaró que para medir la paz consideran siete indicadores que son “tasas de homicidios en los estados, delitos con violencia que son robo, asalto y violación, delitos con arma de fuego de la delincuencia organizada, la tasa de encarcelamiento en los estados, el financiamiento de las fuerzas policiales, y la eficiencia del sistema judicial”.
Explicó que el estudio abarca los años 2003 al 2014, y “como vemos que a partir del 2007 cuando inicio la guerra frontal contra el narcotráfico y la tasa de homicidios se disparó en el país, y la tasa de impunidad también porque el sistema judicial se sobresaturo, los niveles de paz bajaron dramáticamente hasta el 2011 cuando empieza a mejorar la situación”.

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