Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

La impunidad, factor de la violencia; sólo se castiga uno de cada 10 homicidios

*Acapulco y Chilpancingo permanecen entre las de mayor riesgo del país, revela estudio del Instituto para la Economía y la Paz presentado en la Loyola

*La estructura del crimen, intocada en la estrategia de seguridad, dice la Pastoral Social de la arquidiócesis

*Inseguridad, violencia, corrupción e impunidad, los males del estado, dice el Colegio de Economistas

*Se opone Astudillo a la legalización de las drogas como propone Rogelio Ortega

La impunidad, factor de la violencia; sólo se castiga 1 de cada 10 homicidios en Guerrero

*Revela estudio del Instituto para la Economía y la Paz (IEP), que pese a destinar los mayores recursos para la contención de la violencia (43 mil pesos per cápita, ante 12 mil de Hidalgo), ciudades del estado como Acapulco y Chilpancingo permanecen como las de mayor riesgo

Aurora Harrison

Guerrero se clasifica entre los estados menos pacíficos de México por su gran tasa de homicidios, sus altos índices de violencia y de crímenes de la delincuencia organizada, reveló la vocera en México del Instituto para la Economía y la Paz (IEP), Patricia Obeso, al presentar ayer el Estudio de paz 2015.
En conferencia de prensa en la Universidad Loyola explicó que las zonas metropolitanas menos pacificas son Acapulco y Chilpancingo.
Después ese mismo estudio lo presentó ante autoridades, donde estuvo el presidente de Acapulco Luis Uruñuela Fey, representantes de asociaciones civiles, profesionistas y el Observatorio pastoral. Ahí el padre Jesús Mendoza Zaragoza y Clara Jusidman, de Iniciativa Ciudadana y Desarrollo Social (Incide), coincidieron que se requiere reestructurar el tejido social, la participación ciudadana y la confianza en las autoridades.
El instituto es un centro de investigación sin fines de lucro, apartidista, que tiene presencia en Sidney, Australia, y Nueva York, Estados Unidos. Sus objetivos son formar el paradigma de la paz, medir el beneficio económico de paz, en positiva y negativa. La primera es ausencia de violencia o miedo a la violencia, mientras que la segunda es oportunidad y bienestar social.
En la conferencia, dijo: “Guerrero sale mal evaluado en este índice por la alta tasa de homicidios que tiene en el país, como vemos tiene casi la peor calificación en el sistema judicial. La tasa de impunidad, para 2014 la calculamos en 89 por ciento; es decir apenas, 1 de cada 10 homicidios llegan a sentencia”.
Aseguró que en un estado donde hay impunidad es “tierra propicia para que haya más homicidios y más delitos porque se sabe que no se van a castigar”.
Detalló que “hay señales que el nivel de violencia en Guerrero alcanzo su punto máximo y el nivel de paz ha mejorado ligeramente en los últimos tres años, y la tasa de homicidios ha disminuido durante los últimos dos, situándose en un nivel más bajo desde el 2009, aunque aún es considerablemente más alta que el promedio nacional”.
Explicó que para que haya paz positiva, donde Guerrero ocupa último lugar, se necesita inversiones, que no se verán en los resultados de inmediato, sino en un lapso de cinco a diez años, “pero es lo que se tiene que hacer para recuperar la paz, y los tres que más resaltan son: el funcionamiento de gobierno, la distribución equitativa de recursos a los niveles de pobreza y los niveles de capital humano al acceso a la educación y salud”.
Aseguró que Guerrero “es el estado que más gasta en contención de la violencia, y al que más le cuesta la violencia. Para el 2014 calculamos que el costo per cápita de la violencia por persona: en contener la violencia y el impacto, se gastan 43 mil pesos, y esta es una cifra que mucha gente nunca va a ver reflejada en cuestiones económicas, de viviendas es muy alta esta cifra”. En Hidalgo, se gastan 12 mil 764 y en Yucatán 13 mil 835 pesos. Ambos son los estados menos violentos.

Participación social y vigilar a los gobiernos

El Instituto consideró que los retos que consideran son “disminuir la corrupción, mejorar el funcionamiento de gobierno, aumentar el capital social, es decir que los ciudadanos nos arremanguemos y que estemos dispuestos a participar en las soluciones que este país necesita; para Guerrero los retos son la distribución equitativa de recursos”.
Además proponen la reducción de la desigualdad social, porque seguirá persistiendo la violencia, y como ciudadanos fomentar e involucrarse en iniciativas de participación ciudadana y que las autoridades rindan cuentas. “Cuando los gobiernos se sienten vigilados, y que se les exige, tienden a comportarse mejor, y tener a una sociedad civil, empresarios, que se involucren más para que la eficiencia del gobierno mejore”.
“Reconocemos que la calidad de la información tiene ciertos déficit sin embargo tratamos de hacerlo lo más apegado a la realidad e insistir en que la información sea mucho más confiable de lo que es hoy en día”, puntualizó vocera al preguntársele por qué confiar en las cifras que les proporciona el gobierno mexicano.
Abundó que mientras que los altos niveles de “corrupción siga mandando, los demás retos no se van a resolver, seguirá habiendo impunidad, seguirá habiendo violencia, porque impacta el tema de educación, de seguridad, ese es el mayor reto. Si bien tenemos una reforma, con el sistema nacional anticorrupción apenas pinta, porque falta que se legisle a nivel local, y mientras haya una ciudadanía apática, que no esté dispuesta a exigir y observar que no haya corrupción, seguirá habiendo inseguridad en el país”.
“El tema de Ayotzinapa como saben este índice cubre hasta 2014, hasta entonces fue el cierre. Siguen estando sin contabilizarse como homicidios en las cifras oficiales, y es un fenómeno que no se refleja en este índice, pero probablemente el próximo sí, y la percepción es algo que sí afecta”.
Abundó que en Acapulco “no estamos viendo nada nuevo, es un problema sin atender, la alta tasa de homicidios por las cuales Guerrero esta en último lugar”, e insistió que mientras no se combata la corrupción y se dé la polarización de los recursos hay “tierra fértil para la violencia”.

La presentación

En la presentación de los índices de paz, donde el padre Jesús Mendoza y Clara Jusidman dieron su punto de vista del estudio, ambos coincidieron que se requiere que haya más participación social.
Jesús Mendoza mencionó que de acuerdo con cifras que estudios internacionales en 2013, en toda la estrategia nacional se invirtieron cerca de 172 millones de dólares, el 9.4 por ciento  de recursos, cuando a temas como educación y salud, se les destinan el 6.2 por ciento. Por ello se debe hacer un esfuerzo a largo plazo y que haya acciones que “incidan para liberar a las instituciones del crimen organizado”.

Los índices

Clara Jusdiman, de Incide, dijo que las cifras que se presentan son muy duras pero que eso se debe a que se destruyo el tejido social  y la falta de protección del gobierno del estado hacía los ciudadanos, e incluso criticó el sistema de justicia, pues dijo que sigue habiendo “corrupción, e impunidad” y lo que se debe hacer es reconstruir el tejido social.
Recordó que en junio se publicó los índices de paz global 2015 y México obtuvo la posición 144 de los 162 países evaluados, “estamos mal evaluados como país por la alta tasa de homicidios y los delitos con violencia. Por poner las cifras, en el mundo la tasa de promedio de homicidio por cada 100 mil habitantes es de 6, mientras que la tasa en México es de 13 homicidios por cada 100 mil habitantes, seguimos estando más del doble”.
Sostuvo que los datos que presentan son cifras oficiales de INEGI, y del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública y se hace un ajuste para la cifra negra, porque como se sabe en secuestro y la extorsión la tasa de denuncia es del 10 por ciento y la cifra negra es del 90 por ciento.
Patricia Obeso dijo que México sigue siendo uno de los países muy polarizado en términos de violencia y la región norte sigue siendo la más violenta del país. Las entidades menos pacificas son Guerrero, Morelos, Sinaloa, Michoacán y Guanajuato, mientras que las más tranquilas son Hidalgo, Yucatán, Querétaro, Campeche y Tlaxcala.
De las zonas metropolitanas de las 72 más pobladas de México los lugares menos pacíficos son Acapulco, La Laguna, Tecomán, Chilpancingo y Culiacán; las más pacificas son Orizaba, Tulancingo, Campeche, Los Cabos y Pachuca. Para obtener dichos indicadores se consideró la tasa de homicidios y delitos con violencia.
“En Acapulco por poner un dato en contexto, entre 2011 y 2012 la tasa promedio de homicidios eran 100 homicidios en el año, y para 2013 esa cifra creció ocho veces y fueron 800 homicidios. Eso da un total de 100 homicidios por cada 100 mil habitantes. En el resto del país es de 13 homicidios”, puntualizó.
Aclaró que para medir la paz consideran siete indicadores que son “tasas de homicidios en los estados, delitos con violencia que son robo, asalto y violación, delitos con arma de fuego de la delincuencia organizada, la tasa de encarcelamiento en los estados, el financiamiento de las fuerzas policiales, y la eficiencia del sistema judicial”.
Explicó que el estudio abarca los años 2003 al 2014, y “como vemos que a partir del 2007 cuando inicio la guerra frontal contra el narcotráfico y la tasa de homicidios se disparó en el país, y la tasa de impunidad también porque el sistema judicial se sobresaturo, los niveles de paz bajaron dramáticamente hasta el 2011 cuando empieza a mejorar la situación”.

La estructura del crimen, intocada en la estrategia de seguridad, dice la Pastoral Social

*Observa su coordinador, el sacerdote Jesús Mendoza Zaragoza, que una de las debilidades en Guerrero es que la sociedad no tiene poder para participar en las decisiones en la materia

Aurora Harrison

El coordinador de la Pastoral Social de la Arquidiócesis de Acapulco, el sacerdote Jesús Mendoza Zaragoza, lamentó los hechos de violencia de los últimos días en Acapulco; aseguró que esto se debe a que las autoridades de los tres órdenes de gobierno no tocan los factores que la generan: las “bandas criminales que están fuera del alcance de la estrategia de seguridad”.
Consultado antes de la presentación del estudio de Índice de paz en México, que realizó el Instituto para la Economía y la Paz, sobre el rebrote de la violencia en Acapulco, declaró que la estrategia de seguridad “ha fracasado”, porque solamente se mantiene una inercia de acciones en el aspecto represivo y no se van a las causas que lo provocan.
Aseguró que “la estrategia global de seguridad se queda en la superficie, y no toca los factores de la misma violencia, entonces es como un maquillaje que deja intocada a toda la estructura de los grupos criminales y de las bandas y estas permanecen”, y criticó que nada más haya una estrategia de vigilancia para la Costera y en las colonias no.
Mendoza Zaragoza agregó que las acciones violencia que en estos días se han presentado en Acapulco pareciera que se deben a pleitos internos entre bandas, “del resto no tendría tanta información; el asunto es que las bandas criminales se mantienen fuera del alcance de la estrategia de seguridad, en el caso de Acapulco hay una estrategia de seguridad para la Costera y a una cuadra de la Costera ya no está la misma y la zona conurbada, están descobijadas”.
De las declaraciones del gobernador Rogelio Ortega Martínez de que el Estado mexicano está rebasado por la violencia, coincidió: “desde hace mucho tiempo, y que bueno que hace ese reconocimiento, pero la autoridad ha estado rebasada siempre. Ha hecho acciones, pero a mi entender estas solamente son mucho ruido y los resultados no son proporcionales a lo que se ha invertido, pienso que la estrategia gubernamental ha fracasado”.
“Simplemente se mantiene una inercia de acciones sobre todo en el aspecto represivo, pero no van a las causas, todo el sistema político en el cual está incrustado el crimen permanece”, dijo el sacerdote, quien pidió a las autoridades a las autoridades hacer un esfuerzo mayúsculo para dar garantías a la participación de los ciudadanos en la seguridad.
El sacerdote aseguró que las autoridades de los tres órdenes de gobierno “no han tenido el valor de afrontar ese aspecto, digamos el factor político del crimen, el alto nivel de corrupción de ingobernabilidad. No funciona el gobierno, al menos no para el beneficio de la sociedad. Funciona formalmente pero las cosas se complican cada vez más y no dan resultados que se vean en el bienestar de la gente, ese es el gran problema”.
Mendoza Zaragoza dijo que una de las grandes debilidades que se tiene en Guerrero es que el capital social es muy débil y la sociedad no tiene poder, “es más, en la sociedad todavía permanece el miedo, la apatía, la indiferencia y cada quien busca resguardarse asimismo y creo que es necesario un esfuerzo mayúsculo en el ámbito de la sociedad”.
Al preguntarle que hay un clamor de justicia hacia las autoridades en el caso de los 43 normalistas detenidos- desaparecidos, y los cuatro profesionistas desaparecidos en Xolapa el pasado 19 de junio, además de familiares de Los otros desaparecidos de Iguala, dijo que “están cada quien esta por su lado, si vemos las organizaciones de víctimas, cada quien por su lado”.
Sostuvo que debe haber un clamor más global, porque dijo “los padres de Ayotzinapa enfocados en sus 43, la familia de los cuatro en sus cuatro, Los otros desaparecidos de Iguala en lo suyo, es necesario que todas las organizaciones de desaparecidos  puedan tener una mirada más global, y mirar a los suyos, pero también a todos los demás”.
El sacerdote Mendoza Zaragoza dijo que se tiene que hablar por todos los desaparecidos, en especial por “aquellos que están de manera invisible, los que nadie busca, esos también necesitan ser buscados” y por ello dio que las autoridades deben fortalecer a las instituciones para que tengan capacidad de administrar justicia, “como fortalecer a la Procuraduría que esta tan frágil y tan vulnerable para que sea capaz de procurar justicia”.

Inseguridad, violencia, corrupción e impunidad, los males del estado, dice el Colegio de Economistas

*Presentan un diagnóstico al gobernador electo Héctor Astudillo

Hay en Guerrero movimientos por justicia y respeto a los derechos humanos y por la rendición de cuentas, lo que exige tolerancia y diálogo entre sociedad y gobierno, dice un diagnóstico de la situación en el estado leído por el nuevo presidente del Colegio Max Arturo López

Carlos Navarrete Romero

Chilpancingo

Pasar de la inseguridad a la armonía, de una sociedad con hambre a una sociedad con alimentos, de la desconfianza de los funcionarios al reconocimiento de su honestidad y de  su trabajo, planteó el Colegio de Economistas del Estado de Guerrero al gobernador electo Héctor Astudillo Flores.
En tanto, Astudillo Flores reconoció que Guerrero atraviesa por un momento difícil, “históricamente complicado”, pero aseguró que con el apoyo de las organizaciones y los profesionistas se buscarán soluciones a las necesidades que enfrentan los diferentes sectores.
Ayer a las 10 de la mañana Héctor Astudillo se reunió con miembros de esta organización en el restaurante Verona, donde le tomó protesta al nuevo Consejo Directivo que preside el ex subsecretario de Educación Básica, Max Arturo López Hernández.
En el encuentro, el ex funcionario estatal presentó un diagnóstico de las necesidades que enfrenta el estado, sus problemas y los asuntos que la nueva administración debe priorizar, y que son el resultado del Seminario Nueva Estrategia para el Desarrollo Sustentable de Guerrero.
En su intervención, López Hernández aseguró que “Guerrero está viviendo momentos muy difíciles y complicados, tenemos diferentes situaciones graves, desde violencia, inseguridad, problemas de educación, de desarrollo, en fin”.
Ante este escenario, indicó, se celebró el seminario en todas las regiones del estado, donde se reunieron con líderes de organizaciones sociales, empresariales y otros sectores, a fin de conocer las necesidades que enfrentan y los problemas que requieren pronta atención por parte del gobierno.
En el diagnóstico, aseguró que en Guerrero existe “una amplia dinámica” de movilizaciones sociales que exigen justicia, respeto a los derechos humanos, rendición de cuentas, tolerancia, y la necesidad de generar diálogos propositivos entre la sociedad y el gobierno.

Inseguridad, violencia, corrupción

Indicó que prevalece un ambiente de inseguridad, violencia, corrupción e impunidad que afecta directamente a la población, originando acciones de  organización como las policías  comunitarias, la vigilancia ciudadana “y las propias acciones de las organizaciones”.
Comentó que existe un reclamo por la inexistencia de políticas de gobierno que incidan en el bienestar de la familia, además de que “hay una escasa relación entre las instituciones y las organizaciones sociales productivas y culturales”.
Indicó que son muy escasos los instrumentos gubernamentales para atender la erosión del suelo, el cuidado del agua y los efectos del calentamiento global en el estado.
López Hernández explicó que “urge recuperar la rectoría del Estado en cuestiones básicas de la economía estatal, debido a que la entidad se encuentra en una situación grave que requiere la intervención decidida del Ejecutivo, tenemos una sociedad civil muy débil y todavía no alcanza posibilidades para poderse desarrollar”.
Comentó que entre las conclusiones del seminario consideraron que la nueva estrategia para el plan de desarrollo sustentable de Guerrero se debe considerar como principio fundamental la integración de acciones entre el Ejecutivo y la participación organizada de la sociedad.
Además aclaró que la transparencia y la rendición de cuentas ante la sociedad no es solamente informar cuánto y cómo se realiza el gasto público, “sino que deben incorporar políticas públicas donde la sociedad intervenga con propuestas y vigilancia del ejercicio, para lo cual se deben integrar los expedientes de proyectos productivos existentes y promover la apertura de ventanillas de atención”.
Indicó que el nuevo plan debe contener visiones integrales, planeación regional y microrregional con la participación directa de las organizaciones sociales.
En materia de seguridad pública, indicó que es necesario una nueva visión que involucre a los ciudadanos tanto en los términos de las garantías a las personas, propiedades y derechos humanos, como en el ambiente de la cultura , la educación y la difusión de valores.
Pidió establecer una política de mayor vinculación con los guerrerenses que viven en el extranjero, que con las remeses que envían a sus familias se convierten en una importante fuente de ingresos, junto a las aportaciones federales, incluso el financiamiento del crimen organizado en el desarrollo regional rural.
En materia educativa, dijo que deben definirse “claramente” los parámetros de calidad y de respeto al derecho de los trabajadores, “pues estudiantes y maestros con el respaldo de los padres de familia y autoridades son los sujetos que podrán mejorar sustancialmente el nivel educativo”.
A la par, aseguró, debe impulsarse la cultura, la ciencia y la tecnología.
“Nuestro estado es privilegiado en agua, y existe una falta de políticas públicas para cuidarla y aprovecharla, este es un tema que debe resolverse entre los grupos sociales organizados y las autoridades, porque la respuesta no solamente debe salir desde los escritorios”.
Entre otras cosas, mencionó que se requiere tomar conciencia de los efectos del calentamiento global y asumir este tema con seriedad.
Finalmente, indicó que el nuevo plan para el desarrollo sustentable debe plantear que la sociedad pase de la inseguridad a la armonía, del hambre a una sociedad con alimentos, que los últimos lugares en niveles educativos los guerrerenses pasen a ser reconocidos  por su calidad educativa.
“De la desconfianza de los funcionarios al reconocimiento de su honestidad de su trabajo. Necesitamos transformar de una sociedad con miedo a una sociedad con esperanza. Estamos comprometidos con usted y vamos a colaborar de manera crítica y propositiva”, finalizó su intervención.

Momento complicado

Posteriormente el gobernador electo manifestó que es importante y necesario conocer las opiniones de las organizaciones, y reconoció que Guerrero atraviesa por un momento difícil, “históricamente complicado”, por lo que “vamos a necesitar de todos los sectores productivos”.
Indicó que en la entidad es necesario diversificar la economía y no enfocarse solamente en el turismo, reactivar el campo y  enseñarle a la población a producir porque, aseguró, muchas familias solamente esperan a que el gobierno les entregue beneficios.
Explicó que la situación en Guerrero comenzó a complicarse tras el impacto de las tormentas Ingrid y Manuel en septiembre del 2013, situación que, dijo, se agudizo tras la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa en Iguala.
Indicó que no será sencillo resolver los problemas que padece el estado, “pero hay que poner todo lo que esté de nuestra parte, escuchar y saber escuchar, para tener la disposición de aceptar ideas que uno no tiene”.
Aseguró que los guerrerenses merecen mejorar las condiciones en las que actualmente se encuentran, “la gente quiere gobiernos fuertes, quiere que existan gobiernos, la gente no quiere autogobernarse, sí quiere la sociedad participar, opinar y organizarse, pero también quiere gobiernos”.
Dijo que se requiere de un gobierno transparente, en el que no haya corrupción, “porque es un problema que ha lastimado muchísimo, el ejercicio público y la opinión sobre el ejercicio público, la gente quiere tener gobierno sensibles a los problemas de la sociedad”.
Comentó que estará abierto a las propuestas de las organizaciones y buscará acercamientos con profesionistas para hacerse de esas opiniones.
Al concluir su intervención, Astudillo le tomó protesta a los nuevos miembros del Comité Directivo del Colegio de Economistas.
En el acto estuvieron presentes Filiberto Cipriano, director de la escuela de Economía del Instituto Politécnico Nacional (IPN);  Anselmo Chávez Venancio, delegado del Colegio de Economistas en la Ciudad de México; y miembros del Colegio de Economistas del Estado de Guerrero.

Se opone Astudillo a la legalización de las drogas como propone Rogelio Ortega

*La erradicación de la violencia se dará mediante la educación, la construcción de carreteras y el empleo, dice el gobernador electo

Carlos Navarrete Romero

Chilpancingo

El gobernador electo Héctor Astudillo Flores aseguró que para erradicar el problema de inseguridad y violencia en la entidad es necesario apostarle a la educación, a los medios de comunicación, a la construcción de carreteras y más escuelas, así como a la generación de empleo, no a la legalización de las drogas.
Abordado ayer por reporteros al concluir el encuentro que tuvo con miembros del Colegio de Economistas del Estado de Guerrero, Astudillo Flores aseguró que la entidad enfrenta “un problema serio y visible” en materia de seguridad pública.
Ante esta situación dijo que  el gobierno federal y el estado deben “hacer un esfuerzo mayor para atender las zonas elementalmente críticas”.
El miércoles en Acapulco, el gobernador Rogelio Ortega Martínez anunció que llamará a debatir la legalización de las drogas en el país, al asegurar que con esto se resolvería el problema de violencia e inseguridad que priva en el estado, postura que ha venido defendiendo en la última semana.
Consultado al respecto, Astudillo manifestó no estar de acuerdo con ese planteamiento.
“Yo tengo una idea que es (la solución) con la educación, que es con medios de comunicación, que es con carreteras, que es con mejores escuelas, que tiene que ver con la posibilidad de empleo, con muchas cosas, no con la legalización (de las drogas)”, dijo.
También el miércoles, el delegado de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) del gobierno federal, Juan Manuel Armenta Tello, informó que en  Guerrero el 70 por ciento de sus habitantes están en pobreza y el 30 en pobreza extrema, y aceptó que estos índices están ligados al incremento de la violencia en el estado.
Sobre este tema se le preguntó a Astudillo qué haría para revertir esas cifras, y respondió que en la entidad hay por hacer muchas cosas, “por principio en Guerrero lo que tiene que suceder es pacificarse, mientras Guerrero no se pacifique, no regrese a la normalidad va a ser muy difícil intentar cualquier cosa”.
Explicó que para que el estado vuelva a la normalidad, es necesario dialogar con las organizaciones sociales que se han manifestado constantemente, y a partir de eso buscar la diversificación económica.
Sobre la posibilidad de que sea en su administración que se celebren las elecciones extraordinarias en Tixtla, como lo mandató el Tribunal Electoral del Estado (TEE), dijo que de ser así, su trabajo será generar un ambiente de respeto “entre todos para que se puedan dar en condiciones normales”, pero pidió esperar los tiempos y conocer la fecha en que se celebrarán los comicios en ese municipio.
Antes de entrar a la reunión con los economistas, también dio breves declaraciones a reporteros, en las que aseguró que la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa en Iguala tuvo un  impacto social mayor al de la masacre de Tlatelolco, ocurrida el 2 de octubre de 1968 en la plaza de las Tres Culturas, cuando Gustavo Díaz Ordaz era presidente de México.
Se le preguntó su opinión respecto a la violencia en Acapulco, donde este miércoles fueron ejecutadas cinco personas, y respondió que es una situación complicada, incluso dijo que cuenta con un mapeo de los problemas que prevalecen en la entidad tanto de carácter social como de seguridad pública.
Comentó también que Guerrero aún no supera la tragedia de Iguala, “la tragedia de Guerrero está enmarcada precisamente en lo que pasó en Iguala. Es el detonador más grande, más fuerte que se ha tenido en los últimos tiempos; yo diría que tuvo efectos más contundentes que la masacre de Tlatelolco, por algo muy sencillo, por la modernización de la comunicación”.

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