Reciben polvo, materiales de construcción y vendedores ambulantes a turistas en Caleta

Las molestias generadas por la remodelación de la explanada para los peatones, visitantes y vendedores son visibles desde la entrada

Karla Galarce Sosa

Entre nubes de polvo, materiales para construcción y vendedores ambulantes, los visitantes llegan a las playas de la zona tradicional del puerto.
El polvo da la bienvenida a los escasos turistas que llegan a Playa Caleta y Caletilla desde temprano, sin embargo, la cantidad de visitantes ayer prefirieron quedarse en Caletilla, porque parecía más apacible que Caleta.
La familia Rodríguez buscaba resguardarse del sol en una pequeña sombra que se formaba bajo los arcos metálicos que se observan en la entrada a las playas. Dos prestadores de servicios turísticos se acercaron a la familia para ofrecerles “precios especiales” en los paseos en lancha y, para que disfrutaran de los deportes acuáticos.
Los 10 integrantes de la familia, un niño, cinco adolescentes y cuatro adultos se cubrían la boca mientras observaban los precios de las cartas que los meseros les acercaban para realizar algún consumo. No obstante, los Rodríguez llevaban consigo un tupper con comida.
Un segundo grupo de turistas que llegaron después del mediodía, esta vez de 11 personas –cinco niños y seis adultos– preguntaron dónde podrían disfrutar de la playa sin necesidad de consumir en algún restaurante, pues llevaban consigo bebidas y alimentos para consumirlos cerca de la tranquilidad de las olas, bajo la sombra de un toldo.
Las molestias generadas por la remodelación de la explanada para los peatones, visitantes y vendedores, son visibles desde la entrada, pues el polvo que se levanta durante el corte de las lajas de piedra, en la elaboración de mezclas de cemento, y el acarreo de tierra y arena se esparce por todo el lugar.
En tan solo dos días, el número de puestos semifijos y ambulantes, ubicados en el puente que divide las playas Caleta y Caletilla se triplicó, pues apenas el martes pasado eran cuatro y ayer suman más de 15 los diversos puestos que ofrecían diversos productos a los turistas. Las mercancías son expuestas entre el polvo, los trabajos de remodelación y el acarreo de materiales que una decena de trabajadores del Fondo Nacional de Turismo (Fonatur) realizan desde el año pasado en Caleta.
Las mercancías en venta son ropa de playa, sandalias, lentes para el sol, recuerdos de la visita a Acapulco, artesanías, helados, raspados, frutas con chile, aguas y refrescos, comida con mariscos, e incluso, aceites y bronceadores a granel.
El desarrollo de los trabajos en el puente no fueron detenidos, puntualizó el líder de los boleteros, Paulino Jaimes López, organización que exige el pago de la indemnización a la Secretaría de Fomento Turístico (Sefotur).
Los trabajos ocupan la mitad del paso para los turistas en el puente. Es el mismo caso de la explanada del islote de Caleta, donde la obra, aún inconclusa, avanza, aunque muy lentamente.
En uno de los extremos del islote, por donde abordaban a las embarcaciones de fondo de cristal, los turistas observaban que las obras están detenidas y comentaron que parecían abandonadas pues no observaron a ningún trabajador realizando alguna tarea, aunque sí la mitad del muelle derribado, pero ningún anuncio que advirtiera a los turistas sobre la realización de los trabajos.
En contraste, al otro extremo del islote, se observó una dinámica de abordaje poco habitual, pues se escucharon, a través de una bocina, las voces a diversos animadores que invitan a los visitantes a consumir algún tipo de producto.
En el lugar, ayer se observó un mayor número de puestos de alimentos y diversos objetos, como artículos de playa.
En Playa Caleta aumentó el número de sillas toldos sombrillas y camastros dispuestos cerca de la orilla del mar; mientras que en playa Caletilla además del incremento en el número de bañistas, también hay un mayor número de personas que ofrecen flotadores, servicios de deportes acuáticos, paseos en lancha, además de personas que venden comida y diversos productos y artículos.
Apenas una decena de trabajadores del Fondo Nacional de Turismo, realizaban los trabajos de albañilería, de acarreo y preparación de materiales, sin embargo no existe anuncio alguno en el que se advierta de la realización de los trabajos, de la obstrucción de ciertas áreas de paso de paso peatonal para los visitantes, ni cuánto tiempo más tardarán las labores.
El tiempo durante el cual este medio efectuó el recorrido en playa pasado el mediodía, no se observó vigilancia de ninguna autoridad municipal, estatal o federal; en cambio se observó un creciente número de visitantes que poco a poco ocupaban los espacios disponibles en la franja de arena.