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Hay menos carencias sociales, pero con ingresos por debajo de la línea de bienestar, dice Coneval

*La medición de pobreza que lleva a cabo el organismo está basada en la información que genera el Inegi y se efectúa cada dos años en los estados y en el país, y cada cinco en los municipios

Diana Baptista / Agencia Reforma

Ciudad de México

En México hay una población con menos carencias sociales, pero con ingresos por debajo de la línea de bienestar, asegura Gonzalo Hernández Licona, secretario ejecutivo del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
De cara a la próxima medición de pobreza que dará a conocer el Consejo, considera que ya se saben los retos para disminuir la pobreza en el país: mejorar el crecimiento económico y la calidad de los servicios básicos que llegan a los más pobres.
La medición de pobreza que lleva a cabo el Coneval está basada en la información que genera el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y se efectúa cada dos años en los estados y en el país, y cada cinco en los municipios. Los resultados que se presentarán antes del 29 de julio corresponden al periodo de 2012 al 2014.
–¿Cuáles son las tendencias en pobreza?
–Por varios años, la población ha tenido menos carencias sociales. Hoy vemos a familias con viviendas con piso firme; el niño y la niña van a la escuela primaria, secundaria y a veces preparatoria; las familias tienen drenaje en su casa; hay mayor acceso a salud.
El Coneval observa que al ingreso, sobre todo a la capacidad de compra de las familias, no le ha ido tan bien, y esto es cierto desde el año 2007 que empieza la crisis de los alimentos, y luego con la crisis de 2009. Cuando ves el ingreso laboral que el Coneval mide cada trimestre, en el primer trimestre de 2015 mejoramos respecto al anterior, pero en los anteriores no le ha ido bien.
–La pobreza, ¿subirá o bajará?
–Depende de quién gane: si la reducción de carencias es más fuerte que lo que nos ha pasado con el ingreso, la pobreza puede bajar. Puede subir si más gente tiene ingresos más bajos, porque ganaría el efecto del ingreso bajo al efecto de menores carencias.
La gran ventaja es que, a pesar de que el número suba o baje, ya sabemos qué va bien y qué va mal. La tendencia está bien presente.
–¿Qué ha contribuido a la reducción de carencias sociales?
–Ha habido una mayor focalización de programas a población en pobreza, sobre todo en pobreza extrema. Desde que inicia Progresa hace 15 años, el programa buscó llegar a población en pobreza extrema. En el ultimo año y medio, la coordinación federal puso como objetivo reducir la pobreza extrema con carencia alimentaria, y hay elementos de coordinación en los cuales a cada secretaría le ha quedado más claro que es responsable de alguna de estas carencias. En 20 años, el recurso que se ha ido a política social cada vez es mayor, y una parte de eso ha ido a abatir carencias.
Hay menores carencias, pero éstas no repercuten en un mayor ingreso…
Lo que no ha mejorado en materia de carencias es la calidad de los servicios educativos y de salud. Quisiéramos que los niños que van a la escuela tuvieran elementos de aprendizaje concretos, lo cual no siempre sucede por la baja de calidad en la educación, por la falta de materiales, de infraestructura, los maestros no son siempre los mejores. Esto nos da niños que terminaron la primaria o secundaria, pero que no aprendieron, y que cuando se enfrentan al mercado laboral va a ser una economía sin la productividad necesaria para generar el valor agregado.
En salud es lo mismo: hay más personas afiliadas a un centro de salud en el IMSS, ISSSTE, Pemex, Marina, Seguro Popular. El reto es que la población requiere acceso de salud de buena calidad; que en los centros de salud haya médicos, medicinas, que estén bien atendidos y con alguna probabilidad de que salgan del médico con mejor salud.

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