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La fuga de El Chapo es la “cereza en el pastel” de un Estado fallido, afirma Juan Villoro

Óscar Ricardo Muñoz Cano

Ayotzinapa, Tixtla

El escritor mexicano Juan Villoro dijo que la fuga de Joaquín Guzmán Loera es la cereza en el pastel de un Estado fallido, y añadió que “el único que cuenta con una verdadera libertad es El Chapo”.
En entrevista al término de la ceremonia de clausura de normalistas de la escuela Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, de la que fue padrino, lamentó que el narcotraficante se haya escapado ya en dos ocasiones, de supuestos penales de alta seguridad por lo que dijo, es una situación terrible “porque es el único que puede hacer lo que quiere y en cambio los que quieren enseñar la libertad de pensar son reprimidos”.
Esas son las libertades que hay en México, reiteró con tristeza, “la libertad la tienen los criminales y los que quieren enseñar la libertad del conocimiento no la tienen”, refiriéndose a los normalistas.
Tras resaltar que ser padrino de la generación 2011- 2015 es un privilegio por ser “una generación única aunque desde luego, incompleta”, indicó que el escenario al que se enfrentan los nuevos maestros es adverso.
“A las normales rurales las han tratado de extinguir, la situación que hemos vivido aquí en Ayotzinapa tiene que ver con el hecho de que los muchachos tienen que protestar para que se mantenga abierta la escuela, sabemos que la SEP si en dos años no hay inscripciones tiende a cerrar las escuelas y muchas veces no facilita las inscripciones, y puedan entrar los alumnos”, agregó.
“Esa situación de tensión explica que el gobierno haya abandonado el apoyo a las rurales, había 36 en los tiempos de (Lázaro) Cárdenas y hoy quedan 17, entonces es una situación amenazante pero creo, (las normales rurales) son absolutamente necesarias, el hecho de que haya 140 solicitudes a esta nueva generación quiere decir que no sólo la gente no tiene miedo, tiene ganas de estar aquí y eso es lo que necesita el país”.
Para los estudiantes, mencionó el ganador del premio Herralde 2004 por su novela El testigo, el mensaje no puede ser sino el de que “la educación sólo puede ser crítica, nosotros no podemos estar conformes con la realidad que tenemos, la educación sirve para cambiar el mundo y cambiar el mundo es un gesto positivo”.
Finalmente hizo alusión a los normalistas desaparecidos en Iguala en septiembre del año pasado, y declaró que a la ceremonia se acudió “a celebrar la memoria de los ausentes, creo que este es un acto contra el olvido, un acto de solidaridad y un acto de esperanza; creo que debemos revertir el dolor en algo constructivo y no actuar como los verdugos ni limitarnos sino ser diferentes y tratar de hacer una propuesta, y esa propuesta pasa por la educación, por la libertad porque eso es lo que representa la normal rural de Ayotzinapa”.

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