Nombra la UNESCO a Río de Janeiro Patrimonio Mundial como Paisaje Cultural

DPA

Río de Janeiro

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, afirmó ayer que el título de Patrimonio Mundial como Paisaje Cultural, otorgado ayer por la UNESCO a Río de Janeiro, es un motivo de orgullo para todos los brasileños.
El título concedido por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura es “un motivo de orgullo para todo Brasil y un estímulo para que la ciudad continúe su trayectoria de revitalización y crecimiento, que ha mejorado la vida de sus habitantes”, manifestó la mandataria mediante un comunicado de prensa.
“Con sus bellezas naturales y la intervención creativa del hombre en su paisaje urbano, Río encanta a todos los que lo visitan”, añadió Rousseff.
Con la flamante nominación, la “ciudad maravillosa” se convirtió en el primer lugar urbano del mundo en recibir el mencionado título, que consiguió mediante el voto unánime de los 21 países que participan de la 36. sesión del Comité del Patrimonio Mundial, que se celebra desde el pasado 25 de junio en la ciudad rusa de San Petersburgo.
Según informó la agencia oficial de noticias ABR, tras conocerse el resultado de la votación, Rousseff telefoneó al gobernador de Río, Sérgio Cabral, y al alcalde de la capital fluminense, Eduardo Paes, para felicitarlos por el título.
Rousseff aprovechó las conversaciones con ambas autoridades para destacar la “competencia y capacidad” de Río de Janeiro para recibir eventos de gran envergadura, como la reciente Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible (Río+20), y las citas deportivas que Brasil albergará en los próximos años: la Copa de las Confederaciones en 2013, el Mundial de Fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos en 2016.
La candidatura brasileña fue presentada a la UNESCO en septiembre de 2009, bajo el título Paisajes Cariocas entre el Mar y la Montaña, por el Instituto de Patrimonio Histórico y Artístico Nacional.
El eje en torno al cual Brasil justificó su candidatura fue el “valor universal” que posee la ciudad, el cual está basado en la interacción armónica entre su belleza natural y la intervención humana.
El concepto de paisaje cultural fue adoptado por el organismo de la ONU en 1992, que lo incorporó como una nueva forma de reconocimiento de los bienes culturales a la Lista del Patrimonio Mundial creada en 1972 durante una convención del organismo.
La ministra de Cultura de Brasil, Ana de Hollanda, y el presidente del Ipahn, Luiz Fernando de Almeida, también celebraron el título y evaluaron que a partir de este momento se obtiene “una nueva visión y abordaje sobre los bienes culturales incluidos en la Lista del Patrimonio Mundial”.
Este cambio de visión refiere a que hasta el momento, los lugares reconocidos mundialmente como paisajes culturales estaban relacionados a áreas rurales, sistemas agrícolas tradicionales y jardines históricos, entre otros. Por tanto, es la primera vez que un espacio urbano recibe un título de esa categoría.
Hollanda expresó que la elección de la capital fluminense “es consecuencia de un estudio minucioso en el que se evaluó la forma creativa con la que los habitantes se adaptaron a la topografía excepcionalmente bella e irregular de la ciudad, inventando modos inéditos de usufructuar la vida”.
Por su parte, Almeida destacó que el paisaje carioca “es la imagen más explícita de lo que podemos llamar de civilización brasileña, con su originalidad, desafíos, contradicciones y posibilidades”.
El presidente del Ipahn agregó que a partir de la inclusión de un espacio urbano entre los bienes catalogados como Patrimonio Mundial se comienza a pensar más en una relación muy específica entre el hombre y la naturaleza, y además “se tiene que pensar, obligatoriamente, en el compromiso de preservar ese territorio”.